Habló una ex notera de CQC: «Pettinato me llevó tras bambalinas, me encajó un beso y me dijo ‘esto es así'»
En 2011 Martina Soto Pose se convirtió en la primera notera mujer de la historia de Caiga Quien Caiga. Lejos de querer ser conocida como “la rubia de CQC” a siete años de su “salto a la fama”, reveló las terribles experiencias de acoso que le tocó vivir en el medio y que la alejaron de la televisión.
“Empecé a trabajar en televisión un poco antes (de CQC), en Un mundo perfecto, con (Roberto) Pettinato, y ya no hace falta que diga mucho más. Fue un debut tremendo”, lanzó Martina al hablar sobre su carrera.
Y amplió: “Antes de salir al aire, en el primer programa de mi vida, Pettinato me llevó tras bambalinas, me encajó un beso y me dijo: ‘Bueno, esto es así’. Un horror. Hice el programa en vivo y después vino el productor ejecutivo y me preguntó: ‘¿Todo bien?’ Le conté y se quería matar. Me pidió disculpas y me dijo que Pettinato era siempre así”.
Según contó contó en una entrevista con La Nación, la periodista entró al programa en remplazo de la locutora Marcela Godoy: “Me tomaron a mí porque estaban buscando a alguien más joven y más linda para jorobarla. Me pusieron dos días de panelista. No me gustó. Tenía que mostrar las piernas y esa onda”. Cuando quedó en CQC, el programa estaba conducido por Ernestina Pais, y luego llegó Pettianto.
Al respecto y sin entrar en detalles, contó cómo fue su experiencia con el equipo de trabajo del programa: “Creo que esas cosas a las mujeres les pasan en todos los ámbitos. Y en los medios pasa porque hay toda un estructura que permite ciertos manejos. Pettinato era como era porque lo dejaban. Porque cuando yo estaba en CQC y tuve situaciones feas con él, se las fui a comentar a mi jefe y la respuesta fue: ‘Bueno, Martina, mirá, yo no lo vi. No es que no te crea, pero no sé’».
Por otro lado, comentó qué motivos la llevaron a alejarse de la televisión luego de su paso por el noticiero de Telefe: “En el noticiero me hacían más observaciones referidas a cómo me tenía que parar, si tenía que sacar más pecho o qué ropa me tenía que poner, y menos marcaciones periodísticas. Eso me empezó a hinchar bastante. Me cayó la ficha de algunas cosas que me habían pasado cuando fui notera en CQC y que venía arrastrando. Ahí no la había pasado nada bien y entonces me di cuenta de que tenía que bajar un cambio”.