Caso Próvolo: condenaron a los sacerdotes a 45 y 42 años de prisión
Es por abusos sexuales, violaciones y corrupción de menores a niños con hipoacusia en el Instituto de Mendoza. Falta el juicio a la monja Kosaka Kumiko, a la ex directora Graciela Pascual y la monja Asunción Martínez.
En un juicio que marca precedente en el mundo, la justicia mendocina condenó hoy a los sacerdotes Horacio Corbacho y Nicola Corradi a la pena de 45 y 42 años de prisión, respectivamente, y al jardinero Armando Gómez a 18 años de cárcel acusados por abusos sexuales y corrupción de menores a niños con hipoacusia en el Instituto Antonio Próvolo de Mendoza.
«Esto es horrible. Muy feo que esto haya pasado en Mendoza», expresó hoy el jefe de fiscales contra Delitos de la Integridad Sexual, Alejandro Iturbide.
Ninguno de los curas declaró ni una sola palabra durante el debate, y solo Gómez tomó la palabra en una ocasión para declararse inocente y sin pruebas que acreditarán los abusos cometidos por el.
En tanto, el querellante Sergio Salinas dijo que «aún aguardan respuestas por parte de la Iglesia que optó por la negativa de informar la investigación interna que ellos llevaron adelante amparados en un concordado de 1968 que les permite negar el acceso a la información a las víctimas, a pesar de haber sido declarado inconstitucional».
Desde la Fiscalía se les requirió al comisario Monseñor Alberto Bochatey, el enviado del Vaticano para investigar el accionar de los dos sacerdotes involucrados en los abusos sexuales del Próvolo, pero nunca emitieron respuesta.
El arzobispado de Mendoza emitió esta tarde un comunicado en el que se solidariza con las víctimas de los culpables del caso del Instituto Antonio Próvolo.
“Como Iglesia, queremos trasmitir una vez más nuestra solidaridad y cercanía a las víctimas y sus familias, quienes han denunciado haber sufrido las más aberrantes vejaciones.Todos nos hemos sentido desconcertados y dolidos”, expresaron.
Las víctimas, familiares y allegados esperaron en vigilia la sentencia con banderas, carteles y el pañuelo rojo del ‘Yo sí te creo’ y carteles: «Encubrir delito también es delito»; «Iglesia sin abuso».
El histórico veredicto fue dictado este mediodía por los jueces Carlos Díaz, Mauricio Juan y Aníbal Crivelli, y marcaron una jornada emblemática para las diez víctimas, jóvenes sordomudos que hoy celebraron con lágrimas, abrazos y suelta de globos.
Asimismo, se valoró la recuperación de los derechos de la comunidad sorda, y la labor de los intérpretes de señas en todo este proceso.
El fiscal Gustavo Stroppiana, quien encabezó la mayoría de la instrucción, había imputado a Corbacho por 16 hechos de abuso, de los cuales ocho son por abuso sexual agravado con acceso carnal (violaciones); y a Corradi y a Gomez por seis hechos de abuso sexual a cada uno.
Otra de las acusaciones fue por corrupción de menores, ya que la acusación indica que las víctimas eran obligadas a ver videos y revistas pornográficas.
Esta es la primera de tres causas que completan la de la monja Kosaka Kumiko, con prisión domiciliaria y acusada de haber participado en episodios de vejámenes y corrupción de menores hipoacúsicos en el Instituto.
En tanto, hay una tercera que se espera llegue pronto a juicio, que involucra a la ex directora Graciela Pascual y la monja Asunción Martínez, por omisión.