Los 10 films fundamentales sobre la dictadura cívico militar
De «Garage Olimpo» a «Infancia clandestina». Diez películas para entender y revisitar la historia reciente del país.
Mucho celuloide corrió por los proyectores de la Argentina y el mundo en estas últimas décadas . Mucho se dijo, se contó y reflexionó sobre la dictadura cívico-militar que gobernó al país entre 1976 y 1983. El resultado fílmico fue irregular, con algunos ejemplos olvidables pero muchos otros que vale destacar en estos días, a 46 años del golpe de Estado.
¿Qué películas son las más representativas a la hora de hablar de la época más oscura de la Argentina? Alucinema eligió diez, más allá de que muchos otros títulos también merecerían estar en una selección.
Garage Olimpo (Marco Bechis, 1999)
Es muy probable que este film de Marco Bechis sea el mejor de todos los realizados sobre la época. Por contundencia, por ser el primero que planteó el escabroso tema de los vuelos de la muerte, por contar con un elenco sin estrellas hasta ese momento pero con una potencia actoral destacable. Nunca la idea de un viaje en avión causó tanto escozor. Imperdible.https://www.youtube.com/embed/3VM10T7IeXo?feature=oembed
La historia oficial (Luis Puenzo, 1985)
Fue la primera, la que marcó el camino de una teoría que aún hoy sigue en discusión: el ciudadano de a pie no sabía lo que pasaba. El relato tiene como centro de esta hipótesis a la esposa de un represor, quien no parece anoticiada de la forma en que la niña que adoptaron llegó a su hogar. Se trata de un guión pensado desde el punto de vista una clase media que no escuchó los gritos de los campos de concentración, tapados por los goles del mundial 78 y otros trucos. ¿Una postura lavaculpas? Quizá, pero el largometraje, ganador del Oscar a Mejor Film Extranjero, fue lo primero que dijo la pantalla grande argentina sobre el tema y con una dupla protagónica de lujo: Héctor Alterio y Norma Aleandro.
Un muro de silencio (Lita Stantic, 1993)
En cierta forma se trata de la contracara conceptual de La historia oficial. El film cuenta el derrotero de una directora de cine inglesa (Vanessa Redgrave) que llega a Buenos Aires para filmar la historia de la esposa de un desaparecido. La mirada de los otros como faro, en parte remitiendo a una frase de Charly García de aquellas Huellas en el mar: «Por qué tenemos que ir tan lejos para estar acá».https://www.youtube.com/embed/BT3mSaq0GiE?feature=oembed
Rojo (Benjamín Naishtat, 2019)
La otredad de Rojo inquieta desde sus primeros minutos, que entre varios aciertos dejan en claro que estamos ante un film que clava una mirada ominosa pero al mismo tiempo muy clara sobre la Argentina previa al golpe del 24 de marzo de 1976, cuando todavía reinaba José López Rega y el Estado ya ponía en marcha el escenario represivo que luego se multiplicaría. La película se alzó en San Sebastián con los premios a Mejor Dirección, Mejor Actor (Darío Grandinetti) y Mejor Fotografía.https://www.youtube.com/embed/FLymVFShr1Q?feature=oembed
Crónica de una fuga (Adrián Caetano, 2005)
El director de Un oso rojo y codirector de Pizza, Birra, Faso, emprendió el camino de contar el secuestro, tortura y fuga de un grupo de detenidos en un oscuro centro clandestino. Rodrigo de la Serna y Pablo Echarri encabezan un elenco que protagoniza escenas tensas con el sello de uno de los directores más personales del cine de acá.https://www.youtube.com/embed/JSgY9OSx9BI?feature=oembed
Infancia clandestina (Benjamín Ávila, 2011)
Uno de los trabajos más elogiados de los últimos años sobre aquella época. Benjamín Ávila, hijo de desaparecidos, retrata la dictadura cívico-militar desde el punto de vista del niño que en esos años. Sensibilidad, memoria, un guión impecable y un puñado de actuaciones igualmente memorables en el marco de un elenco en el que se destacan Natalia Oreiro y Ernesto Alterio.https://www.youtube.com/embed/EBu19d-o5Hk?feature=oembed
La larga noche de Francisco Sanctis (Andrea Testa, Francisco Márquez, 2016)
Decía Jimmy Hendrix que la música es lo que está entre las notas y no las notas en si. Puede que La larga noche de Francisco Sanctis sea uno de esos casos en los que el cine político es eso que está entre las líneas de diálogo y las acciones de sus personajes, sutiles marcas de agua en un trabajo que apela al minimalismo narrativo y el fuera de campo como escenario del terror. El agujero negro en el que se encuentra el antihéroe del film (el Sanctis del título) es el que recorren los realizadores en un inteligente reprise a la argentina del After Hours de Scorsese, con el plus de la sangre derramada.