A Cobos no lo votaron para pasear en colectivo
Hay muchos ciudadanos mendocinos que no se detienen a pensar cómo los expertos en campañas políticas, aquellos profesionales especializados en mejorar la imagen de los candidatos y hasta quienes participan en el armado de los discursos, hacen su trabajo tan exhaustivo y preciso que logran llegar a cada uno de nosotros para convencernos.
Esto ser ha visto en varias oportunidades y especialmente, en lo que ellos han querido hacer de Julio César Cleto Cobos, justamente la persona que no hace mucho tiempo atrás, regresó a su casa natal de la cuál fue expulsado y desde allí trató de borrar toda imagen pasado que lo llevó a compartir dormitorio político con el matrimonio que gobierna el país en los últimos 10 años.
Sin embargo, algunas personas no tienen la memoria entrenada para reflejar estas acciones propias de un sistema que contiene entre sus pilares dirigenciales a hombres y mujeres que logran saltar los obstáculos del laberinto político con una cintura impresionante.
Como hoy se sienta en una banca el vapuleado ex presidente Carlos Menem, o la mística, siempre crítica natural y ahora devenida a posadora de fotogragfías intrigantes de Elisa Carrió, o quién ocupa una banca antigua y casi eternizada como Luis Zamora, los Gerardo Morales, los Rodríguez Sáa y tantos otros, para no ser menos, Julio Cobos tomó la decisión de empezar su campaña para suceder en el cargo a la esposa del finado que lo llevó de la mano a instalarse en el Congreso de la Nación y conseguir por cuatro años, una jubilación que ostentará de por vida.
Hoy Cobos no presta la debida atención a su quehacer legislativo por lo que fue votado por miles de mendocinos y su mente y equipo de colaboradores en todo el país, se dedican a posicionarlo en otros distritos donde no lo conocen al ingeniero.
Claro que no lo hace sólo los fines de semana sino que va de un lado al otro en días laborales, donde tendría que estar cumpliendo con sus funciones específicas que el pueblo le brindó.
Redacción/Juan Carlos Martínez