Al menos 10 muertos en Chile: Piñera aseguró que el país está «en guerra»
El presidente del país trasandino disparó esas temerarias declaraciones, al tiempo que advirtió sobre la posibilidad de «una guerra civil».
Ya son al menos diez muertos en Chile tras el comienzo de las protestas por los aumentos en el transporte, estallido que derivó en masivas manifestaciones contra la situación social del país y que no parecen tener techo.
En tanto, son no menos de 300 los heridos de distinta consideración por los incidentes y la represión furiosa ordenada por el presidente Sebastián Pilñera, que además dejaron como saldo unos 1.500 detenidos, la mitad de ellos en Santiago.
En este marco, este domngo el mandatario volvió a declarar el toque de queda y afirmó que el país está «en guerra contra un enemigo poderoso e implacable», en referencia a los grupos más virulentos que encabezaron algunas de las acciones violentas, entre ellas el incendio al diario El Mercurio y algunos puestos de peaje.
Además, sobre el nuevo «enemigo» de su gobierno, dijo que «no respeta a nada ni a nadie y está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite incluso cuando significa la pérdida de vidas humanas», con lo que derivó la culpa de las muertes ocurridas hasta ahora exclusivamente en el pueblo que se manifestó, cuando hay filmaciones que muestran carabineros disparando a las multitudes.
Hasta ahora el hecho de sangre más grave ocurrió el domingo, cuando un grupo de personas saqueó e incendió una tienda de ropa interior para mujer que fue saqueado y prendido fuego, dejando un saldo de cinco muertos.
Antes de ese día los decesos contabilizados oficialmente ocurrieron durante el incendio en un supermercado en la ciudad de San Bernardo, de acuerdo con lo que confirmó la intendente de la región metropolitana Karla Rubilar: «No tenemos claro bien en qué contexto, si eran personas que estaban alterando el orden público o eran personas que trabajaban en el lugar».
Los bomberos hallaron los cuerpos calcinados de dos mujeres y la tercera víctima era un hombre que falleció al llegar al hospital.
Durante la madrugada, el Gobierno sumó las comunas de Coquimbo y La Serena, en el norte de Chile, y Rancagua, en el centro, al toque de queda y agregó 1.500 militares a su fuerte operativo para frenar la ola de protestas que incluyeron el incendio del diario El Mercurio, medio insignia de la dictadura de Augusto Pinochet.
En lo que hace al transporte, el Metro Valparaíso, que conecta toda la región metropolitana de esa región, anunció que no reiniciará el servicio, en sintonía con lo que notificaron las autoridades de los servicios de colectivos y subtes de la ciudad.
Mientras tanto, en Santiago la red metropolitana de transporte Transantiago anunció que funcionará, pese a que el servicio se reinició con demora, y que, de haber nuevas protestas, cambiará sus rutas.
En el comunicado que informó ayer del toque de queda, el primero desde 1987, el gobierno aseguró que «la vigencia de la norma será evaluada de forma periódica», por lo que no está claro si se repetirá esta noche.