Argentina, a todo o nada
El seleccionado albiceleste juega a las 13 con la ilusión de inaugurar un derrotero de finales rumbo al tercer título mundial de su historia, a 28 años de la última conquista en México 1986.
El partido con el conjunto helvético, correspondiente a los octavos de final, se jugará en el Arena Corinthians de San Pablo desde las 13, con arbitraje del sueco Jonas Eriksson y transmisión en directo de la TV Pública, DeporTV, DirecTV y TyC Sports.
El momento cumbre en la gestión de Alejandro Sabella llega con un equipo en plena evolución de su juego, tras una irregular primera fase en cuanto a rendimiento pero perfecta desde los resultados.
Argentina, ganador del Grupo F con puntaje ideal, mostró dos caras para vencer a Bosnia (2-1) en Río de Janeiro; sufrió con un triunfo agónico y poco convincente sobre Irán (1-0) en Belo Horizonte y se revitalizó con el último éxito frente a Nigeria (3-2) en Porto Alegre.
Lionel Messi, autor de cuatro de los seis goles anotados por el equipo, apareció en toda su dimensión para apuntar al seleccionado, que presentará un cambio en su formación por la baja de Sergio «Kun» Agüero en la delantera.
Para ocupar el lugar del futbolista de Manchester City de Inglaterra -afectado por una lesión de grado 1 en el bíceps femoral izquierdo-, el delantero Ezequiel Lavezzi aparecía como número puesto hasta que Sabella sorprendió en el entrenamiento de hoy con Maximiliano Rodríguez como mediocampista derecho.
Lavezzi, de 29 años, con 33 partidos en el seleccionado y dos participaciones en esta Copa del Mundo, ambas desde el banco de suplentes, había integrado la formación titular en todas las prácticas desde el partido con Nigeria.
En caso de jugar desde el inicio mañana, tendrá una función mixta por la banda derecha, similar a la que cumple Angel Di María por el costado opuesto.
Al momento de atacar, con el equipo desplegado en un 4-3-3, aportará su habitual desborde; mientras que a la hora de la recuperación se ubicará como mediocampista para proteger al lateral derecho Pablo Zabaleta y también a Fernando Gago, que se correrá al centro de la línea media para colaborar con Javier Mascherano.
Si el elegido es «Maxi» Rodríguez, que ya fue titular en el debut frente a Bosnia, el equipo adoptará decididamente un esquema 4-4-2, el mismo que utilizó el amistoso que le ganó a Suiza 3-1, con un triplete de Messi, en un amistoso celebrado el 29 de febrero de 2012 en Berna.
La indefinición del entrenador en la formación reside en la necesidad de contener el trabajo del mediocampista Xherdan Shaqiri (22 años), futbolista suplente del Bayern Múnich de Alemania.
«Hay que tener cuidado con Shaqiri», advirtió su entrenador en el club teutón, el catalán Josep Guardiola, en una disertación que brindó el jueves pasado en el Luna Park de Buenos Aires.
Apodado «El Messi de los Alpes», nacido en Kosovo, acumula tres tantos en el Mundial y fue elegido por la FIFA como el jugador del partido en las victorias sobre Ecuador (2-1) y Honduras (3-0), que le permitieron a su equipo ingresar como segundo del Grupo E.
El vencedor del partido en el Arena Corinthians, que tendrá suplementario de 30 minutos y penales en caso de igualdad, jugará los cuartos de final con el ganador de la llave que Bélgica y Estados Unidos jugarán mañana desde las 17 en Salvador.
El seleccionado argentino, que estará acompañado por 30.000 personas en la ciudad paulista -sólo 10.000 compraron su entrada por la vía oficial-, llegó a cuartos en tres de los últimos cuatro Mundiales y no supera esa instancia desde Italia 1990 cuando perdió la final con Alemania.
Suiza, que experimenta su décima participación, no ingresa entre los ocho mejores equipos del plante desde la Copa del Mundo que organizó en 1954.
El historial se reduce a seis partidos, con cuatro victorias de Argentina y dos empates. En el único antecedente mundialista, los «albicelestes» ganaron 2-0 en la primera rueda de Inglaterra 1966.