Bahiense destacada en el mundo
Los plaguicidas organofosforados se han utilizado durante años para el control de plagas por su alta eficiencia y bajo coste. Sin embargo, representan un riesgo para la salud y para el medioambiente, lo que ha supuesto su abandono en muchos países, no así en los menos desarrollados, más dependientes de la agricultura. En este contexto, el empleo de herramientas rápidas de análisis que permitan controlar los niveles de plaguicidas en el entorno y en los alimentos se vuelve indispensable.
Valeria Springer, doctorada en Química por la Universidad Nacional Sur (Argentina), desarrolló durante sus estudios varios métodos de análisis para la determinación de residuos de plaguicidas y antibióticos en alimentos a través de nanotubos de carbono. A partir de esto Springer ha desarrollado un kit de análisis de residuos de plaguicidas organofosforados en alimentos. El método funciona con nanopartículas de oro y permite la detección digital de imágenes.
El sistema pretende controlar y monitorizar estos plaguicidas en cereales y frutas de una manera simple, rápida y con el mayor grado de portabilidad posible. Springer espera centrar su uso en zonas remotas y desfavorables donde no se cuente con instrumentos de análisis ni personal técnico para realizar estos controles.
Las nanopartículas de oro identifican los plaguicidas a través de reacciones colorimétricas, cuyas propiedades se registran mediante el tratamiento digital de imágenes. Tanto una cámara web como un smartphone sirven para fotografiar la muestra. Después, el software recoge la información y la analiza. “Con esta simple metodología será posible controlar los plaguicidas y cumplir, además, con los requerimientos establecidos por las legislaciones internacionales vigentes”, explica Springer.