Bajan a naranja el alerta del volcán Calbuco
Las autoridades chilenas bajaron de rojo a naranja el nivel de alerta del volcán, que entró en erupción el pasado 22 de abril y que ahora tiene ocho cráteres en lugar de uno, según un informe difundido por el Servicio Nacional de Geología y Minería del país trasandino (Sernageomin).
La reducción del nivel de alerta responde a un descenso de la actividad eruptiva registrado en las últimas semanas, indicó el organismo.
«Se observa una tendencia a la baja en la energía sísmica y en las explosiones superficiales», precisó el Sernageomin, que añadió que tales actividades «van a continuar, pero con un impacto acotado, más cercano al edificio volcánico y los cauces principales», indicó la agencia EFE.
El Calbuco, de 2.015 metros de altura y situado a unos 1.000 kilómetros al sur de Santiago, en la región de Los Lagos, ha tenido desde el 22 de abril tres pulsos eruptivos, que obligaron a la evacuación de más de 6.000 personas desde localidades cercanas.
En los primeros días la columna de gases y cenizas del volcán alcanzaron una altura de hasta 17 kilómetros, con el peligro adicional de lahares (aludes) a lo largo de los ríos que nacen en sus laderas.
Mantener una alerta naranja, según el director del Sernageomin, Rodrigo Álvarez, significa que hay una disminución de la actividad pero aún no está plenamente consolidada, pues «el Calbuco mantiene un grado de inestabilidad».
Las erupciones en volcanes con esta composición geoquímica «desarrollan su fase más explosiva al comienzo del ciclo eruptivo», lo que en este caso fue posible apreciar en los primeros pulsos, ocurridos los días 22 y 23 de abril, explicó Álvarez.
El Calbuco, considerado el tercero más peligroso en una lista de 150 volcanes chilenos activos, presenta tras la erupción varios cambios, de que los que uno de los más llamativos es que antes tenían dos cráteres, uno principal y otro secundario, perfilados en las erupciones de 1961 y 1972 mientras que ahora tiene ocho.
«No es que se haya agregado material volcánico, sino que esta erupción ha erosionado la forma que existía antes», explicó Álvarez, que precisó que además de tener nuevos cráteres, el principal también aumentó de tamaño.
Otro cambio importante consiste en la modificación de los cauces de agua que bajan desde el volcán, ya que los fondos de quebrada se colmaron de piroclastos (material volcánico), sobre todo en los ríos Tepu, al norte del cráter), Blanco, hacia el este, y el Correntoso, hacia el suroeste, añadió.
También ahora se observan depósitos importantes de piroclastos en Ensenada, en una ladera del volcán Osorno, e incluso en Villa La Angostura en Argentina, puesto que la columna de cenizas afectó sobre todo hacia el noreste del volcán Calbuco, concluyó el experto.
Tras las decisiones del Sernageomin, la Intendencia (gobernación) de Los Lagos y la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), también decidió bajar el nivel de alerta, de roja a amarilla, lo que supone que la zona de exclusión se reduce de 20 a 10 kilómetros en torno del cráter, incluyendo 200 metros a cada lado de los cauces que nacen en el volcán.