Balance de otra protesta
Liderado por Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, el sindicalismo opositor nucleado en la CGT movilizó a sus tropas ayer por la tarde hasta Plaza de Mayo, lugar en que se realizó un breve acto que incluyó la lectura de un documento con reclamos, fundamentalmente medidas contra la inseguridad. El destinatario del mensaje, ese sector de la clase media que le es particularmente esquivo, llevó a un cambio de escenografía: no hubo banderas sindicales ni los reclamos típicos de la agenda sindical. En su lugar, y con un fondo que rezaba «Políticos presten atención, somos el futuro», un centenar de niños ocupó el centro del escenario con remeras que portaban consignas contra la inflación y la pobreza. Tras una breve introducción del locutor Jorge Formento –ex partenaire de Silvio Soldán en el histórico ciclo Feliz Domingo para la Juventud y habitual conductor de los actos sindicales, incluso de la CGT oficialista– una militante (también locutora) leyó el documento a través del cual los gremialistas criticaron al gobierno y pidieron medidas que generen «trabajo digno». «Somos conscientes que las verdaderas soluciones a nuestros reclamos no se encuentran en parciales medidas reparadoras, sino en el conjunto de políticas económicas que generen trabajo digno, que impulsen la repotencialidad del campo y al desarrollo industrial», enfatiza el texto. También hace alusión «a la decadencia de los últimos 40 años que hace difícil vislumbrar el futuro», y apuntó contra las estadísticas oficiales al denunciar que, «digan lo que digan, la desocupación amenaza» y auguran «un panorama sombrío».
Aunque no estaba pautado que haya oradores, tras la lectura del documento Moyano tomó la palabra y dijo que «a pesar de lo que dicen algunos medios de comunicación, los trabajadores demuestran lealtad a quienes jamás los traicionaron».