Bombardean otro hospital de Médicos Sin Fronteras en Yemen
UNA VEZ MÁS UN HOSPITAL DE MSF FUE ATACADO EN YEMEN Y AL MENOS 15 PERSONAS, LA MAYORÍA PACIENTES, MURIERON Y OTRAS 25 RESULTARON HERIDAS, INFORMÓ EL GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE HAJJAH, QUE ACUSÓ DIRECTAMENTE A LA VECINA POTENCIA DE ARABIA SAUDITA.
El director provincial de Salud, Ayman Madhkour dijo a la agencia de noticias DPA que todas las víctimas eran civiles, muchas de ellas niños y mujeres. Por el momento, MSF no dio detalles del ataque ni responsabilizó a alguna de las fuerzas beligerantes que pelean en el devastado y empobrecido Yemen.
Otras fuentes, citadas por las agencia de noticias EFE, informaron que una de las víctimas era un ingeniero yemení, que trabajaba para MSF en ese hospital, ubicado en la localidad de Abs, a unos 130 kilómetros al noroeste de la capital, Sanaá, y a 65 kilómetros de la frontera con Arabia Saudita.
De acuerdo a la cuenta de Twitter de MSF, desde julio de 2015, la organización atendió a 4611 pacientes en el hospital de Abs.
El domingo, MSF había denunciado un bombardeo aéreo contra una zona controlada por los rebeldes hutíes que golpeó a una escuela, mató a 10 niños e hirió a otros 28 en el norte de Yemen, mientras el movimiento insurgente responsabilizó directamente a la vecina Arabia Saudita, la única fuerza que ataca desde el aire en el país.
Pero este lunes, los bombardeos cayeron sobre un hospital de la organización, una de las pocas internacionales que siguen en el terreno tras un año y medio de guerra y bloqueo total.
Uno de los testigos, Mustafa Mohamed, dijo que dos tercios del hospital quedaron destruidos y que los heridos están siendo tratados de urgencia en la parte que quedó en pie y está operativo.
Los aviones de la coalición liderada por Arabia Saudita siguen sobrevolando la zona, según la fuente, por lo que se teme que puedan lanzar nuevos ataques.
Esta no es la primera vez que un centro médico gestionado por MSF es atacado por los aviones de la coalición árabe en territorio yemení, como ha denunciado la organización en varias ocasiones, aunque la alianza militar siempre lo ha negado.
El pasado 10 de enero, cuatro personas murieron al impactar un proyectil en un hospital de MSF en la provincia de Saada, vecina a Hashah y principal feudo de los rebeldes hutíes.
Además del bombardeo aéreo del domingo contra la escuela de Saada, en el norte, los rebeldes hutíes denunciaron aviones sauditas atacaron el sábado pasado varios blancos en la capital del país, Sanáa, justo en el mismo momento en que el Parlamento yemení se reunió por primera vez desde que los insurgentes tomaron la cuidad hace dos años.
El sábado justamente parte de los diputados aprobó un nuevo gobierno hutí, en abierto desafío a Hadi y su gobierno en el exilio.
Este gesto sucedió además apenas una semana después de que las negociaciones de paz auspiciadas por la ONU fueran aplazadas, luego de no conseguir ningún logro concreto.
En medio de este impasse diplomático, Arabia Saudita continúa bombardeando Yemen y las fuerzas leales a Hadi, que pelean contra los rebeldes hutíes en el terreno, siguen avanzando.
EL INICIO DEL CONFLICTO EN YEMEN
A finales de marzo de 2015 y tras el triunfo del movimiento rebelde hutí sobre gran parte del país más pobre del mundo árabe, Arabia Saudita -férreo aliado de Estados Unidos en Medio Oriente- armó una inédita coalición de diez Estados árabes para restituir al presidente reconocido por la comunidad internacional, Abdo Rabu Mansur Hadi.
Desde entonces los bombardeos aéreos de la coalición regional y los combates en el terreno entre los rebeldes hutíes y sus aliados, las tribus y las milicias pro Hadi, y grupos armados radicales como Al Qaeda y el Estado Islámico convirtieron a gran parte del país en un campo de batalla y dejaron más de 6.500 muertos, más de la mitad civiles.
En sólo 25 años, Yemen, un país de 26 millones de habitantes, sufrió una guerra civil, uno de los episodios más intensos de la llamada Primavera Árabe, un levantamiento armado separatista, una campaña de bombardeos de drones estadounidenses aún en curso y, ahora, este conflicto regional.