Bullrich reconoció que «hay más pobres y menos clase media»
«Cada vez hay más pobres, menos clase media y más intereses corporativos», reconoció la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, durante su visita al Rotary Club, pero dijo que se trata de «errores no forzados, como le ocurre a cualquier buen deportista». La funcionaria culpó a las «mafias», entre quienes identificó a la CGT, como responsables de la actual situación del país y reivindicó su gestión en temas sensibles como el caso de Luis Chocobar —»dejamos atrás el modelo zaffaroniano»— y la incursión de la Gendarmería en territorio mapuche que terminó con la muerte de Santiago Maldonado: «Fue el quiebre de la cultura de la estigmatización de las fuerzas de seguridad».
«Estamos en medio del río», graficó Bullrich el crítico momento que atraviesa la gestión macrista, aunque no demostró arrepentimiento y aseguró que «aunque el cambio sea difícil de sobrellevar para muchos, vamos a seguir así. De ahí no nos sacan».
La ministra consideró que «para cruzar al otro lado del río» las internas de la alianza gobernante deben tener un punto final para «alinearse fuertemente y trabajar como una sola persona». Durante su disertación ante los receptivos empresarios presentes amenazó: «Si ustedes no nos acompañan, la Argentina vuelve al 70 por ciento de inflación».
Más adelante Bullrich reclamó el respaldo al Gobierno sin «mirar la coyuntura» y minimizó las responsabilidades de la gestión del presidente Mauricio Macri: «Hasta los mejores tenistas cometen errores no forzados, igual son los mejores del mundo». Según el análisis de Bullrich, el macrismo se equivocó en creer que «había cierta magia en el solo hecho de haber llegado» a la Casa Rosada, pero reinvindicó que «el cambio que estamos proponiendo no es un cambio natural, porque lo natural es que la Argentina siga perdiendo a manos de las mafias».
Las «mafias» fueron el otro argumento que la funcionaria utilizó para echar culpas por una situación en la que «cada vez hay más pobres, menos clase media y más intereses corporativos». Al referirse a ellas, Bullrich puso como ejemplo a la CGT por el faltazo de los representantes de la central a la reunión de comisiones del Senado en la que se debía debatir la Ley de Blanqueo Laboral.
La ex ministra de Trabajo de la primera Alianza sumó otra metáfora al comparar a las «mafias» con el bicho chupa sangre del cuento «El almohadón de plumas» de Horacio Quiroga: «Si no matamos ese bicho no discutamos de inflación, tenemos que matar ese bicho».
En el mismo tono, Bullrich reivindicó su gestión frente al Ministerio de Seguridad y brindó un respaldo incondicional a las fuerzas bajo su mando. La funcionaria calificó la doctrina Chocobar, que habilita a matar a un sospechoso por la espalda, como «un sistema de protección de la sociedad y de la víctima» que deja de lado «el modelo zaffaroniano», en alusión al ex integrante de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni.
Con esa impronta, la ministra consideró que la represión de la Gendarmería en Cushamen, Chubut, fue «el quiebre de la cultura de la estigmatización de las fuerzas de seguridad», al insistir en el relato que exime de responsabilidad a las fuerzas de seguridad por la muerte de Santiago Maldonado y exigió que «pidan perdón» quienes repudiaron a los integrantes de esa fuerza durante los meses en los que el joven estuvo desaparecido.