Caen un 35% los viajes al exterior por la megadevaluación
El brutal aumento en las divisas, la perdida del poder adquisitivo del salario y la poca oferta financiada son algunos de los factores que analizan los especialistas en turismo para explicar la caída -hasta el momento- de un 35% en los viajes al exterior. Cambios notorios en la planificación y temor por el impacto negativo que también sufrirán los puntos de atracción en el país.
Los viajes al exterior han ocupado un lugar preponderante en la agenda de la clase media en los últimos años en medio de un tipo de cambio favorable y salarios que permitían acceder a financiamientos para unas merecidas vacaciones o tiempo de ocio. Pero este verano 2019 empieza a teñirse de negro tras la megadevaluación y la corrida cambiaria.
«Estamos hablando de una caída en ventas del 15% en mayo, del 35% en junio, con otra baja en julio pero menor producto de la leve estabilidad cambiaria y con otro golpe en agosto nuevamente por la fluctuación», explicó a Ámbito Financiero Fabricio Di Giambattista, titular de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVyT) y presidente de la Feria Internacional de Turismo de América Latina (FIT).
Hoy por hoy con un dólar que pasó de un ya alto $18,76 a $38,74 en septiembre de este año y una caída del salario real, desde la Cámara Argentina de Turismo (CAT) coinciden en que «hoy el argentino no tiene margen para hacer ese tipo de viajes» pero aclaró que la devaluación será favorable para el sector turístico porque los extranjeros se verán ampliamente favorecidos con el cambio actual. Según el INDEC está cifra marcaron una cifra interanual del 6,9% en julio.
«Las ventas internacionales cayeron 20% con respecto al año anterior y en los últimos meses se vio un ajuste en los destinos debido al presupuesto«, señaló Gastón Tudesco a Ámbito y especificó que «previo a la megadevaluación, Estados Unidos, México, República Dominicana y Brasil tenían un lugar destacado respecto a otros destino».
Sobre los destinos que están surgiendo en estas fechas, Tudesco comentó que «Brasil tomó un peso más relevante y también se sumaron destinos de cabotaje para el verano como Mendoza, Calafate, Cafayate, Córdoba, cuando los mismos eran más consumidos en vacaciones de invierno o fines de semana largo».
Además puso en escena que «en muchos casos los pasajeros prefieren modificar hábitos y preferencias antes que no viajar. Los cambios en la categoría de hoteles o en los planes de comidas, nos permite achicar los valores. Por otro lado, el tiempo elegido para vacacionar en verano hoy es entre 7 y 10 días».
«Hay gente que tendrá que evaluar bien sus próximas vacaciones respecto a si les conviene viajar por la Argentina o ir al exterior. La decisión del viaje siempre tiene dos partes: una es la motivacional, vinculada a las ganas de ir a tal o cual destino, y la otra es el limitante que es la plata, que te puede hacer pasar de un plan A, a un B o un C», comentó Fabricio Di Giambattista.
También hizo hincapié en la falta de financiación para este tipo de viajes y el efecto que produce en la clase media. «La posibilidad de financiar un gasto grande como este es importante, sobre todo para la clase media. Se trata de un apalancamiento para la industria, no solo en el caso de viajes al exterior sino también a nivel local«, marcó.
«Los argentinos que elijan veranear en el país van a estar inmersos en la realidad económica propia de la coyuntura actual y con la recesión de este momento no están para grandes descuidos. Acá se produjo una devaluación muy alta que va a tener un incremento de precios. De esa actualización producto de la inflación no podemos salvarnos. El tema es que no se cobre un hotel, una comida o un espectáculo a precio dólar», cerró Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo.