Cornejo: «Los errores de Macri son políticos, no económicos»
El gobernador saliente de Mendoza, el radical Alfredo Cornejo, celebró el resultado de las elecciones en su provincia, y cuestionó al presidente Mauricio Macri al sostener que su error estuvo “más en la acción política que en la economía”, ya que se “ha resuelto todo en un círculo muy cerrado”. Durante un diálogo con medios nacionales en la Residencia de la Gobernación, en Lujan de Cuyo, y acompañado por el flamante gobernador electo, Rodolfo Suárez, Cornejo consideró como una decisión desacertada “liberar el cepo en una cultura dolarizada” y destacó que el triunfo de ayer se logró gracias a que el frente Cambia Mendoza está “muy enfocado en la gestión, pero también en la construcción política, en la estrategia, en no despreciar la acción política como instrumento de cambios culturales”. Veamos:
Periodista: ¿Quién ganó el domingo la UCR, Cambiemos, Macri, usted?
Alfredo Cornejo: La elección fue provincial. Lo dijimos antes de las elecciones, durante y después. Es de honestidad intelectual decir con condimentos provinciales. Con lo cual, ganó un equipo de gestión que le pidió a los mendocinos un voto de continuidad y los mendocinos se lo dieron. No hay reelección en Mendoza pero eligieron un voto de continuidad. Sí admito que hay una lectura nacional y no se la puede descartar, porque se había puesto una expectativa enorme sobre esta provincia. Fundamentalmente de parte de Alberto Fernández y el kirchnerismo. Al tener una candidata de La Cámpora nacionalizaron la elección y el mensaje permanente de campaña fue ese. No discutían temas provinciales. Con lo cual, el Frente Todos obtuvo una derrota.
P: ¿Por qué no invitaron a Macri a los festejos? ¿No quisieron que viniera?
A.C.: No sé de dónde salió que no queríamos que viniera. Nunca estuvo invitado ni nunca él se invitó. Las dos cosas son ciertas. Desde el mismo momento en que desdoblamos la elección no era para discutir Macri sí o no.
P: ¿En el verano Macri le pidió que no desdoblara?
A.C.: Él nos pidió que hiciéramos la elección unificada, juntos. Fue en Villa La Angostura. Gerardo Morales (gobernador de Jujuy) y yo le dijimos que era todo lo contrario. Que también tenían que desdoblar la provincia de Buenos Aires. Ambos le dijimos que estábamos pensando en adelantarla y que era conveniente adelantar también Buenos Aires. La Ciudad de Buenos Aires tenía fecha fija por ley adelantada, separada de la nacional, después se modificó por ley. Fue una decisión política.
P: ¿Cuál es la situación del radicalismo hoy dentro de Cambiemos?
A.C.: Es un balance que excede a esta elección. Mendoza es una provincia gobernada por el radicalismo y aliados. Hemos perdido capitales de provincias, deberíamos mirar en el tiempo. Sí creo que no tuvimos el suficiente protagonismo dentro de Cambiemos como debíamos tener. Hemos sugerido estrategias distintas. Al principio de la gestión, en la intermedia de 2017, en los temas de tarifa del gas, en varias cosas mostramos diferencias. Muchas personalizadas en mí pero son de buena parte del radicalismo.
P: ¿Cómo sigue de acá en más?
A.C.: En la hipótesis de que Macri sea reelecto, el liderazgo tiene que ser mucho más horizontal. Estoy dispuesto a hacer sentir nuestra voz más fuerte en la intimidad de las reuniones y también para afuera.
P: ¿Y si pierden?
A.C.: Creo que Macri puede ganar. Pero si no gana, hay que mantener Juntos por el Cambio. Sería bueno que gane Horacio Rodríguez Larreta en Capital, que María Eugenia Vidal mantenga su buena imagen. Lousteau también puede ser importante.
P: ¿El radicalismo no fue escuchado?
A.C.: Hubo algo que se tergiversó. Se decía que el radicalismo buscaba cargos. Los errores que se han cometido no son económicos, son de orden político. Este país para gobernar su economía hay que darle una dosis política alta. Y hay un desprecio por la acción política porque se la confunde con la partidocracia. La necesidad de acumular poder político para gobernar la economía es imprescindible. En 2016 con expectativas se tuvieron logros económicos. Tenía minoría en el parlamento, sólo cinco provincias gobernadas por Cambiemos, y sólo con la expectativa se liberó el cepo y no se fue el dólar, se hizo una negociación digna con los holdouts. Se tuvieron resultados económicos pero se creyó que eso era suficiente. Había que acumular poder político para domar el dólar, controlar la inflación. Si en 2016 se hacía con el peronismo dividido, con sus gobernadores disponibles a un acuerdo, y se buscaba un paquete de leyes concretas, hubiesen salido del Congreso al principio. No ley por ley. Hubo mucho mensaje de optimismo pero sin la dosis de poder político para que esos cambios se pudiesen dar. Podría haber llegado al final del mandato con mayor poder político. No a merced de los mercados. De nuestras propuestas, muchas se escucharon al final, sobre todo el paquete para aliviar a las clases medias.
P: Hizo varias veces referencia al acto de Alberto Fernández en Mendoza, ¿por qué le cayó tan mal?
A.C.: Yo invierto la pregunta… ¿a alguien le parece que es normal que vengan un montón de tipos a decir cómo tienen que votar los mendocinos? ¿Y que lo hagan con todo ese andamiaje de aviones privados? A lo mejor eso en otras provincias se permite. Mi papá era cordobés y conozco la cultura de los cordobeses. En Córdoba o en Mendoza esas cosas caen mal. Es obvio que fue presionado por Cristina de Kirchner para apoyar a su candidata de La Cámpora acá. No le veo otra explicación. Es anti austeridad ese acto. Cuarenta minutos para dar un apoyo. Todos los gobernadores, entre ellos algunos que no pueden pagar sueldos por ser inútiles administrando, como es el caso de (Mariano) Arcioni. Un inútil que le echa la culpa al Gobierno Nacional cuando dio una paritaria que después no pudo afrontar. Sin embargo, alquila un avión, o le alquila Massa, no importa. Y viene a contarle a los mendocinos por qué hay que votar a Fernández Sagasti. Los argentinos estamos muy tolerantes. Nadie explicó quién pagó esos aviones.
P: ¿Fue atinado tomar tanta deuda en dólares?
A.C.: No hay que sacarlo de contexto. Hubiese sido mejor no tomar deuda, pero era mejor que hacer el furioso ajuste que había que hacer, de cinco o seis puntos del PBI. Si no se tomaba deuda había que emitir o hacer un ajuste fiscal muy fuerte. Hay que decirle la verdad a la gente. Hay que preguntar dónde está el crecimiento para repartir riqueza. Así se combate la pobreza: creando riqueza. Y un Estado que pueda ser eficaz en la distribución. No hay que medir la pobreza sólo por ingresos, sino también por los bienes sociales a los que se puede acceder. Tener un hospital público como el que tenemos en Mendoza, ir a la escuela de forma gratuita y que haya clases, sin paros, ir a un centro de salud y que haya elementos. Eso también mide la pobreza. El peronismo en muchas provincias ha descapitalizado el Estado. Hablan de pobreza, de distribución del ingreso pero descapitalizaron el Estado. La única herramienta para combatir la pobreza es capitalizar el Estado. Mantener el Estado en pie y no tomar deuda requería un ajuste fiscal. Esa es la dicotomía que había en 2015.
P: En la provincia pidió reestructurar la deuda, un roll over, y el PJ lo rechazó. Qué opina.
A.C.: El roll ver es como un vaso de agua, no se le niega a nadie. A mí me lo negaron, es la primera vez que en Mendoza pasa eso. No sé qué va a pasar en la provincia con la oposición. Espero que después de la derrota reflexionen. No tienen sólo que oponerse, hay que buscar acuerdo. Es como si nosotros fuésemos oposición a Alberto Fernández y dijéramos: vamos a votar todo en contra porque soy opositor. Si se plantean cosas sensatas ¿por qué no acompañar?
P: ¿Y si les toca ser oposición nacional? ¿Cómo serán?
A.C.: Según qué haga Alberto Fernández. Si gana y tiene un programa sensato habrá que ser moderado. Si gana y es Venezuela, hay que ser una férrea oposición.
P: ¿Qué hicieron distinto ustedes en Mendoza que no se hizo en Nación?
A.C.: Mucha acción política y mucha gestión. Las dos cosas paralelas. Muy enfocados en la gestión pero también en la construcción política, en la estrategia, en no despreciar la acción política como instrumento de cambios culturales. Dimos pelea por el ítem aula, por Uber, por una ley de Transporte. Había rechazos. La expectativa ayuda, pero hay que tener poder político. Fue la falla a nivel nacional. Liberar el cepo en una cultura dolarizada no fue una decisión menor. Fue un éxito porque había expectativa en el Gobierno. Cuando se va perdiendo la expectativa y también se pierde el poder político el dólar estalla por el aire. Hagas lo que hagas.
P: En lo personal, ¿cómo se ve en la construcción nacional?
A.C.: Me siento obligado a jugar un papel nacional. Me veo armando un equipo, no veo otra forma de incidir en la realidad. Quiero colaborar en esa construcción de una coalición más horizontal si nos toca reelegir. Y en la hipótesis de oposición, no me veo en otro lugar que no sea el de opositor, pero construyendo una alternancia. Que los argentinos tengan otra opción en cuatro años. Eso se construye con política.