Cortes de luz por el calor
El calor vuelve a ser sinónimo de cortes de luz. La ecuación parecía olvidada, pero no porque se solucionó el problema del abastecimiento de energía sino porque el verano fue «piadoso», según reconoció un vocero de una de las empresas prestadoras del servicio. Pero esta ola que llegó justo antes del final del verano volvió a poner en evidencia que el sistema energético vive al borde del colapso. Según constató Clarín, ayer hubo cortes de luz en Hudson, Berazategui, Villa Crespo, Tigre, San Cristóbal, Floresta, Parque Chacabuco, Caballito, Flores, Villa Mitre, Once, San Telmo, Parque Avellaneda y Lanús. Y en algunos de estos barrios, los vecinos protestaron cortando calles, como en Cervantes y Nogoyá o San Martín y Donato Alvarez. También volvieron a la escena los generadores: en algunos barrios se ven hasta cinco equipos por cuadra. El pronóstico, para completar el panorama, no es muy alentador, porque para hoy se espera el día más agobiante de la semana, con una máxima de 34°. Las lluvias recién llegarían el sábado por la noche, pero el calor regresará el lunes y seguirá toda la semana.
Respecto de la versión que había «cortes programados» por la reparación de dos turbinas de Yacyretá (ver aparte), tanto Edesur y Edenor como los funcionarios del gobierno salieron a desmentirla. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que la caída del servicio en algunos barrios se debió a la «sobreutilización» de aires acondicionados y ventiladores en «noches muy calurosas». El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, habló de algunos «algunos temas puntuales en la distribución, producto de la alta demanda por las temperaturas extremas», pero enfatizó que «a nivel global el sistema está funcionando normalmente con niveles de generación y reservas adecuados». De Vido explicó que la capacidad instalada de generación eléctrica alcanza los 28 mil megavatios, algo que sirve para abastecer picos de consumo como el del miércoles, que fue de 23.332 megavatios.
Pero en la calle, la realidad fue diferente. En el barrio de Flores ante la falta de energía eléctrica, los vecinos recurrieron a un medio alternativo para tener luz. Clarín recorrió la avenida Avellaneda, desde la intersección Nazca hasta San Nicolás, y relevó un promedio de cinco generadores por cuadra. Para que funcionen se necesita cargar 45 litros de nafta, lo que implica un presupuesto de 600 pesos diarios.
Ricardo Irguiere, propietario de un negocio de ropa en Flores, sufre cortes periódicos cada 48 horas desde hace tres meses. Realiza más de cinco reclamos por día a Edesur, pero hasta la fecha no tuvo ninguna respuesta. «Me cansé de llamar y que me digan que el transcurso del día lo van arreglar. Al final, gasté 10 mil pesos y compré un generador», se lamentó.
Ana María Costas, dueña de Cammareri, una distribuidora oficial de generadores, explicó que la venta de equipos disminuyó, pero hubo un incremento en la demanda de reparaciones: «La gente consulta los precios, pero no concretamos ninguna venta». El costo de un generador para una casa oscila entre los 8 mil y 10 mil pesos. En el caso de los comercios el precio se triplica. «Si un negocio necesita un generador, tenemos precios desde los $30 mil en adelante», remarcó. Costas indicó que en las últimas semanas tuvo más clientes que llevaron sus generadores para refaccionarlos, y esto implica un gasto promedio de 400 a 600 pesos.
En Villa Urquiza, en Olazábal y avenida Constituyentes, hace dos días que la luz viene y se va cada tres horas. Algunos negocios, como el almacén de Carlos Gómez, no tienen generador y recurren a los vecinos que tienen energía para guardar algunos productos en sus heladeras: «Trato de salvar la leche, pero hay otros que los tengo que tirar. Cada hora sin luz que pasa es pérdida; y nadie se hace cargo».
Nicolás Albertoni, vendedor de Energía Global, de Ituzaingó, reconoció que la venta de generadores cayó un 40% respecto al año pasado, pero aclaró que repuntó en estos últimos cuatro días que hizo mucho calor: «Se nota que eléctricamente seguimos para atrás».