Crisis del coronavirus: Guzmán propuso ayudar con fondos y proteger el empleo con subsidios
El ministro de Economía, Martín Guzmán, sostuvo que hay tres formas de encarar estabilidad social en medio de la crisis del coronavirus, entre las que enumeró: proveer transferencias de dinero; proteger el empleo a través de subsidios al trabajo en los sectores que sean afectados críticamente por la crisis; proveer la extensión de seguros de desempleo.
«Podremos enfrentar esta crisis si actuamos juntos con decisión», sostuvo Guzmán ante los ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20 que se reunieron vía videoconferencia para analizar y buscar soluciones coordinadas para responder al covid-19.
Durante la reunión, los ministros compartieron su experiencia en respuesta a la pandemia y acordaron desarrollar un plan de acción con medidas económicas concretas para enfrentar las consecuencias económicas del COVID-19 de manera conjunta.
El G20 está comprometido a monitorear y tomar acciones de manera decisiva para frenar la evolución del COVID-19, especialmente su impacto en mercados y en la economía global.
En el encuentro, el ministro Guzmán sostuvo que «la economía global de mercado no estaba preparada para lidiar con las consecuencias del COVID- 19», al tiempo que pidió profundizar «los esfuerzos de coordinación y cooperación global para preservar la estabilidad social» de los países. .
«En el frente económico, lo que enfrentamos hoy es mucho más complejo que un problema de demanda. No podemos ni debemos enfrentar este shock solamente con medidas de estímulo estándar. La razón por la cual la gente no puede ir a trabajar es que necesitamos reducir la circulación para evitar la diseminación del virus», afirmó Guzmán.
El ministro sostuvo que «la Argentina está lista para ayudar al mundo a navegar a través de estos tiempos difíciles. Podremos enfrentar esta crisis si actuamos juntos con decisión».
Además, postuló que la respuesta global debe basarse en cinco principios:
– El primer principio es que la salud es la prioridad número uno. La Salud es un bien público global. Para salvaguardar la salud pública debemos reducir la circulación de gente y de bienes. Ello, por supuesto, reduce la actividad económica. Consecuentemente, debemos tomar medidas para garantizar el suministro de bienes y servicios esenciales.
– El segundo principio es que debemos proteger a aquellos que queden en una situación de vulnerabilidad. Cambios en la composición de demanda, sin intervenciones de políticas, llevan a situaciones desesperadas para muchos.
Debemos actuar con decisión para evitar un colapso social.
– El tercer principio es que las políticas deben preservar el capital de las organizaciones -el conocimiento propio de las empresas en actividad-. Esto es diferente de proteger ganancias, o a los accionistas. La forma en que manejemos esta cuestión será crítica para evitar la profundización de las desigualdades que tanto daño le han hecho al mundo.
– El cuarto principio es que la investigación para lidiar con la crisis del COVID-19 debe ser un bien público global. La investigación es esencial y el conocimiento médico y científico que es generado por la investigación debe ser hecho disponible globalmente a precios asequibles.
– El quinto principio es que necesitamos usar la caja completa de herramientas de políticas económicas para proveer liquidez global. Por ejemplo: debería haber extensiones de los swaps bilaterales (canjes bilaterales de monedas) con las economías más avanzadas, así como incrementos de los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional. Esto es una emergencia global que requiere de políticas globales valientes y contundentes.