Cristina desmintió al diario La Nación
La presidenta Cristina Fernández desmintió ayer al diario La Nación, al que acusó de mentir «con descaro» y tergiversar al Sumo Pontífice. El matutino había titulado en su portada sabatina: «El Papa pidió un mayor compromiso con la justicia en la Argentina», en una lectura muy forzada y malintencionada de un simple saludo protocolar que realizó Francisco al sobrevolar el territorio nacional. Para desmentir al periódico porteño, la mandataria mostró en las redes sociales los mensajes similares que el líder de la Iglesia Católica envió a sus pares sudamericanos al atravesar los espacios aéreos de los países vecinos, durante su actual gira por la región.
«Ya no sólo mienten con descaro, lo que no es ninguna novedad, sino que ahora literalmente tergiversan lo que el Papa escribe y piensa», tuiteó ayer la presidenta en referencia a al diario fundado por Bartolomé Mitre. Ocurre que La Nación utilizó la referencia protocolar del Sumo Pontífice para vincularla con lo que consideran el «grave conflicto entre el gobierno de Cristina Kirchner y el Poder Judicial por la remoción de jueces y el reemplazo por magistrados y abogados de confianza de la Casa Rosada».
Según consignó Tiempo Argentino, incluso desde la «Tribuna de Doctrina» relacionaron las palabras papales con el desplazamiento del juez subrogante Luis María Cabral de la Cámara Federal de Casación Penal –decisión que tomó el Consejo de la Magistratura- y enmarcaron la noticia que involucra al Vaticano en «El Frente Judicial». Para terminar de descontextualizar el saludo de Francisco, añadieron en la volanta del artículo: «Sorpresivo mensaje del Papa».
Es tradición vaticana enviar saludos protocolares a los jefes de Estado de los países que sobrevuela el avión papal, un Airbus A330 de la compañía Alitalia. En agosto del año pasado, camino a Corea del Sur, Francisco envió un telegrama de salutación al presidente de China, Xi Jinping, aunque el Vaticano no tiene relaciones formales con el gigante asiático desde poco después de que el Partido Comunista tomase el poder en 1949.
Por eso, al atravesar el cielo argentino rumbo al Paraguay, en el marco de su segunda gira regional, el Santo Padre firmó el siguiente telegrama dirigido Cristina Fernández de Kirchner: «Al sobrevolar la amada patria argentina para dar comienzo a mi visita pastoral a Paraguay, me alegra enviar un cordial saludo a vuestra excelencia, expresando mi cercanía y afecto a esta querida nación, para la que pido al Señor copiosas gracias que le permitan progresar en los valores humanos y espirituales, acrecentando el compromiso por la justicia y la paz».
El jefe de la Iglesia Católica envió un mensaje similar a otros presidentes latinoamericanos cuyo territorio sobrevoló durante su actual visita a la región. Para demostrar la tergiversación de La Nación, Cristina replicó los textos papales en Twitter y Facebook.
El final del saludo que el Sumo Pontífice destinó a Dilma Rousseff, presidenta del Brasil, es prácticamente igual al que envió a la Argentina: «(Espero) que ustedes puedan progresar dentro de valores sociales y espirituales y así aumentar el compromiso con la justicia, la solidaridad y la paz».
Las mismas palabras se replican en el mensaje destinado a Ollanta Humala, primer mandatario peruano: «Pido al señor abundantes gracias que lo hagan progresar en los valores sociales y espirituales, acrecentando el compromiso por la justicia, la solidaridad y la paz».
En los textos dirigidos a los presidentes de Colombia y Venezuela, Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro, respectivamente, el sentido del mensaje es similar. Ambos saludos se emitieron cuando Jorge Bergoglio viajó a Ecuador, el domingo pasado.
«¡Te das cuenta! En todos los casos los telegramas contienen palabras idénticas, progreso, paz, convivencia, justicia y solidaridad», escribió Cristina en Twitter.
Consultado por este diario, el embajador argentino ante el Vaticano, Eduardo Valdés, aseguró: «Es un telegrama que el Papa manda a todos los países que sobrevuela. Las redacciones son uniformes, el esquema es el mismo. El Papa hizo un saludo general, en ningún caso quiso expresar situaciones particulares». Y añadió que «no se usó la vía tradicional de comunicación a los países como son las nunciaturas o las embajadas (en el Vaticano) sino que fueron entregados directamente a los periodistas que compartían el vuelo papal».
No es la primera vez que La Nación manipula un acto papal con la intención de atacar a la presidenta. En febrero del año pasado, tituló: «Preocupado por la tensión en el país, el Papa llamó a un diálogo en el Vaticano». ¿La intención del supuesto encuentro? «Garantizar la paz social» en la Argentina. Del cónclave, se dijo, participarían representantes del gobierno, de los gremios y del empresariado. La periodista Alicia Barrios, estrecha amiga de Jorge Bergoglio, fue la encargada de desmentir la noticia. Entonces, Barrios contó que el Papa la llamó para saludarla por su cumpleaños, ocasión que aprovechó para corroborar lo publicado por La Nación. El Santo Padre, relató la periodista, refutó al matutino.
«Como siempre, una vez más, La Nación muestra la hilacha -escribió ayer la jefa de estado en Twitter-. Pero la mentira tiene patas cortas, a Dios gracias. Amén», concluyó.
La primera mandataria escribió en Twitter:
«¿Vieron la tapa de La Nación de hoy? Ya no sólo mienten con descaro, lo que no es ninguna novedad, sino que ahora literalmente tergiversan lo que el Papa escribe y piensa».