Cristina Kirchner publicó una «carta urgente» que le mandó Lula Da Silva por Dilma Rousseff
La ex presidente difundió una misiva que le mandó el líder del PT ante la eventual destitución de su sucesora. Afirma que las denuncias de corrupción son, en realidad, “persecución política” y denuncia una eventual proscripción.
La ex presidente Cristina Elisabet Kirchner difundió esta tarde por medio de las redes sociales y su sitio oficial una carta que le envió Luiz Inacio Lula Da Silva, ante la posible e inminente destitución de su sucesora en el cargo, Dilma Rousseff. En la misiva, habla de «persecuciones políticas» contra los dirigentes del Partido de los Trabajadores y se refiere a las acusaciones por corrupción que pesan contra él y otros dirigentes clave del gobierno anterior como un ataque político.
«Cualquier coincidencia con lo que sucedió y esta sucediendo en nuestro país no es casualidad. Es estrategia dura y pura, sobre la región, contra los gobiernos nacionales, populares y democráticos y sobre sus lideres políticos», fue la reflexión que la ex primera mandataria argentina hizo sobre la letra enviada por su colega y recordó una frase de Evo Morales, presidente actual de Bolivia: «A los ex presidentes de derecha se los favorece con un manto de impunidad. A los presidentes de izquierda, persecución judicial y escarmiento».
Sin embargo, Cristina Kirchner se permitió una corrección: «Creo que es algo más grave. Se trata de volver al pasado de pobreza y mediocridad para las grandes mayorías en beneficio del inmenso poder económico de unos pocos. ¿Se darán cuenta los pueblos?¿Lo advertirán las sociedades modernas bombardeadas mediáticamente?».
La ex primera mandataria resaltó un artículo periodístico publicado hoy en el diario Página 12, en el que se alerta que «Lula es el verdadero blanco del golpe» y que «los tiempos que se abren sobre mi país son de vergüenza» para Brasil, por lo que «la historia sabrá juzgar a los farsantes, a los traidores, a los indecentes, pero será demasiado tarde para corregir sus ruindades».
«No me puedo permitir compartir el escepticismo intelectual y lógico de Nepomuceno. Los pueblos, tal vez, no con los tiempos que demandan nuestras ansiedades y muchas veces hasta sus propias necesidades, en algún momento y ante hechos inadvertidos, acompañados por sus dirigentes, demuestran que es mentira que la historia se acabó y que hay que volver a construir futuro», concluyó la ex primera mandataria.