De Vido selló acuerdos energéticos con Bolivia
«Es época de integración», resumió el presidente de Bolivia, Evo Morales, durante la cumbre binacional de cooperación energética que se realizó ayer en la ciudad de Tarija, al sur del país. En el mismo ámbito, e idéntica orientación, el ministro de Planificación Julio de Vido indicó que la intención argentina es que ambos países se vean «como socios» en un rubro que, como coincidieron en definir, es crucial para el desarrollo soberano de la región, consignó Tiempo Argentino.
De Vido encabezó la comitiva nacional, que participó de una jornada que comenzó temprano en la mañana y se coronó sobre el mediodía con la firma de tres convenios:
– Un Memorándum de Entendimiento de Desarrollo de Proyectos energéticos, suscripto por la cartera de Planificación y el Ministerio de Hidrocarburos y Energía boliviano.
– Un Acuerdo de Intercambio en energía eléctrica, rubricado por la empresa estatal boliviana ENDE y la argentina CAMESA.
– Y un Memorando de Entendimiento para el desarrollo nuclear con fines pacíficos, firmado por la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Ministerio de Salud del país anfitrión.
Los dos primeros refieren a proyectos, pactos de explotación e intercambio de energía eléctrica que, en conjunto, involucran inversiones por más de U$S 2000 millones. Los acuerdos incluyen obras ya en proceso, como la línea de alta tensión Yaguacua – Tartagal, y la ampliación de la Termoeléctrica del Sur, de 160 a 450 megas.
Los acuerdos también establecen las condiciones técnicas y operativas mediantes las cuales se concretará el intercambio de energía eléctrica, un modo de paliar las inclemencias de eventuales crisis de abastecimiento. La interconexión será realizada a través de la línea de transmisión «Juana Azurduy de Padilla», de 110 km de longitud.
El gobierno de Bolivia confía en que la obra permitirá exportar su creciente excedente de energía eléctrica, del mismo modo que hoy ocurre con el gas.
Como recordó el propio Evo durante la conferencia de prensa conjunta, Bolivia se convirtió en una fuerte exportadora de hidrocarburos luego de tomar la histórica y estratégica decisión de recuperar el dominio de sus yacimientos. «Y a partir de ahí hemos sabido aprovechar la buena época de ingresos para mejorar nuestra infraestructura, haciendo caminos y obras que le mejoran la vida a la gente», repasó el presidente, que hoy celebrará ser el mandatario boliviano con mayor tiempo de permanencia en su cargo.
«Pero no debemos conformarnos con esos logros, porque todavía hay mucho por hacer -admitió-. Por ejemplo en materia de tecnología, donde sabemos y reconocemos que la Argentina es líder en la región. Estamos agradecidos de esta oportunidad de crecimiento que nos brinda nuestro país hermano» concluyó Evo, en referencia a la oferta argentina de potenciar inversiones en suelo boliviano con transferencia tecnológica.
Evo continuó así con la prédica integradora que había iniciado De Vido: «En este encuentro no sólo vamos hablar de gas o de electricidad, acá también queremos cooperar y trabajar integrados en materia de radares, de industria de Defensa, de satélites y de energía atómica; y por eso vinimos como parte del mismo equipo el ministerio de Planificación, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA), ARSAT, INVAP, el ministerio de Defensa, y el Instituto Balseiro».
La superpoblación de expertos atómicos en la comitiva no fue casual. La intención del gobierno argentino es empezar a equilibrar el déficit en la cuenta energética que Argentina tiene con Bolivia exportando desarrollo nuclear, un asunto que en el último tiempo se volvió crucial para Evo, no sólo por el impacto que esa tecnología puede tener en el tratamiento de enfermedades delicadas como el cáncer, sino también por cuestiones de política doméstica: sectores de la oposición, coordinados con grupos ambientalistas, lograron un triunfo político al frenar el Centro de Investigación Nuclear con fines de salud que el gobierno se había propuesto construir cerca de La Paz.
Con un costo estimado en U$S 300 millones, y la puesta en marcha prevista en cinco años, la protesta de vecinos por los presuntos efectos nocivos del reactor provocó el traspié del proyecto, al que ahora se busca relocalizar. En ese contexto, la comitiva argentina trajo a Tarija un nutrido grupo de expertos nucleares que brindó un taller destinado a ponderar las virtudes de la explotación atómica con fines pacíficos y despejar dudas respecto a los eventuales riesgos de convivir con un reactor. «La mayoría de los asistentes vinieron a buscar letra técnica para militar el Centro de Evo», resumió uno de los expertos que participó de ese taller.
El propio De Vido brindó, además, un contundente apoyo a los planes nucleares del gobierno boliviano: «Hay personas que se oponen de buena fe pero están manejados por otros líderes que no están en nuestros países y que quieren frenar nuestro desarrollo del sector».
El taller fue una de las actividades desarrolladas en el lujoso Hotel Los Parrales, donde ministros, funcionarios y empresarios de ambos países departieron de cara a la bella postal serrana que ofrece la ciudad. Como tarijeño, el ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez, ofició de anfitrión por partida doble, junto con el ministro de la Presidencia boliviana Juan Quintana. A ellos se les sumó Evo, en el caluroso mediodía del martes, para sellar con presencia, aplauso y foto los acuerdos que se firmaron.
Por su parte, De Vido reforzó con palabras amistosas el objetivo de su misión. «Este es un ámbito de crecimiento fraternal en el que entendemos que aquellos países de la región que alcanzamos algunos hitos tecnológicos tenemos la responsabilidad de cooperar con el desarrollo de esos conocimientos en nuestras naciones hermanas -recordó el ministro-, tal como lo marcaron patriotas latinoamericanos e impulsores de la Unasur como Néstor y Cristina Kirchner, Evo Morales, Lula Da Silva, Rafael Correa, Hugo Chávez, Nicolás Maduro, José Mugica o Michel Bachelet», subrayó.
«No somos un vendedor que quiere avasallar a sus vecinos tratándolos de clientes, sino que entendemos necesarios estos procesos de transferencia tecnológica para el crecimiento y el desarrollo integral de la región», concluyó el titular de Planificación.