Desacuerdos en la interna de la UCR
El partido centenario debió postergar su Convención Nacional para el año próximo por falta de consenso. Por ahora, quienes buscan preservar el actual FAU le ganan la partida a los que exigen un pacto con Macri y/o Massa. Los otros sectores, por alianzas propias de cada distrito, donde el PJ opositor tiene un rol clave, no logran acordar una postura.
El próximo viernes, la UCR bonaerense, liderada por Ricardo Alfonsín, presentará su precandidato a gobernador. Será el diputado Miguel Bazze, que competirá en la interna abierta del Frente Amplio Unen (FAU), que reúne esencialmente a la UCR de ese distrito con el GEN, de Margarita Stolbizer. Hace 48 horas, en Córdoba, el presidente del radicalismo de esa provincia, Jorge Font, se reunió con quien lidera el PRO en el mismo distrito, Javier Pretto.
Según consignó Tiempo Argentino, el encuentro fue para avanzar en una alianza formal entre ambos partidos. Cinco días antes, Sergio Massa había sellado una «acuerdo de gobernabilidad» con el senador radical formoseño Luis Naidenoff, que aspira a transformarse en mandatario de su terruño. Esta secuencia es un botón de muestra de que el debate en la UCR por las alianzas nacionales para 2015 continúa, más allá de la libertad de acción que rige en las provincias.
La cumbre boina blanca que se celebró en San Fernando el pasado 17 de noviembre implicó una victoria parcial para los sectores que no quieren una alianza nacional con el PRO ni con el Frente Renovador, como el precandidato presidencial Julio Cobos y el diputado Alfonsín. La cumbre –se sabe– culminó con un documento que se pronunció por «fortalecer» el FAU, escrito que disparó la posterior renuncia de Elisa Carrió.
Sin embargo, al igual que un partido de fútbol que dura 90 minutos, los equipos en disputa dentro de la UCR, que son tres, volvieron a los vestuarios y libran una interna silenciosa. Se preparan para el último tramo de la puja que terminaría durante los primeros meses del año que viene, en la reunión de la Convención Nacional del partido, el órgano que podría habilitar un nuevo esquema de alianzas nacionales.
EL TRIÁNGULO. Son tres los sectores en pugna. El primero está compuesto por los que apuestan a la actual composición de FAU, con el Partido Socialista como principal aliado. En esta vertiente están la UCR bonaerense, conducida por Alfonsín; la de Mendoza, en la que Cobos tiene un peso decisivo; y la de Santa Fe, entre otras.
El segundo grupo lo conforman los que apuestan a la alianza con Mauricio Macri. Es el caso de Córdoba y Chubut.
La tercera «orga» la constituyen los que quieren una gran interna de toda la oposición, a la venezolana. Está conformada por varios de los potenciales gobernadores, en particular los que ya cerraron con el massismo en sus territorios, como el jujeño Gerardo Morales y el tucumano José Cano.
La principal dificultad de los que apuestan al FAU actual, que por ahora ganan la partida, es lo que sucede con la intención de voto de los dos principales precandidatos presidenciales, Cobos y Hermes Binner. En las encuestas ambos aparecen rondando el 10 por ciento. En ciertos sondeos lidera el santafesino y en otros, el ex vice. Pero ninguno supera los 12 puntos. Eso ha complicado el disciplinamiento de los caciques provinciales de la UCR al armado nacional. Los potenciales gobernadores perciben que FAU no les ofrece un candidato competitivo y que corren el riesgo de que Massa o Macri les «planten» un candidato en sus distritos que les robe esos cuatro o cinco puntos porcentuales que necesitan para ganar.
Los que apuestan al FAU actual remarcan que el armado tiene coherencia ideológica y que el frente se rompería si suma al massismo o al macrismo. Por ende, señalan, lo que se ganaría por un lado se perdería por el otro. Además sostienen que si los votantes de Cobos y Binner se sumasen, UNEN rondaría los 20 puntos y se pondría al nivel que tienen Daniel Scioli, Massa y Macri. Por esto, cada vez son más los referentes de esta vertiente que tiran a rodar la idea de buscar alguna manera de concretar la fórmula Cobos-Binner, o viceversa, antes de las PASO.
LOS MACRISTAS. El posible acuerdo nacional con el PRO tiene preponderancia en provincias como Córdoba y Chubut. Este sector tiene total sintonía con la lectura que Carrió tiró sobre la mesa desde marzo pasado. Sostiene que debe hacerse un gran frente anti PJ, juntando con ambas manos por derecha e izquierda, aprovechando –de paso– que el peronismo (entendiendo como tal a las expresiones del Frente Renovador y las del Frente para la Victoria) está dividido y que nada indica que pueda reunificarse antes de las elecciones.
La postura de esta vertiente, en la que están el diputado Oscar Aguad , el senador Mario Cimadevilla y, hasta hace poco, el propio presidente de la UCR, Ernesto Sanz, tiene sus explicaciones electorales. No es casual que sean provincias en las que el PJ opositor tiene peso. En esos distritos, Massa busca aliarse a los candidatos peronistas disidentes. En Chubut, por ejemplo, respaldará al ex gobernador Mario Das Neves. En Córdoba –se supone– cerrará con el delasotismo. Y en La Rioja, con Jorge Yoma. Esto organiza el tablero en esas provincias de tal forma que hace imposible que los boinas blancas evalúen acercarse al massismo, pero sí al PRO.
LOS «JUNTA TODO». El grupo que apuesta a una gran interna opositora, al estilo del antichavismo en Venezuela, está compuesto por algunos de los potenciales gobernadores que ya cerraron con Massa en sus distritos. Es el caso de Jujuy, Tucumán y Formosa. La gran diferencia de este sector y el que busca la alianza con Macri es, justamente, que vienen de provincias en las que el tigrense no tiene un referente peronista disidente y busca pegarse al radical. Massa lo hace a cambio de no sacar un candidato de la galera, aunque sea para rapiñar unos puntos y complicarles la vida a los boinas blancas.
Los acuerdos provinciales no son mayor conflicto dentro de la UCR ni de UNEN. El dilema es la propuesta de la «gran primaria nacional». Por lo bajo, algunos de los dirigentes que la impulsan especulan con poder colgar su candidatura a gobernador de dos boletas presidenciales, sobre todo en las provincias en las que se votará el mismo día ambas categorías. Colgar un gobernador de dos presidenciables fue algo que se hizo en 2011. Fue en Entre Ríos, y la justicia electoral lo aceptó.
Los dirigentes que apuestan al FAU tal cual está evalúan que, referentes como Morales, plantearon la «gran primaria» para correr la línea de negociación y luego pedir que les permitan –en sus distritos– colgar su candidatura de la boleta de UNEN y también de la del Frente Renovador.
La relación de fuerzas en la interna radical provoca que el sector que apuesta al PRO y el que quiere «la gran PASO» se anulen el uno al otro. Los que tienen un adversario peronista disidente en sus distritos, apoyado por Massa, no pueden aceptar una confluencia nacional con esa fuerza, y los que acordaron con el tigrense no pueden impulsar una alianza exclusiva con Macri. Por esto, los que apuestan al FAU actual siguen llevando las de ganar. Al menos por ahora.
Los que quieren al PRO
El diputado cordobés Oscar Aguad ha sido una de las figuras centrales del sector de la UCR que apuesta a una alianza con el jefe porteño. Los distritos en los que avanza esta idea son, entre otros, Córdoba y Chubut, provincias en las que el massismo respaldará a candidatos del peronismo disidente, como Mario Das Neves.
Una PASO, con todos
Los dirigentes radicales que proponen impulsar una Primaria Abierta con toda la oposición, es decir, que incluya a Mauricio Macri y a Segrio Massa, son, como el jujeño Gerardo Morales, los que ya hicieron un acuerdo con el ex intendente de Tigre en sus provincias. Además de Jujuy respaldan esta postura Tucumán y Formosa.
Dejar UNEN como está
Julio Cobos, al igual que Ricardo Alfonsín, apuesta al Frente Amplio UNEN tal cual está. Este sector sostiene la «necesidad» de tener coherencia ideológica. Remarca también que, de avanzar en un acuerdo con el PRO o el massismo, los socialistas abandonarían el Frente y, por lo tanto, «se sumaría por un lado y se perdería por el otro».
Brizuela ratificó alianza con Macri
El ex gobernador de Catamarca Eduardo Brizuela del Moral confirmó su alianza con el PRO de Mauricio Macri, fuerza a la que tiene incorporada a su frente político desde las elecciones de 2013.
Macri viajó a Catamarca la semana pasada y miró el Superclásico, Boca-River, con Brizuela, candidato a gobernador del Frente Cívico y Social de Catamarca, y otros dirigentes de la UCR local. La foto junto al jefe porteño fue la confirmación de una alianza que dejó como principal perdedor a Sergio Massa, quien intentaba cerrar un acercamiento con el ex mandatario y principal candidato opositor para competir con la gobernadora Lucía Corpacci.
El diputado de Tigre intentó reproducir en Catamarca la estrategia que llevó adelante en las provincias de Tucumán y Jujuy, donde cerró con los máximos referentes radicales, los parlamentarios José Cano y Gerardo Morales. Massa mantuvo conversaciones con Brizuela durante varios meses a través del también ex gobernador Oscar Castillo, sin embargo los coqueteos terbminaron luego de la foto de la semana pasada.
El acuerdo con Macri dejó a Massa con pocas chances en Catamarca. Allí mantiene relaciones con ocho jefes comunales radicales y peronistas, encabezados por Raúl Jalil, intendente de la capital provincial, quien también se anotó como precandidato a gobernador y podría ser la única chance del massismo para disputar la provincia en 2015. La fecha de las elecciones todavía no fue definida. La votación podría ser a comienzos de año o unificarse con las elecciones presidenciales.
Frases destacadas en la larga interna radical
Ernesto Sanz: «Me gustaría tener una interna con Macri dentro del mismo espacio político. ¿Para qué? Para que tengamos más fortaleza de conjunto. Quiero ganarle.»
Ricardo Alfonsín: «No resulta fácil comprender cómo empezó a plantearse la posibilidad de sumar fuerzas que no tienen la misma visión que nosotros sobre las prioridades del país.»
Luis Naidenoff: «Que un candidato presidencial del peronismo (Sergio Massa) se acerque y hable de alternancia republicana y largo plazo es más que significativo.»