Doble crimen de Avellaneda: buscan al prófugo en la Costa Atlántica
El sospechoso de haber asesinado a su vecina y baleado a la hija de ésta durante una disputa por la utilización de un pasillo, en el partido bonaerense de Avellaneda, es buscado intensamente en la Costa Atlántica, donde se presume pudo haber escapado tras el crimen.
Fuentes policiales y el propio hijo de la víctima fatal, llamado Mauricio, confirmaron que los investigadores creen que Alberto Pérez (53), alias «El Loco Cacho», pudo haber escapado hacia la Costa Atlántica bonaerense.
«Me dijeron que pudo haber escapado a San Bernardo o San Clemente, porque tiene amigos que viven ahí. Pero aún no hay noticias de él», dijo Mauricio, en la puerta de la casa donde ocurrió el hecho en el que también fue asesinado un joven que pretendió asistir a las víctimas.
Mauricio es hijo de Silvia Isabel Rosso (57), asesinada a balazos en la puerta de su casa en Montes de Oca al 700, de Avellaneda, donde también resultó herida su hermana Yamila Rosso (21).
Respecto a su hermana, el hombre explicó que «está grave» y que va a seguir en ese estado durante algunos días más. Además, dijo que su sobrino, hijo de su hermana, quien presenció los hechos, «está pasando un muy mal momento, porque está shockeado, habla de la abuela. Dice ‘lastimó a la abu’, ‘pum-pum’. Tiene dos años y medio y está sufriendo mucho. No se lo deseo a nadie».
Todo ocurrió cerca de las 23.30 del sábado cuando Silvia y Yamila se encontraban en la puerta de su domicilio junto al hijo de dos años y medio de la segunda y fueron atacadas a balazos por un vecino con el que mantenían un conflicto por la utilización del pasillo que une a los dos departamentos en los que viven.
«Se le cantó salir a la puerta de la casa, mi vieja estaba sentada con mi hermana y mi sobrinito, y le disparó cuatro tiros a mi mamá en el tórax y mi hermana atinó a salir corriendo pero recibió tres disparos. Mi sobrinito ahí sin entender la situación, la gente tratando de auxiliar, una locura», relató Mauricio, quien añadió que el sospechoso ya había «amenazado y golpeado» a su madre anteriormente.
Los voceros policiales indicaron que tras esos primeros disparos, madre e hija quedaron tendidas en la vereda y fueron auxiliadas por otro vecino llamado Claudio Martínez (27). En esas circunstancias, el muchacho, que era padre de cuatro chicos, recibió un balazo en la cabeza, a la altura de la sien y murió casi en el acto. Si bien en un comienzo se sospechó que este segundo ataque había sido cometido por el mismo hombre que disparó contra las Rosso, los investigadores determinaron que a Martínez lo habría matado por error el novio de Yamila y padre del hijo de ésta, que arribó al lugar al enterarse de lo ocurrido con ella.
Los investigadores creen que el novio de Yamila pensó que Martínez era quien había disparado contra su suegra y su novia. Este hombre se presentó horas después del hecho en la sede de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 de Avellaneda, a cargo del fiscal Mario Prieto, y quedó detenido por el crimen de Martínez.