Durante 2015, fueron asesinados 69 periodistas en el mundo
Un total de 69 periodistas fueron asesinados este año en todo el mundo, según informó ayer el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York. De ellos, 28 (el 40%) murieron a manos de distintos grupos terroristas islamistas, principalmente Estado Islámico (EI) y la red Al Qaeda, informó Tiempo Argentino.
Al igual que en los últimos tres años, el lugar más peligroso para ejercer el oficio volvió a ser Siria, donde hubo 13 reporteros asesinados. “Estos periodistas son los más vulnerables. Los principales medios de comunicación ya no envían delegaciones al país y los profesionales locales huyen de las zonas de conflicto”, aseguró Joel Simon, director ejecutivo del CPJ, sobre quienes trabajan en la golpeada república árabe y otras áreas plagadas de grupos yihadistas armados. Allí, el Comité advirtió que podría haber “docenas de reporteros más asesinados”, ya que las zonas controladas por terroristas escapan al registro oficial.
En segundo lugar aparece Francia, con nueve periodistas asesinados, de los cuales ocho pertenecían a la revista parisina Charlie Hebdo, atacada por dos miembros de EI en enero de este año. Luego sigue Bangladesh, con cinco: cuatro blogueros y un editor. El mismo número fue registrado en Sudán del Sur, Irak y Yemen, zonas en conflicto donde, según el Comité neoyorquino, es cada vez más difícil investigar las muertes.
En Brasil fueron seis los reporteros fallecidos, la cifra más elevada desde 1992, cuando el CPJ comenzó a realizar el registro. Entre ellos está Gleydson Carvalho, un conductor radial que solía denunciar a policías y políticos locales por hechos de corrupción. Fue baleado mientras presentaba su programa en agosto.
Entre los distintos rubros dentro del periodismo, el audiovisual fue el más riesgoso: 25 personas murieron este año. Uno de los casos más famosos fue el de la cronista Alison Parker y el camarógrafo Adam Ward, del canal estadounidense WDBJ, abatidos por su ex compañero Vester Lee Flanagan durante una emisión en directo.
Los 69 asesinados de 2015 superaron los 61 de 2014. El CPJ continúa investigando otros 24 casos para tratar de saber si estuvieron vinculados o no al ejercicio de la profesión. La estadística indica que un tercio de los reporteros fueron asesinados por grupos criminales, como narcotraficantes o incluso funcionarios gubernamentales relacionados con el crimen organizado y la corrupción.
La cobertura de conflictos armados, la investigación de prácticas corruptas por parte de la dirigencia política y la denuncia de violaciones de los Derechos Humanos fueron los principales motivos por los que se produjeron los asesinatos, según el comité.
El CPJ define como periodista a todas aquellas personas que difunden noticias o emiten comentarios sobre asuntos de interés para la sociedad en medios impresos, fotografías, radio, televisión e internet; y sólo recoge casos en los que los periodistas murieron por su labor informativa.
La organización también investiga sobre periodistas desaparecidos o cautivos, pero no puede confirmar si estos han muerto o si murieron por culpa de su trabajo, se excusó.
Liberan a dos editores en Turquía
Los periodistas turcos recibieron con beneplácito la noticia de que un tribunal puso en libertad provisional a dos conocidos trabajadores de prensa que llevaban casi dos meses en prisión preventiva tras ser acusados de «incitar a una rebelión armada».
Cevheri Güven y Murat Çapan, editores del semanario Nokta, un medio crítico del gobierno de Recep Tayyip Erdogan, habían sido arrestados el 2 de noviembre, un día después de las elecciones generales que refrendaron el poder del partido islamista AKP.
La tapa de la publicación de ese día mostraba al presidente y una hoja de calendario con la fecha con la frase «Inicio de la guerra civil en Turquía».
Para la fiscalía, el titular de la portada era claramente una llamada a la rebelión armada y un juez decretó prisión preventiva para ambos responsables editoriales. Pero un tribunal decidió dejarlos en libertad al considerar que no hay peligro de que los acusados manipulen las pruebas, según informó la cadena CNNTürk.