El empleo privado cayó a niveles de enero de 2015 y se prevé que haya aún más despidos

El empleo asalariado privado registrado tuvo en noviembre de 2018 una caída de 1,9% en comparación con el mismo mes de 2017 y volvió a niveles de enero de 2015. La recesión afectó la cantidad de trabajo formal y hubo menos contrataciones.

Según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) difundidos por la consultora Ecolatina, en noviembre el empleo formal cayó 1,4% interanual. La devaluación del peso generó una cascada de despidos en distintas ramas de la economía acumulando un total de 200.000 puestos perdidos.

Respecto puntualmente del empleo asalariado privado registrado, vinculado principalmente con empleos de calidad, la caída se amplificó a 1,9% con respecto a igual mes del año anterior.

Si bien en lo que respecta al acumulado anual se registró un crecimiento de 0,3%, las cifras son preocupantes y se ubican en niveles de enero de 2015, lo cual implica un retroceso de casi cuatro años.

“No hubo ningún tipo de modalidad de empleo formal que haya crecido para compensar la caída de 2,1% del empleo de calidad (asalariados privados)”, indicaron desde la consultora Ecolatina.

La caída en el PBI prevista para 2019 continuará impactando en las cifras de contrataciones. Sobre ese aspecto, el informe indica que es probable que -ante los cambios registrados en el mercado interno y externo- las empresas estén analizando variables para ajustar los factores de producción, lo cual puede generar mayor retracción en el empleo.

“En este sentido, en diciembre pasado, a la caída en las contrataciones se sumó que la tasa de salida (relaciones laborales que cesan) experimentó un fuerte crecimiento, lo que sugiere que todavía la destrucción de puestos de trabajo se puede acelerar«, explicaron.