El FdT fideliza la agenda positiva y busca contraponerla con las negativas de la oposición
El Frente de Todos se encuentra abocado a fidelizar una agenda positiva de la mano de la reactivación de la economía, las actividades sociales sin limitaciones de aforo, el resurgimiento del consumo y la mejora de la situación sanitaria, y busca contraponer sus planteos con la postura de rechazo que adjudica a la oposición, a dos semanas de las elecciones del 14 de noviembre.
El comando de campaña del FdT sostiene que hay margen para que el oficialismo crezca en intención de voto a partir de un cambio en el humor social que aseguran haber detectado a partir del fin de semana bautizado «XXL o extra-large» (del viernes 8 al lunes 11 de octubre), en el que empezó a perfilarse un boom turístico producto del plan «Pre Viaje» y una creciente movilidad de personas y bienes.
Los estrategas del oficialismo plantean que esa tendencia está en pleno desarrollo, que se retroalimenta con las medidas gubernamentales de promoción de la actividad económica, y la vinculan con la flexibilización de las medidas restrictivas de cuidado ante la Covid, resueltas en virtud del descenso de casos y la expansión del plan nacional de vacunación.
La recuperación de la mayoría de las actividades, que se vio reflejada en la ocupación hotelera del fin de semana largo de octubre, podría representar la antesala de un crecimiento sostenido del consumo en el último trimestre del año, lo que explica la prioridad que le dio el Ejecutivo al objetivo de impedir que la mayor demanda derive en un aumento de precios.
La intención es que esa situación esté acompañada por una suba de la producción y no por una remarcación en las góndolas, lo que explica la medida de la Secretaría de Comercio Interior de congelar por 90 días los precios de 1.432 productos alimentarios de consumo masivo: un modo de garantizar el acceso a los bienes de primera necesidad de todos los sectores de la población.
Apoyado sobre estas medidas, el oficialismo profundiza la agenda positiva representada en la muy visible campaña del «Sí», con la que se busca exponer a la oposición de Juntos por el Cambio que rechaza muchas de esas iniciativas, aunque en el caso del acuerdo de precios varios gobernadores de la UCR manifestaron que colaborarán en su implementación.
El FdT apuntará a contraponer medidas propositivas, como el congelamiento que busca dar una respuesta al problema del precio de los alimentos, el subsidio al turismo que implica la devolución de parte del gasto a través del «Pre Viaje», y el pago del complemento de asignaciones familiares o el depósito de la Tarjeta Alimentar en la cuenta de la AUH, con el rechazo opositor.
Del mismo modo, se buscará poner el foco para que la sociedad observe la posición refractaria de JxC a un diálogo poselectoral sobre ejes comunes y necesarios para la recuperación: como un acuerdo de los dos principales espacios políticos por la negociación con el Fondo Monetario Internacional y la reconversión de los planes sociales en empleo genuino con medidas de fomento que faciliten la capacidad de dar trabajo de las pymes.
En esa misma lista de medidas positivas el FdT incluye la reapertura de aeropuertos, el aumento del Mínimo No Imponible del Impuesto a las Ganancias, la ley de Zonas Frías para rebaja en los servicios, la condonación de deudas para instituciones de bien público y la reducción de algunos impuestos también para el sector pyme.
El concepto aglutinador del «Sí» permite «contrastar con la oposición y el recuerdo de su gestión», evalúan los responsables de la campaña del FdT en referencia a la presidencia de Mauricio Macri.
Para el FdT, el clima de recuperación y de aperturas permite no sólo el repunte de la economía sino el reencuentro de los ciudadanos con los principales parámetros de la vida cotidiana que tuvieron que limitarse por las restricciones sanitarias, a lo que la oposición parece «negarse» por la defensa de sus propios intereses.
La necesidad de negociar términos favorables para la Argentina ante el pago al FMI fue una de las definiciones del presidente Alberto Fernández durante la última semana, cuando en ocasión de rendir homenaje al exmandatario Néstor Kirchner advirtió que el Gobierno no alcanzará un acuerdo con el organismo si eso significa «poner de rodillas al país».
Fernández tuvo un marcado protagonismo el miércoles, al ser el único orador del acto multitudinario que el FdT organizó en el estadio del Club Deportivo Morón, donde se hicieron presentes referentes de la coalición oficialista como Máximo Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof, entre otros funcionarios, dirigentes, militantes y representantes de organismos de derechos humanos.
Ese acto, concebido como un homenaje a Kirchner al cumplirse once años de su fallecimiento, sirvió para que el FdT diera una muestra de unidad a través de la confluencia de sectores del mundo del trabajo como el secretario general de Camioneros Hugo Moyano; movimientos sociales como Somos Barrios de Pie y el Movimiento Evita; y organizaciones políticas y sociales del kirchnerismo, entre ellas La Cámpora, La Patria es el otro y Nuevo Encuentro.
Fernández reiteró su postura ante la negociación por la deuda y expresó además que su objetivo como presidente es concluir el trabajo que iniciaron Kirchner, primero, y Cristina Fernández, después, al frente del país.
En suma, definiciones que el mandatario dejó plasmadas antes de su partida a Roma para formar parte de la cumbre del G-20 en la que se debatió sobre la economía y la salud global tras la pandemia, pero que para la Argentina implicó, por sobre todo, una nueva oportunidad para buscar mejores condiciones que permitan ampliar los plazos y reducir las tasas de la deuda con el FMI.