El Gobierno gastó 18 millones de pesos en las remodelaciones de Olivos
Luego de la polémica por las refacciones encaradas por la administración anterior, que motivaron una irónica respuesta de la hija de la ex presidente Cristina Kirchner, el Gobierno terminó con las reparaciones y el acondicionamiento de los principales edificios de la quinta presidencial de Olivos, una serie de trabajos por los que se desembolsaron 18 millones de pesos, según pudo saber Infobae de fuentes oficiales.
Las refacciones, a cargo por la Secretaría General de la Presidencia, incluyeron arreglos y compra de muebles para la residencia principal de la quinta, el chalet de huéspedes, otro destinado a los secretarios y un anexo presidencial. En el caso de la casona principal, a la que el Presidente y su familia se mudaron hace algunas semanas, las reparaciones estuvieron orientados tanto al mantenimiento como a trabajos de albañilería dentro y fuera del chalet. «Se reparó la humedad encontrada y se pintaron de blanco las paredes exteriores; se remodelaron los baños y se acondicionaron el sistema centralizado de aire acondicionado, la instalación eléctrica y la iluminación, además de recuperar carpinterías, pisos de madera y mármoles», explicó un funcionario al tanto de los arreglos. Se instaló, además, una cocina en la planta baja de la residencia -tiene dos plantas-, «para darle autonomía a la familia presidencial».
Durante los primeros meses de gestión, desde el entorno de Mauricio Macri se encargaron de machacar sobre el estado de deterioro en el que encontraron tanto la quinta de Olivos como algunos salones y rincones de la Casa Rosada. Sin embargo, según publicó en mayo el diario Clarín, la ex presidente Cristina Kirchner desembolsó 28 millones de pesos en arreglos para el chalet de huéspedes en el que su hija Florencia transitó buena parte de su embarazo junto a su entonces pareja, Camilo Vaca Narvaja. A la nota la siguió una irónica respuesta de la joven en el perfil de Facebook de su madre: dijo que solo habían arreglado «cosas básicas», como «retiro de alfombras y colocación de parquet donde no había piso, pintura exterior y cambio de tejas rotas por temporales». «La nota apunta a tapar, una vez más, parte de las cosas que están sucediendo actualmente», deslizó Florencia Kirchner.
Portón de acceso a la residencia presidencial Portón de acceso a la residencia presidencial
En este caso, y tras el relevamiento encargado por la Secretaría General, los trabajos en la casa de huéspedes apuntaron a la recuperación del color original, «de acuerdo a los archivos históricos», y a la provisión de electrodomésticos que faltaban, como un anafe a gas, un horno y una heladera, según confiaron. «En otras dependencias se encontró un estado de abandono generalizado. En los dormitorios de los empleados había años de falta de mantenimiento, la cocina central se encontraba en un pésimo estado de conservación, con fisuras y filtraciones en las paredes. Uno de los baños había sido clausurado hacía años», abundaron en la Casa Rosada en relación a los arreglos por los deterioros denunciados en otros salones de Olivos.
Según el macrismo, la cancha de fútbol, la de tenis y la de golf -de nueve hoyos- también evidenciaban un fuerte nivel de deterioro.