El iPhone7 plus se venderá en el país a $30 mil y se podrá pagar en 50 cuotas
El lanzamiento será el 7 de abril. Se venderá al doble de su valor que en Estados Unidos.
Aunque la esperada vuelta de los teléfonos iPhone al mercado local ya tiene fecha pautada para el 7 de abril, aún no se dieron a conocer los precios oficiales a los que se venderán los diferentes modelos en el país. Con todo, estimaciones de fuentes del sector hablan de un valor de algo más de $ 30.000 para el modelo iPhone 7 Plus, el de más alta gama que llegará al mercado local. Se trata de alrededor de u$s 2000, lo que representa el doble que su precio en Estados Unidos, donde se puede comprar través de la página oficial de Apple por u$s 969 desbloqueado y con una capacidad de 256 GB.
La diferencia con el costo en otros países, incluso de la región, responde al peso de los aranceles a la importación y los impuestos internos. En el caso de los teléfonos celulares, incluyen 18% de arancel más 21% de IVA y otro 21% de impuesto interno una vez que se realiza la venta. En el caso del equipo de Apple más caro, iPhone 7 Plus con 256 GB de capacidad, cuesta, por ejemplo, en las tiendas Falabella de Chile u$s 1443 ($ 22.468). También se consigue por u$s 1154 ($ 17.971) en Inglaterra; u$s 1212 ($ 18.875) en México; y u$s 1226 ($ 19.092) en España, según los precios difundidos en las páginas de Apple.com de cada país.
Para compensar el alto precio local, las empresas que lo venderán en Argentina adelantaron que contarán con planes de financiación. En el caso de Maxim ofrecerá 50 cuotas. «Los teléfonos importados están sujetos a un impuesto disuasivo. Destinado a que no se consuma. No podemos difundir el precio pero obviamente van a ser altos. Pero hay dos compensaciones; por un lado, buenos planes de financiación en cuotas y por otro combos con computadoras y tablets que coinciden con la baja de aranceles que tienen estos productos», explicó Héctor Goldín, fundador de Maxim Store, un clásico local de la avenida Córdoba y Florida y distribuidor premium de Apple que ofrecerá cinco modelos: 7 Plus, 7, 6 s Plus, 6 s y SE.
De esta forma, regresará al país un modelo que dejo de comercializarse en forma oficial en la Argentina a partir de 2011 por el cepo cambiario y el freno a la importación. Aunque sin detalles, Fernando del Río, director comercial de Claro, confirmó que ofrecerán cuotas con las principales tarjetas de crédito.
Para Enrique Carrier, titular de la consultora Carrier y Asociados, «hay un mercado que está dispuesto a pagar ese precio. De todas formas, el mayor impacto del lanzamiento no va a ser el valor si no que será un caso testigo de lo que es el costo argentino en términos tributarios». Agregó que el smartphone «va a recalentar la discusión sobre el costo fiscal y la protección a la industria de Tierra del Fuego». De todas formas, estimó que en un principio llegarán pocos equipos, quizás 20.000 en total.
Desde las otras operadoras, Personal y Movistar, aseguraron que también tienen planes de comercializar los equipos iPhone en el país, pero sin una fecha definida ya que están analizando alternativas para ofrecerlo a un precio razonable y atractivo para el mercado.
«Por suerte, la Argentina vuelve a ser uno de los lugares donde el teléfono se vende oficialmente. Obviamente algunas personas seguirán comprandolo en el exterior. Pero entre el beneficio de las cuotas y para las empresas la posibilidad de recupera el IVA ya quizás no va a tener sentido mandar a un ejecutivo a comprar los teléfonos al exterior», señaló Goldin.
Llega con un mercado en baja
El anuncio del lanzamiento de Apple, con un posible precio que supere los $ 30.000 para su versión más cara, se produce en un contexto de caída de la producción y la venta de celulares. El año pasado, la fabricación rondó los 9 millones de equipos, un 23% menos si se compara con los casi 12 millones de 2015.
Y en los primeros meses del año no consiguió repuntar, con una preferencia del mercado por los teléfonos de gama media. ¿Las razones? Además de la situación económica y caída del consumo también influyen el contrabando de equipos, que creció 25% en el último año, y la desaceleración del ritmo de renovación de los teléfonos.