El nuevo abogado de Farré aseguró que el femicida puede ser «inimputable»
Adrián Tenca, abogado del detenido por el femicidio de Claudia Schaefer, aseguró que tiene la «convicción» de que su cliente es «inimputable» y que las pericias psiquiátricas y psicológicas serán clave para determinarlo.
Adrián Tenca, el nuevo abogado de Fernando Farré, detenido por el femicidio de su esposa, Claudia Schaefer, en el country Martindale de Pilar, aseguró que tiene la «convicción» de que su cliente es «inimputable» y que las pericias psiquiátricas y psicológicas serán clave para determinarlo.
El letrado se presentó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos Conexos a la Violencia de Género de Pilar para tomar contacto con la causa y designó como perito de parte al psiquiatra y médico legista Enrique De Rosa.
En diálogo con la prensa, Tenca consideró que «las pericias van a ser absolutamente dirimentes para determinar realmente qué sucedió» el pasado viernes en la casa en la que Schaefer fue asesinada.
El abogado se excusó de comentar lo que habló con su cliente y sólo se limitó a decir que «es una persona que está conmocionada» y será entrevistado en breve por De Rosa.
Luego, dijo que en el futuro evaluará si prestará declaración indagatoria o no ante la fiscal de la causa, Carolina Carballido Catalayud.
Tenca adelantó que va a trabajar la defensa de Farré en tres planos: la inimputabilidad, las circunstancias extraordinarias de atenuación y la emoción violenta.
«El Código (Penal), en el artículo treinta y cuatro, determina que una persona para ser responsable penalmente tiene que comprender la criminalidad de sus actos y hay un montón de circunstancias por las cuales esto puede no suceder», sostuvo.
Consideró que este caso «hay un montón de elementos que se van a ir determinando a través del sumario y podemos estar ante una persona inimputable».
«Yo tengo la convicción de que, si bien la imputabilidad es un concepto de carácter jurídico, tanto los los fiscales como los jueces se apoyan mucho en las pericias», señaló.
Tenca explicó que «la emoción violenta es cuando hay un estímulo externo que arrasa con los frenos inhibitorios y tiene una pena de tres a seis años», pero recordó que en el caso de homicidio entre cónyuges, la normativa prevé circunstancias extraordinarias de atenuación.
Es decir, si bien el Código Penal establece una pena de perpetua para los homicidios agravados por el vínculo, como es este caso, se puede considerar que existió algún hecho extraordinario que permite disminuir la pena a entre 8 y 25 años, salvo que existiere violencia de género.
Por su parte, la fiscal aseguró que el ejecutivo cometió un delito doloso y que a su criterio no existió emoción violenta, aunque explicó que aún no se puede asegurar si hubo premeditación.
«La verdad es que, a tan pocos días de los hechos y con todo el trabajo que nos queda por hacer, es imposible que nosotros podamos sostener una manera de cómo ocurrieron los hechos», dijo Carballido Calatayud a radio Vorterix, en referencia a las sospechas de que el empresario Farré pudo haber planeado con antelación el crimen de su ex mujer.
De todas formas, la fiscal afirmó que sigue sosteniendo la calificación legal que le fue impuesta desde el momento de la detención, que «es un delito doloso, es un homicidio doblemente calificado».
«Sostengo que hubo dolo, pero la mecánica del hecho no la puedo afirmar, porque aún faltan muchas cosas por hacer y medidas que llevar adelante», aseguró.
Luego, explicó que «se está investigando si (Farré) tenía preparados los cuchillos» para atacar a Schaefer en el vestidor de la casa que habían compartido en el country Martindale, de Pilar.
«Es una hipótesis más de trabajo, que deberá probarse en su caso», dijo en referencia a esa posible premeditación.
Por su parte, la abogada Mariana Gallego, quien intervino en el proceso de divorcio por parte de Farré, contó hoy cómo fueron los momentos previos al crimen, según le relató una letrada de su estudio que acompañó al ejecutivo hasta el country a esperar que Schaefer fuera a retirar sus efectos personales, como habían acordado días antes.
«Se encontraron en Capital. Farré manejó el auto, llevó a la abogada y su mamá al lugar. Estaba de buen humor, hablaba normalmente, hasta les preparó un té en la cocina», describió la letrada.
Según Gallego, «pasadas las once llega Claudia con (su abogado, Carlos) Quirno y entran por una puerta lateral que da a la cocina» y permanecen todos allí hasta que en un momento los abogados se retiran y quedan Farré, su madre y Schaefer solos.
La abogada dijo que nadie vio al empresario tomar cuchillos de la cocina, según consta en la causa, y que recién advirtieron que algo sucedía cuando escucharon una voz de alerta de la madre de Farré.