El poder adquisitivo se hundió al nivel más bajo desde 2010
La inflación que publica todos los meses el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) dio 4,3% en agosto y pegó fuerte en los bolsillos: desde mediados del 2010 que el promedio de los salarios no tenía una capacidad de compra tan baja como la que se registró el mes pasado. Así, el salario real llegó a registrar una caída de 11,7% desde noviembre de 2015. Para septiembre se espera que la cuestión empeore porque será mayor el impacto del traspaso a precios de la devaluación. Agosto mostró más que nada el impacto de las subas en prepagas, naftas, electricidad y transporte público.
El secretario general de la CTA, Hugo Yasky, opinó sobre los números publicados ayer por el IET: «Esto es demoledor en lo que se refiere al nivel de vida de los trabajadores y trabajadoras. La inflación fue la más alta desde abril del 2016 y revela la catástrofe social que estamos viviendo». Así, el nivel del salario está no sólo en el peor nivel de todo el gobierno de Cambiemos sino que también en el peor nivel de los últimos 8 años.
En 2016, año con devaluación y tarifazos fuertes sobre la electricidad y el gas, la caída del salario real fue de 5%. Hubo recuperación parcial de 3% durante el eleccionario 2017. En el 2018 se esperaba que los sueldos sean nuevamente, como en 2016, el ancla inflacionaria. Pero el nivel superó lo esperado, la dinámica se desmadró y la caída del salario real dio 8,3% interanual en agosto. Aun con ese ancla, se espera que el IPC interanual de diciembre, el indicador que estará mirando el FMI para evaluar el (in)cumplimiento de la meta, llegue al menos al 42%, según los cálculos que se le filtraron al Ministerio de Hacienda en la previa de la conferencia de prensa que dio Nicolás Dujovne el lunes pasado.
El IPC que publica todos los meses el IET, que depende de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), es conocido como «la inflación de los trabajadores». La canasta que mide es distinta a la del Indec y se basa específicamente en los hábitos de consumo de los asalariados. Hacia dentro del universo de los trabajadores, el IET observó que los de los deciles con menores ingresos tuvieron inflación más alta tanto en agosto como en lo que va del gobierno de Cambiemos.
El decil 1, que es el de menor ingreso (equivalente aproximado al decil 3 del total de la sociedad, tal como suele relevarlo el Indec), tuvo una inflación de 4,8% en agosto y acumuló una de 144,1% desde noviembre de 2015. Por su parte, el decil 10 (el de mayores ingresos dentro del universo asalariado) tuvo una inflación de 3,9% en agosto, todavía muy alta pero definitivamente menor. Y desde noviembre de 2015 llegó a acumular una de «apenas» 113,1%.
Desde el IET insistieron en que la inflación de septiembre será peor: «Se prevé para septiembre una inflación similar o incluso superior a la de agosto, que no registró de lleno el impacto de la nueva disparada del dólar». El que también publicó la variación de agosto, que le dio 3,8%, fue el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA). Y coincidió: «Para septiembre se espera que los precios continúen subiendo a una tasa muy elevada, ante el impacto pleno de la suba del tipo de cambio y alzas en combustibles y transporte público, entre otros».