El Presidente llamó a la «unidad» para lograr un «orden distinto» en Latinoamérica
Alberto Fernández participó en la ciudad de Iguala del acto central por los 200 años de la Independencia de México, al que fue invitado especialmente por su par Andrés Manuel López Obrador.
El presidente Alberto Fernández volvió a llamar a la «unidad» latinoamericana y aseguró que sólo así los pueblos serán «invencibles» en su propósito de lograr «un orden distinto», que respete las «diversidades» y saque de la «pobreza y la marginalidad a millones de compatriotas sumidos en esa realidad».
El Presidente se pronunció así al compartir con su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el acto central por el bicentenario de la promulgación del plan de Iguala, un hito histórico que terminó con 300 años de dominación española en ese país.
«No hay posibilidad de que un continente progrese dividido», expresó Fernández durante la celebración realizada en la ciudad de Iguala y que contó con la participación de funcionarios mexicanos y argentinos y las primeras damas de ambos países, Fabiola Yáñez y Beatriz Gutiérrez Müller.
«México y Argentina son naciones hermanas en la lucha por la libertad, la justicia, la democracia y la defensa de la soberanía y en no pocas ocasiones esas luchas se han entrelazado», resaltó a su turno López Obrador, quien dedicó cálidas palabras a Fernández: «Lo admiro a usted, digno presidente de Argentina», dijo.
Alberto Fernández llamó en México a trabajar «unidos para lograr la igualdad en América Latina».
Además, el mandatario mexicano dijo que a su país lo «llena de orgullo» haber dado asilo a argentinos perseguidos por la última dictadura militar y aseguró que, al instalarse en México, ellos «enriquecieron la cultura, la academia, la ciencia y las artes».
Fernández, en tanto, equiparó los valores de los próceres de la independencia latinoamericana, hizo un repaso por los logros de San Martín, Belgrano, Bolívar, Guemes, Juana Azurduy y Guerrero y recordó que ellos también se encontraron en su tiempo con «fuerzas conservadoras que operaban como fuerzas reactivas a la transformación».
Actualmente, dijo, «continúan las disputas entre los que quieren conservar el orden establecido, que acorralan con medios que antes no existían, y quienes quieren cambiarlo», dijo y recomendó pensar en los próceres de la historia para «recuperar la lógica» de priorizar a «los más humildes».
«Por la unidad, por la igualdad, por el respeto a la diversidad tal vez sea hora de que nazca un nuevo plan para América toda; que nuestro continente cambie depende de nosotros, no de otros; por qué nos cuesta entender tanto que unidos somos invencibles», insistió.
Exhortó a trabajar para lograr la igualdad en Latinoamérica y así evitar que la historia siga repitiéndose y anular el impacto de esos «mecanismos modernos» destinados a que «la templanza se caiga y se pierda el ánimo» de quienes quieren «un orden distinto».
En su tercer día de visita a México, Fernández completa este miércoles una visita en la que el martes mantuvo una larga jornada de trabajo con López Obrador, encuentros con empresarios y una visita al laboratorio Liomont, donde se completa la producción y el envasado de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca.
El martes, en una conferencia de prensa conjunta, ambos mandatarios anunciaron que, a partir de abril, las dosis estarán disponibles para la región.
«Esto se logró por gestiones del Presidente de Argentina», destacó el mandatario mexicano y agradeció la gestión argentina para la provisión de la Sputnik V a México.
Entre otras actividades desarrolladas desde el lunes pasado, la agenda de Fernández incluye este miércoles una recorrida por el Museo de las Banderas y Santuario de la Patria, donde hay una exposición de la historia de las banderas mexicanas, acompañado por López Obrador y los cancilleres de ambos países.
Además el martes, en el Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo Nacional de México, Fernández proclamó: «Aliento la esperanza de que este sea el tiempo en que América Latina se ponga de pie y sea capaz de plantearle al mundo su palabra revulsiva para cambiarlo y hacerlo más igual y más justo; para terminar con las discriminaciones en materia de raza, de sexo, y para que la mujer deje de ser asesinada y pueda progresar en su trabajo como cualquier hombre».