El primer videojuego de la historia cumple 74 años
En 1947, un científico estadounidense creó «Tennis for Two», un videojuego para entretener a los visitantes de su laboratorio. Jamás imaginó que sería pionero en un camino que mueve millones de dólares
Un 25 de enero de 1947 se presentó la primera patente de un videojuego. Consistía en un tubo de rayos catódicos que emulaba un radar de los que se emplearon durante la II Guerra Mundial para detectar misiles. El primer videojuego de la historia. Se trataba de un simple simulador en el que el jugador controlaba un misil hasta hacerlo impactar en el objetivo. Pero con el tiempo, el juego se fue convirtiendo en una especie de partido de tenis. Se trataba de pasar una pelota de un lado a otro y luego en algún momento caía. Finalmente, se ganó el nombre popular de «Tennis for Two».
Se lo jugaba en el Laboratorio Nacional Brookheaven. Los visitantes que asistían al lugar tenían esa particular experiencia, como modo de «aprender» cómo funcionaban los sistemas que utilizaban dentro del laboratorio. Una explicación entretenida.
Su plataforma para jugarlo no era otra que un simple tubo de rayos catódicos o CRT (la antecesora a las TV) encapsulado en una carcasa que le daba la apariencia de un radar militar de la Segunda Guerra Mundial. Junto con el dispositivo CRT, los diseñadores adjuntaron otro que incluía diferentes manecillas de forma circular que servían para controlar la trayectoria del misil. O pelota de tenis, según la interpretación. Así, puede también se haya creado el primer control o mando en la historia del videojuego.
A nivel técnico utilizaba circuitos analógicos, no digitales, para controlar el haz del tubo y la posición de un punto en la pantalla. Las superposiciones de pantalla fueron utilizadas para los objetivos ya que los gráficos no estaban disponibles en ese momento.
Fue patentado por Thomas T. Goldsmith Jr. y Estle Ray Mann, aunque su creador según la historia fue William A. Higinbotham. Para conseguir este logro de la técnica fueron muy necesarios los avances conseguidos por el matemático Alan Turing y el experto en computación Claude Shannon durante la II Guerra Mundial para descifrar mensajes en clave. Este hallazgo es una relación entre las teorías modernas de la computación y dicho conflicto, porque a partir de él se sentaron sus bases y se marcaron los caminos por los que debía continuar la investigación, donde ocupaba un lugar preeminente la inteligencia artificial.
El padre de los videojuegos
El 25 de Octubre de 1910, nacía William A. Higinbotham en Estados Unidos. Enseguida sus gustos caminaron paralelos a la ciencia, demostrando una habilidad innata para el cálculo y para la comprensión de complicados teoremas físicos.
En los años 30, en el departamento de físicas aplicadas en la Universidad de Cornell, empezó a destacar por un dominio muy elevado de la electrónica. Aprendió rápidamente las nuevas técnicas que más tarde verían culminado su proceso evolutivo con la Segunda Guerra Mundial. William Higinbotham tomó parte activa en el desenlace de la guerra.
A principio de los años cuarenta, el joven físico americano tuvo la oportunidad de su vida, entrar a formar parte del MIT y trabajar en un innovador sistema de Radar que más tarde sería utilizado en un avión llamado «Enola Gay» y que acarreaba en su interior la tragedia «Little Boy». Nunca pudo recuperarse de su participación en el «Proyecto Manhattan».
Más tarde, se convirtió en director de la División de Instrumentación del Laboratorio Nacional Brookheaven y decidió crear algo diferente y entretenido, con el fin de amenizar las visitas que se producían los días de puertas abiertas al público al laboratorio.
Higinbotham había trabajado duramente con sistemas de radar, así que adaptó su tecnología básica y hizo más jugable, sin demasiadas complicaciones. Había nacido «Tennis for Two», el primer videojuego electrónico que hacía jugar a los visitantes del laboratorio y ayudaba a que «la crisis de los misiles» no estuviera en la mente de todos.