En un partido de ida y vuelta Francia se coronó campeón del mundo en Rusia
La selección gala se impuso por 4 a 2 a una Croacia que luchó hasta el final pero no pudo ante la calidad de un equipo poblado de cracks.
El primer gol del partido fue de Francia pero convertido en contra por el croata Mario Mandzukic. Quizá ese tanto desgraciado haya marcado a un encuentro que hasta ese momento parecía dominado por la selección de Croacia. El resto fue un juego de ida y vuelta en el que a medida que avanzó el reloj comenzó a subrayar el cansancio del equipo croata, que en el total del mundial jugó casi un partido entero más que los franceses, debido a la cantidad de tiempos suplementarios que debieron afrontar.
Luego, a los 28 minutos del segundo tiempo, Ivan Perisic marcó el empate para los croatas y ahí comenzó otra final, aunque el dominio del equipo que por primera vez llegaba a una final era clara. Pero minutos antes del pitazo que dio pie al entretiempo, Antoine Griezmann marcó de penal (que el argentino Pitana debió corroborar con el polémico VAR) el 2 a 1 para los galos.
Con el segundo tiempo los papeles se invirtieron y Francia pasó a ser protagonista. Envalentonados por el 2 a 1 y por la fibra de un equipo conducido por el campeón de 1998 Didier Deschamps, los franceses decidieron ir por su copa y a los 59 minutos de partido Paul Pogba puso el 3 a 1.
¿Es el mejor jugador del mundial? Quizá no le haya alcanzado, pero el 4 a 1 que marcó el crack de 19 años Kylian Mbappé lo puso entre los jugadores más importantes del torneo y parte indispensable de la selección ideal de este Rusia 2018.
A los 69 minutos el croata Mandzukic acercó el marcador, cerrando la lista de goles que había iniciado de forma desgraciada 50 minutos antes con ese cabesazo que acercó a Francia a la copa que, finalmente, es suya otra vez.