«Faltan alimentos saludables en Precios Cuidados»

Nutricionistas advierten los riesgos de no contar con carnes, frutas y verduras frescas en los 317 productos de la nueva oferta. Tampoco hay tantos productos no perecederos. La incidencia de las gaseosas en la epidemia de la obesidad.

 

«Sería bueno que la oferta se hiciera pensando en el valor nutricional. Se parece al chiste que dice: ‘Vamos a comer pavos para juntar esas porquerías que comen los pobres'».

La que habla tajante es la licenciada en nutrición Miryam Gorban, coordinadora de la cátedra libre de soberanía alimentaria de la Facultad de Medicina/Nutrición de la Universidad de Buenos Aires, y se refiere a la lista de Precios Cuidados que el gobierno nacional estableció en los últimos días, que durará cuatro meses y será la última, porque la idea es remplazarla por un esquema de exención de IVA para productos de la canasta básica.

Esta primera y única lista elaborada por el gobierno de Mauricio Macri consta de 317 productos, frente a los 520 que tenía la anterior. Ocurre que el nuevo plan de precios congelados que se extenderá hasta abril no incluye muchos de los productos de la canasta vinculados a la alimentación, y sobre todo no contiene algunos que son claves para una correcta nutrición. Así se lo explicaron especialistas a Tiempo Argentino, quienes advirtieron que, para empezar, el argentino se alimenta mal y por eso es importante promover desde el Estado otro tipo de consumos.

«Falta carne, falta fruta y falta verdura. No hay tantos productos no perecederos. No sé en qué se basaron para hacer eso. Se ve que no han podido conseguir otra cosa, pero se pierde el valor nutritivo de esos productos», dice el licenciado Alberto Cormillot, y explica: «Se deben consumir cinco porciones de frutas y verduras, pero el argentino consume una y media. Carne come bastante y no se necesita tanto. En Argentina se comen entre 55 y 60 kilos por año y alcanza con un kilo por mes porque después se ingiere queso y huevo, con lo cual estarían las proteínas aseguradas. Este tipo de listas deberían ser acompañadas con detalles sobre cómo usarlas correctamente. Eso es algo que no se hizo ni antes ni ahora.»

Gorban también se mete con las listas anteriores, para subrayar que «antes había dificultades para que ciertos productos aparecieran en las góndolas, pero ahora directamente ni aparecen frutas y verduras, y tampoco carne, pollo y pescado frescos.» Además, resalta que «más allá de Precios Cuidados, existían los programas de Carne Para Todos, y lo mismo con el pollo y el cerdo. No siempre había pero, cuando llegaban, estaban a un precio súper bueno.»

¿Qué pasa, entonces, si durante estos cuatro meses alguien se alimenta sólo con las comidas que ofrece el listado en promoción? Responde Gorban: «La gente consume pocas frutas y verduras. Si la oferta es baja y resultan caras, van a terminar consumiendo hidratos de carbono. Pueden comer choclo y un tomate en lata, que es lo único que figura en la lista, pero no hay mucho más. Encima ocurre justo en el momento en que están de vacaciones los comedores escolares, donde a veces, en algunas provincias, se ofrecen alimentos nutricionales.»

Marcela Leal es magister internacional en Tecnología de los Alimentos y licenciada en Nutrición, pero además dirige esa carrera en la Universidad Maimónides. A partir de su conocimiento en la materia, informa que «las frutas y verduras, especialmente crudas, son fuente casi exclusiva de vitaminas y minerales, lo cual significa que difícilmente se encuentre la cantidad de estos nutrientes en otros alimentos».

Para sumar argumentos, Leal repasa los estudios nacionales que indican que en el país no se llega a cubrir ni la mitad de los requerimientos de frutas y verduras diarios (ver aparte), «lo cual implica que se debería favorecer el acceso a las mismas».

Gorban, quien ya había advertido sobre cuatro grandes empresas que concentran todos los artículos de primera necesidad (Molinos, Kraft, Arcor y Nestlé), celebra, de todos modos, que se pretenda mantener la idea de los Precios Cuidados pero agrega sobre los hidratos: «Hay ocho tipos de galletitas en la lista, lo cual responde a la demanda de Argentina, que es comer muchísimas. La recomendación nutricional seria de más opciones de alimentos saludables, dada la cantidad de grasa y sal que las galletitas contienen. Con la canasta básica también tenemos esa tensión entre lo que debería ser y lo que es. Lo mismo pasa con los juguitos y las gaseosas: deberían consumirse menos productos azucarados. Encima la lista tiene nueve marcas de agua, cuando el agua se supone que es potable.»

Cormillot detalla que las bebidas azucaradas, «son calorías vacías»

Respecto de la carne, los especialistas hacen dos observaciones. La nutricionista Gorban señala que la marca Swift, que es la que ofrece hamburguesas en la nueva lista de Precios Cuidados, había anunciado hace unos meses que se iba del país. «O el nuevo gobierno le hizo cambiar de idea, o están liquidando sus productos», analiza. Leal resalta que «no hay cortes de carne populares como en la versión 2015, impidiendo así acceder a proteínas tan necesarias para el funcionamiento de diversas funciones del cuerpo humano».

Para Cormillot, no es mala la inclusión del producto industrializado: «Podemos considerar a las hamburguesas como fuente de proteínas y aprovechar que a los chicos les gusta. Si una persona no come carne, corre riesgo de anemia si no la reemplaza bien por otra fuente de hierro, como el huevo o el vegetal verde. Es preferible que la gente gaste menos en bebidas azucaradas, manteca y cosas con grasa, y más en arroz integral y lácteos. Pero es muy difícil porque tiene que haber un fuerte impulso desde el Estado para que la gente lo haga.»

Los nutricionistas consultados por este diario también encontraron algunos puntos positivos del flamante listado de productos en promoción.

Leal, por ejemplo, destaca que «hay mayor variedad de lácteos, lo cual es importante en un país como Argentina, donde el calcio es un nutriente crítico porque la población no cubre el requerimiento necesario del mismo».

Gorban, quien no considera que haya suficiente opción de estos alimentos, dice: «Con ese déficit marcadísimo de ingesta de calcio está este juego entre la oferta y el consumo. En la medida en que haya más oferta de leche, yogur y queso, vas a tener más consumo de esas cosas.»

Para Leal, hay «productos de varias marcas, desde las más costosas a otras más accesibles, lo cual también es importante porque logra el acceso de toda la población, de acuerdo a su presupuesto, pudiendo adquirir productos de diferentes precios», y Gorban está de acuerdo: «Si están disponibles, tenés buena oferta de leches de marcas distintas y fábricas distintas. Antes habían entrado pocas y ahora hay segundas marcas, además de cuatro o cinco productores de lácteos, grandes y chicos».

Leal recalca que «hay variedades dietoterápicas, como productos sin sal, descremados o edulcorantes, para que acceda a los mismos la población con patologías como diabetes, hipertensión, obesidad y sobrepeso, donde la dieta es parte del tratamiento».

Gorban cierra con una conclusión que ya expuso en distintos escritos sobre la idea general del programa Precios Cuidados: «A través de las políticas públicas se tienen que estimular el comercio justo, la economía social y el consumo responsable.»

MÁS NUTRITIVO
Para la licenciada Gorban «sería mejor contar con fideos de trigo candeal, que son mejores para el sistema digestivo». La especialista advierte que es un dato que nadie registra y que puede ser importante para una mejor nutrición.

CONSERVAS
Los nutricionistas recomiendan ingerir por día cinco porciones de frutas y/o verduras pero la nueva lista de Precios Cuidados no incluye ninguno de esos productos frescos. Sólo ofrece una opción de lata de choclo y otra de tomates envasados.

La mala alimentación de los argentinos
En la Argentina, hay cada vez más personas con exceso de peso. Lo dice la tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) que hicieron el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y el Ministerio de Salud de la Nación. Este diseño muestra que se realiza cada cuatro años desde 2005 es una foto de cómo está el país en materia de enfermedades crónicas no transmisibles, que explican el 60% de las muertes en la Argentina.

Los resultados de la última encuesta se conocieron en septiembre de 2014, sobre el material que se había obtenido entre octubre y noviembre de 2013 de 32.365 personas mayores de 18 años, residentes en localidades de más de 5000 habitantes.

La mayor diferencia negativa del informe en relación a las cifras anteriores se registró en las respuestas sobre peso corporal: seis de cada diez personas tienen exceso de peso y dos de cada diez, obesidad, una enfermedad que aumentó en un 42,5% su prevalencia en los últimos ocho años (pasó del 14,6% al 20,8%). La prevalencia de obesidad es mayor entre los varones y a menor nivel educativo. Se trata de una enfermedad que sube en el país 1% por año. Hay una ley de obesidad en el país pero aún no fue reglamentada.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció metas para el año 2025 en todas las enfermedades no transmisibles. En el caso del sobrepeso, la pretensión es que no siga subiendo el número de casos, algo que ningún país consigue, ante la creciente oferta de bebidas azucaradas y la poca concientización sobre el modo de comer. Para la OMS, la obesidad es «la enfermedad epidémica no transmisible más grande del mundo».

De este estudio también surgió el dato de que el promedio diario de porciones de frutas o verduras consumidas en la Argentina es del 1,9% por persona, lo cual no muestra diferencias sustanciales desde 2009, pero está lejos de las cinco porciones recomendadas.

Los nutricion