Feinmann sin pelos en la lengua
Hace meses que no concede entrevistas porque detesta que lo saquen de contexto. Es que José Pablo Feinmann, escritor y pensador lúcido y prolífico, con 40 libros publicados y otro en camino que verá la luz en noviembre próximo (Un diamante para el don), no le escapa a las generales del kirchnerismo si de cuestionar al periodismo se trata, en tiempos donde la prensa es interpelada a diario por el poder. A Feinmann, pocas cosas lo irritan tanto como ser tildado de K. Por eso, se niega a validar ese esquema binario sin lugar para matices (K-anti-K) y se define, a lo Gramsci, como un intelectual inorgánico que adhiere a Cristina y no al Gobierno. Provocador nato, abunda: Todo lo demás es caca. A diferencia de sus colegas de Carta Abierta, que eligen llamarse a silencio frente al escándalo de un vicepresidente procesado por presunta corrupción, este filósofo filoso no duda en afirmar: Boudou no tiene condiciones para ser vicepresidente ni las tuvo nunca. Y dice más también.
La interna intelectual, el peronismo, Moyano, Barrionuevo, Macri, Carrió, la fortuna de CFK, la corrupción… Feinmann -reloaded- no se calla nada en esta picante charla con 3Días.
¿Cómo encuentra a la Presidenta en el último tramo de su Gobierno?
-Ha sido muy difícil. Fue muy difícil lo que se expresó en lo que podríamos llamar los problemas de salud. Los problemas de salud la alejaron de la conducción política y llevaron adelante a otros personajes políticos. Algunos se fueron, como mi querido amigo Juan Manuel Abal Medina (hijo). Y cuadros valiosos de ese tipo. Ahora, a mí me resulta inconcebible que Cristina no le haya cortado la cabeza a Insaurralde, por ejemplo. Un peronismo con Insaurralde y su partenaire, Kirchner no lo hubiera permitido. Un peronismo de izquierda, yo entiendo que éste es el peronismo de izquierda. El otro, ojalá lo conozcan, yo lo conocí, es el peronismo de derecha. Digo ojalá lo conozcan porque mucha gente estuvo de acuerdo con la huelga de Moyano, y Moyano es el peligro terrible del peronismo de derecha, lo que se puede llamar el peornismo. El peornismo siempre estuvo presente, pero siempre hubo cosas valiosas en el peronismo.
Pero Kirchner hizo una alianza con los barones del conurbano, por ejemplo, para sostenerse en el poder. ¿Eso cómo lo explica?
– Eso es el pragmatismo político. No se puede gobernar sin una alianza con los barones del conurbano. Si vos leés El Flaco, mi libro de conversaciones con Kirchner… ¿Cuál es mi pelea con Kirchner? ¿Por qué esa amistad, si no se rompe, se distancia definitivamente en 2006? Yo le digo, si vos ponés a Barrionuevo, te convertís en Barrionuevo porque entrás dentro del aparato de la mafia. Dentro del aparato del peornismo. Entrás en el corleonismo, que es el aparato peronista. Si entrás, te va a devorar, vas a ser parte de eso. Quedate afuera y armá un nuevo partido.
En El Flaco, revela el mail que Kirchner le envía reprochándole falta de compromiso con el proyecto. ¿Qué le contestó usted entonces?
– Le contesto que no adhiero a la política de aparatismo, y que él va a poder contar conmigo en los momentos difíciles que le toquen, pero que muchos de esos momentos van a venir del aparatismo peronista. Y fijate a quién tiene en contra Cristina: a Barrionuevo. Kirchner creía que a Barrionuevo lo iba a poder dominar. Pero no lo domina nadie, porque tiene un pragmatismo salvaje, y ahora está con Moyano. Esa pareja, que no son Fred Astaire y Ginger Rogers precisamente.
¿Hay falta de aptitud de la Presidenta para manejar la política económica? Porque la economía era un activo de este gobierno y ahora estamos en default.
– La Presidenta está asesorada por (el premio Nobel de Economía, Joseph) Stiglitz, ella lo adora. No creo que Stiglitz asesore mal. En 2015 posiblemente gane la llamada oposición, si ellos empiezan a manejar la cosa económica, si va Macri a negociar con los buitres, ¡se acaba el problema! Porque los buitres están de acuerdo con Macri, y Macri, con los buitres.
El presidente de la Corte, Lorenzetti, dijo que los fallos están para cumplirlos. ¿No nos hubiéramos ahorrado varios problemas cumpliendo el fallo de Griesa?
– La verdad, a mí los fondos buitre me tienen podrido, y no estoy enterado de las minucias porque estoy escribiendo tres libros. Uno se llama Allegro con brío, escrito sobre música; el otro, Un diamante para el don, cuentos y nouvelles; y el otro, Pensamiento y Acción en América Latina.
¿Está de acuerdo con la consigna Patria o Buitres? Capitanich llegó a decir que al paro lo financiaron los Buitres. ¿No es un exceso?
– Me parece un exceso, sí.
¿No le falta autocrítica a este Gobierno?
– Que yo sepa hay mucha autocrítica, y es evidente, porque se están preparando las internas para 2015. No están de acuerdo Randazzo, Scioli, Insaurralde… Lo que pasa es que no hay una autocrítica pública, al aire libre, porque cada cosa que decís como autocrítica te la agarran y te la publican en la primera plana de un diario y por 20 radios y televisión.
Hace poco usted criticó la falta de diálogo de esta década…
– No lo dije. Hace meses que no doy reportajes. Y no estoy por abandonar ningún barco, guarda; porque no subí a ningún barco…
A usted le molesta mucho, me lo dijo antes de iniciar la charla, que lo llamen kirchnerista.
– ¡Que me llamen K! ¡Tengo 40 libros, tengo un pensamiento propio! (se irrita).
¿Por qué nunca adhirió a Carta Abierta?
– Tengo amigos ahí y muchas coincidencias, otras no. Hay coincidencias formales que no tengo. Esas parrafadas gigantescas sin un subtítulo en el medio… Primero, yo soy un francotirador nocturno, si no pienso solo, no puedo pensar. No quiere decir que no pueda debatir, pero debatir con 200 personas es un poco difícil y me aburro mucho. Por su puesto que están Forster, González, estaba Casullo, que era un tipo genial, pero soy un sedentario que está en su casa, solo puedo trabajar de noche. Trabajo desde las 12 a 8 de la mañana. Así que es muy difícil que pueda ir a una reunión. Tengo otro ritmo biológico.
¿Quizá no quiere perder autonomía? En Carta Abierta es difícil criticar al Gobierno.
– No. Yo no podría perder autonomía en ninguna parte, porque no cedo la autonomía. Si no la perdí con Kirchner, no la voy a perder con Carta Abierta. Carta Abierta ha hecho algunas críticas, ¿no?
Hay mucho silencios en Carta Abierta.
– Bueno, la política es eso. Y del otro lado, ¿qué hay? Los intelectuales están para decir. Carta Abierta no debe tener silencios. Ahora, yo comprendo que el silencio es parte fundamental de la política.
Pero acá hablamos de los intelectuales.
– Vos no podés decir todo en la política. Ahora, en la intelectualidad tenés el deber de decir todo (ver recuadro).
Por ejemplo, no se han pronunciado sobre Boudou. ¿Usted que piensa de Boudou?
– Yo no tengo pruebas. Yo digo: Boudou salí y aclará tu situación rápido, frente a la sociedad, claramente y sin demoras.
¿Tiene que renunciar el Vice?
– No sé… ojo, si se prueba un mango solo, tiene que renunciar. Tienen que declararlo culpable para que eso sea cierto. Con Menem había 80.000 procesamientos y nadie renunciaba. No quiero justificar a Boudou…
Es nada menos que el Vice. ¿No le incomoda adherir a un gobierno que tiene a un vicepresidente procesado por corrupción?
– Yo no adhiero al vicepresidente o al Gobierno. Yo adhiero a Cristina y a nadie más, ¿clarito? Eso no sé si es adherir al Gobierno o si es ser K… Seré CFK en todo caso (risas). Yo opino que Boudou baila muy bien el perreo…
¿Entonces?
– No, no me gusta Boudou. No me gusta lo que le pasa, no me gustan muchas cosas que pasan. Aparte, te digo: yo a Zaffaroni… esto me va a costar por los cretinos que van a hacer uso de esto. Aclaro: yo lo admiro mucho, soy su amigo, pero a mí la cuestión de los departamentos que eran prostíbulos no me cae bien. Y yo lo siento por Raúl, porque he ido a su casa, he ido a una fiesta en su casa donde había personajes que no me gustaron también. La fiesta era hermosa (ver recuadro).
Volvamos a Boudou.
– Creo que Boudou no tiene condiciones para Vice ni las tuvo nunca. Y el kirchnerismo eligió muy mal el vicepresidente. Boudou es muy joven, muy jodón, viene de la Ucedé, le gustan las motocicletas, las minas… No lo entiendo, creo que se lo puso Kirchner también.
A Boudou lo puso Cristina.
– ¿Lo puso ella? ¿Sabés por qué? Para dar una imagen moderna del Gobierno, poner un tipo que no tuvo ninguna ligazón con la JP de los 70. ¿Por qué lo sostiene? No sé, estará esperando que se resuelva algo y cuando se resuelva hará algo, supongo. Pero cuando se acusa así en la Justicia hay que esperar sentencia. Creo que Cristina lo puso para dar una imagen joven del Gobierno, pero se equivocó porque eligió a un joven muy revoltoso.
Hace poco en este diario, José Nun dijo que desearía que Cristina done parte de su fortuna a la gente empobrecida en los últimos años. Y le reprochó que no tenga obras filantrópicas. ¿Qué le parece?
– Cristina respondería con rapidez: Mi obra filantrópica es mi forma de gobernar. Y le demostraría que la pobreza bajó, el desempleo bajó, la política internacional argentina es una política latinoamericana del Mercosur, miles de cosas. Ésa es la manera de hacer ayuda social de Cristina. Evita iba por los pueblos y tiraba billetes. Si Cristina hiciera eso, la matan.
Usted confesó hace tiempo que le incomodaba adherir al Gobierno de dos millonarios que hablan de hambre. ¿Qué le pasa frente a la fortuna de la Presidenta hoy?
– Sí, después seguí hablando cosas positivas de Cristina que no salieron en ningún lado. Cuando me dijeron que Kirchner se había comprado un hotel de dos millones de dólares, eso a mí, no me cae bien. Si alguna vez se comprueba que fue cierto, le diría no estuvo bien, porque esos dos millones los tiene que donar a ayudas benéficas.
Entonces está de acuerdo con Nun…
– Estoy de acuerdo con Nun en muchas cosas. A mí no me gustan los presidentes con fortunas, pero todos los políticos tienen fortunas. Hacer política es hacer fortuna. No me pongas esto de copete. Kirchner decía que no se podía hacer política sin fortuna.
Se cuestiona el aumento exponencial del patrimonio de los Kirchner en el Gobierno.
– Nadie aumenta su fortuna durante la oposición, salvo que haga negocios privados con quienes pueden hacerlo. La política es guita y fe. Hay dos clases de dirigentes: los que militan por la fe en una causa, y los que militan aprovechando la fe en una causa, pero también para juntar mucha plata y cuando salen del Gobierno salir millonarios.
¿Y dónde inscribe a los Kirchner?
– No puedo dudarlo: los Kirchner aman la política y le han hecho bien al país. Si lo han manejado mal en los últimos años… esta década fue una de las mejores que yo viví en este país. Con Alfonsín estuve bien, pero jamás Alfonsín me llamó para un solo diálogo. Era oficialismo y todos oficialistas.
Este Gobierno no llama a los que piensan diferente…
– Sí, pero yo critiqué a este Gobierno. En mi programa Filosofía aquí y ahora, del Canal Encuentro, yo terminé enfrentando a la cámara y dije: Ojo con los corruptos, porque yo no quiero estar aquí dando la cara como un idiota mientras otros se llenan los bolsillos. Y nadie me dijo nada. Se lo dije al Gobierno. Ahora, yo no estoy aquí para demostrarte que critico al Gobierno. Yo no quiero que me identifiquen con nadie. Soy José Pablo Feimann, escribo de 12 a 8 de la mañana, tengo 40 libros y soy eso. Adhiero a Cristina Kirchner, no adhiero a este gobierno porque me tragué tantos sapos con Perón que no me quiero tragar más sapos. Todo lo demás me parece caca.
¿Y con los K no se tragó ningún sapo?
– En política se tragan sapos todos los días. Tragarse a Elisa Carrió es tragarse un elefante, no un sapo. Y Pino se la traga. Ésa es la antipolítica. Si se tragan a esa señora… Y hablo desde la gordura, porque yo soy gordito también, no estoy insultando a nadie. Hay cosas de la política que son muy complejas y hay que mirarlas con lo que hay. Ésa es la función del intelectual, estar afuera y señalar, pero no necesariamente señalar públicamente porque hay que fijarse de qué se puede valer gente muy mezquina, muy cretina y muy mentirosa que puede usar una crítica sana para elaborar una mentira gigantesca.
¿Qué opina de Kicillof?
– Es un muchacho brillante. Está haciendo lo que puede. Qué curioso que detrás de los buitres esté el tea party, los republicanos, los peores jueces de EE.UU. La embajada de EE.UU. trabaja muy activamente aquí con la oposición. Y además hay una política continental de EE.UU, quieren echar a Maduro, a Correa.
¿Es un buen candidato para la sucesión?
– Mirá, no hay buen candidato que suceda a Cristina. No existe, no nació directamente.
Hay varios dentro del peronismo. Scioli…
– ¿Scioli va a reemplazar a Cristina? Scioli hará una administración. Espero que no la reemplace Macri. Y si la reemplaza, que se jodan, porque Macri va a hacer un ajuste tan impresionante que la clase media va a tener que devolver los coches que se compró con Cristina.
Convengamos que esta crisis la estamos atravesando con Cristina en el poder.
– Quizá sea un producto tardío de un gran coletazo internacional. Va a venir Macri y va a arreglar todo (risas). Si este Gobierno está llevando tan mal las cosas, no te preocupes, dentro de poco viene Carrió, Macri, Patricia Bullrich, Barrionuevo, Moyano, Duhalde…
Este Gobierno dice que trabaja para los pobres pero no hace nada con la inflación que afecta, sobre todo, a los pobres.
– No sé si no hace nada, no la puede manejar el Gobierno. A la inflación la provocan las empresas internacionales, el gran poder mediático que fomenta la paranoia. Es posible que yo no adhiera a este Gobierno en su totalidad. Pero igual desearía que ganara las próximas elecciones. Que las gane el más cercano a Cristina. Creo que Cristina fue una de las más grandes presidentas que tuvo este país, de las más cultas. Me parece admirable, de una gran inteligencia. Dijo cosas que no dijo nadie, denunció al FMI, a la banca argentina, a los especuladores, a los que se enriquecieron con la década de Menem. No sé si pudo o no pudo hacer más. Pero a ella adhiero y la quiero. A todos los demás, no sé. Todos los demás son el resto de todo el Gobierno.
fuente: el cronista