Fondos buitre: audiencia clave con Griesa
El juez Thomas Griesa recibe a abogados de Argentina, de los holdouts y representantes de bancos. Podría reponer el “stay” y destrabar el embargo a los fondos que depositó el país para pagar a los acreedores.
En un nuevo capítulo del litigio entre Argentina y los fondos buitre, el juez neoyorquino Thomas Griesa recibirá hoy en una audiencia a los bancos encargados del pago a los bonistas reestructurados, como así también a los letrados de Argentina y a los abogados de los holdouts.
El encuentro se realizará a las 11.30 (hora argentina) en la Corte Distrital de Nueva York, y responde a pedidos de los bancos que operan como agentes de pagos a los bonistas que ingresaron al canje.
Las entidades le reclamaron al juez aclaraciones sobre qué deben hacer con el dinero que Argentina depositó en sus cuentas cuando operó el vencimiento del 30 de junio, pero que el juez ordenó embargar.
En la audiencia participarán el Bank of New York Mellon (BoNY) y el JP Morgan, y además fueron convocados representantes de la Caja de Valores de Bélgica, de Euroclear, de la agencia Cleartream Banking y de bonistas europeos que integran la agrupación Euro Bondholders.
Por decisión de Griesa, las entidades financieras tienen bloqueado el pago a los bonistas que entraron a los canjes de 2005 y 2010 de la deuda defaulteada de la Argentina.
Por otra parte, también se tratará la «moción de reconsideración parcial» introducida por el principal litigante contra la Argentina, el fondo NML Capital, que sostiene que la Argentina «se niega a tratar de llegar a una solución».
En los últimos días, circularon versiones que afirman que Griesa podría reponer, por un tiempo acotado, el amparo (stay) que permite el pago a bonistas regulares y evita el default técnico, al dejar sin efecto momentáneamente el fallo del juez que ordenó abonarle a los holdouts 1.330 millones de dólares.
Si eso sucede, la Argentina no caería en default el 30 de julio, cuando se cumpla un mes de la fecha en que se debía pagar; y podría negociar con los holdouts durante al menos dos meses, ya que para septiembre está previsto el siguiente pago a los bonistas que entraron al canje.
Argentina está dispuesta a negociar
El subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López, afirmó que «el juez metió a todos en este embrollo y ahora tiene que encontrar soluciones, porque la Argentina quiere pagar (a los bonistas reestructurados) y negociar en términos equitativos, justos y razonables”.
Argentina busca evitar que entre en vigencia la cláusula RUFO, que figura en los contratos con los bonistas que entraron al canje, y cuyo vencimiento es el 31 de diciembre de este año.
Esa cláusula establece que la Argentina no puede hacer una mejor oferta que la que le hizo a los que entraron al canje -el 92,4 por ciento de los tenedores de los títulos defaulteados- a los otros acreedores que no ingresaron en esa negociación, que son el 7,6 por ciento.
De ese porcentaje, alrededor del uno por ciento -los fondos buitre- son los que litigaron y le ganaron a la Argentina una indemnización del 100 por ciento del valor nominal de los bonos defaulteados.
Ayer por la mañana, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, advirtió que de activarse la cláusula RUFO «se dispararía un pasivo enorme», que supondría un «acrecentamiento de la deuda externa de entre 120 mil millones a más de 500 mil millones» de dólares.