Francisco alertó que la Iglesia puede convertirse «en un organismo internacional incapaz de dar esperanza»
El papa Francisco alertó que la Iglesia puede convertirse «en un organismo internacional incapaz de apagar la sed de esperanza que tiene el mundo» y pidió «no ser cristianos sin esperanza».
«El Señor está vivo y quiere que lo busquemos entre los vivos. Después de haberlo encontrado, invita a cada uno a llevar el anuncio de Pascua, a suscitar y resucitar la esperanza en los corazones abrumados por la tristeza, en quienes no consiguen encontrar la luz de la vida», aseguró el Pontífice este sábado en la Misa de Vigilia de Pascua que presidió en la Basílica de San Pedro.
«Hay tanta necesidad de ella hoy», enfatizó en la celebración que antecede a la Misa de Pascua que dará mañana desde las 10 de Roma (5 de Argentina).
«Olvidándonos de nosotros mismos, como siervos alegres de la esperanza, estamos llamados a anunciar al Resucitado con la vida y mediante el amor; si no es así, seremos un organismo internacional con un gran número de seguidores y buenas normas pero incapaz de apagar la sed de esperanza que tiene el mundo», advirtió.
«La primera piedra que debemos remover esta noche es ésta: la falta de esperanza que nos encierra en nosotros mismos», expresó.
Francisco deseó «que el Señor nos libre de esta terrible trampa de ser cristianos sin esperanza, que viven como si el Señor no hubiera resucitado y nuestros problemas fueran el centro de la vida».
Mañana al mediodía, tras la Misa de Pascua, el Pontífice dará la bendición Urbi et Orbi («A la ciudad de Roma y al mundo») desde el Balcón de la Basílica de San Pedro, en medio de las medidas especiales de seguridad que rigen en la capital italiana y que incluyen controles de metales y cacheos en los accesos de los alrededores de la Plaza San Pedro.