Francisco, en la bendición Urbi et Orbi: «Abramos nuestros corazones a los pobres, desempleados y marginados»
El Papa Francisco celebró este domingo la misa de Resurrección de Jesús en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, donde dio la bendición Urbi et Orbi con la que pidió abrir «nuestros corazones a las necesidades de los pobres, los desempleados y los marginados».
«Abramos nuestros corazones a las necesidades de los menesterosos, los indefensos, los pobres, los desempleados, los marginados, los que llaman a nuestra puerta en busca de pan, de un refugio o del reconocimiento de su dignidad», solicitó Francisco.
En su mensaje, el Papa también se refirió a la crisis política de Venezuela y pidió a las autoridades del país bolivariano «tomar medidas concretas que permitan sanar las divisiones y dar a la población la ayuda que necesita».
Por otro lado, el Sumo Pontífice hizo mención al conflico en Nicaragua y solicitó «encontrar lo antes posible una solución pacífica y negociada en beneficio de todos».
Francisco también recordó a las víctimas de los atentados contra templos católicos y hoteles en Sri Lanka y expresó su consternación por los ataques que dejaron al menos 185 muertos y 500 heridos.
Por último, el Papa invitó a los líderes del mundo a que Jesucristo «haga de nosotros constructores de puentes, no de muros. Que Él, que nos da su paz, haga cesar el fragor de las armas, tanto en las zonas de guerra como en nuestras ciudades, e impulse a los líderes de las naciones a que trabajen para poner fin a la carrera de armamentos y a la propagación preocupante de las armas, especialmente en los países más avanzados económicamente».