«Tengo alergia a los aduladores. Me viene natural. Porque adular a otro es usar a una persona para un fin, escondido o visible, pero para obtener cualquier cosa para sí mismo. Es indigno», afirmó el Pontífice en una entrevista con Tv2000 con motivo del cierre del Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
«En Buenos Aires en nuestro argot porteño a los aduladores los llamamos ‘chupamedias’, y la figura es propia de quien chupa las medias de otro. Es feo masticar las medias de otro, es un nombre bien hecho», agregó el obispo de Roma.
«A mí, cuando me alaban, incluso por algo que salió bien, rápido me doy cuenta quién alaba alabando a Dios y quien lo hace con un poco de aceite, para hacerse…», criticó Francisco.
Durante la entrevista, Francisco sentenció además que el aborto es «un crimen horrendo».
«He pensado en la costumbre de matar a los niños antes de su nacimiento. Es un crimen horrendo. Los matan porque es mejor así, porque están más cómodos. Es una responsabilidad grande, es un pecado gravísimo», definió al recordar una de las visitas que hizo durante el Año Santo a una madre que había perdido tres hijos.