Godoy Cruz perdió sobre la hora
Después de la goleada sufrida por el torneo local, Godoy Cruz salió a jugarle de otra manera a River. Con mayoría de suplentes, el Tomba se paró mayormente en campo rival siempre bien dispuesto a tocar en corto y buscar vulnerar sobre todo el sector derecho de la defensa millonaria que durante el inicio no hacía pie.
Pasado ese sofocón cuyano que duró poco menos de diez minutos, la visita empezó a volcarse en ataque. Primero de contra, después adelantando al eje del equipo: Matías Kranevitter, que se paró en el círculo central obligando a sus compañeros a ganar metros.
Poco duró la alegría. La imprecisa noche de los medios riverplatenses no ayudó a la idea del nuevo jefe del mediocampo, que poco a poco debió retroceder, permitiendo nuevamente que el local se adelante en el campo.
Recién en el complemento, con el dueño de casa cansado por el esfuerzo en la primera etapa, los de Núñez hicieron pie. Desde Leonardo Pisculichi nacieron, como siempre, las mejores situaciones. El ex Argentinos Juniors junto a la dinámica de Sánchez más la inteligencia de Tomy Martínez fueron las abanderados de la levantada que puso contra las cuerdas a Godoy Cruz.
Sin embargo, pese a los talentosos en cancha, River no fue superior desde la claridad. Inclinó el campo con más voluntad que virtuosismo, y tal vez por eso no logró abrir el marcador con antelación. Recién en la última bocha, con un cabezazo de Germán Pezzella, encontró la ventaja que puede ser vital de cara a la revancha en el Monumental dentro de quince días.