Grecia y la Unión Europea acordaron un tercer rescate financiero
La Unión Europea confirmó que Grecia y sus acreedores internacionales han llegado, tras una maratónica serie de largas negociaciones, a un acuerdo para conceder un tercer rescate financiero al país por un valor de hasta 86.000 millones de euros.
El ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, anunció hoy el acuerdo, aunque reconoció en comentarios que difundió el canal Skai TV que todavía quedan algunos «muy pequeños detalles» que cerrar.
Las partes lograron cerrar el acuerdo tras casi veinte horas de negociaciones a altas horas de la madrugada de hoy. A lo largo del día los gobiernos de la Unión Europea se comunicarán para «estudiar la situación», indicó la portavoz de la Comisión Europea (CE) en Bruselas, sin aclarar detalles sobre el contenido del acuerdo, informó el portal financiero Bloomberg.
En las próximas horas el proyecto de ley entrará al Parlamento heleno, para ser sometido a votación el jueves de modo que el Eurogrupo (los ministros de Finanzas de la zona del euro) pueda aprobarlo oficialmente el viernes.
Anoche, y ante presiones de último momento de diversos portavoces del gobierno alemán en Berlín, que instaban a demorar el rescate para después de la firma de un crédito puente, el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, hizo una ronda urgente de diplomacia telefónica para lograr la aprobación del acuerdo.
Tsipras se comunicó con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Francois Hollande, y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, para dar un empuje final a las negociaciones para un tercer rescate.
En estas llamadas, el primer ministro heleno hizo hincapié en la necesidad de concluir las negociaciones sin obstáculos y en el espíritu de lo acordado en la cumbre de la eurozona el pasado 12 de julio, y aseguró que la parte griega ponía todo de su parte, según informaron hoy fuentes gubernamentales griegas citadas por EFE.
El crédito puente, similar al que obtuvo Grecia en julio, hubiera servido solo para hacer frente algunos pagos inmediatos, como la devolución de 3.400 millones de euros al Banco Central Europeo que vencen el próximo día 20.
Fuentes gubernamentales creen que la intervención de Tsipras fue decisiva, pues en las conversaciones telefónicas todos manifestaron su voluntad de llegar a un acuerdo, lo que permitió cerrarlo esta mañana.
En la recta final de la negociación se abordaron asuntos sensibles como los objetivos presupuestarios de Grecia.
Atenas y sus acreedores acordaron que Grecia no podrá tomar medidas adicionales que compensen el desvío en los objetivos de superávit primario que se prevén debido al fuerte retroceso económico registrado después de que Bruselas cortó la financiación a la banca griega en los últimos meses.
A cambio las instituciones -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE), FMI y Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que en Grecia fueron apodadas de inmediato la «cuadriga»- concedieron que en 2015 el superávit primario fuera de un 0,5% (y no el 1%) del Producto Interno Bruto (PIB).
Para 2016 se ha previsto un superávit primario del 0,5 %; para 2017, del 1,75 %, y finalmente para 2018, del 3,5 %, el objetivo que se había fijado inicialmente.
Grecia espera obtener en un primer desembolso 24.000 millones de euros, de los que prácticamente nada podrá utilizarse en favor de la población.
Del primer pago, 10.000 millones se destinarán a recapitalizar la banca, 7.200 millones a devolver el crédito puente obtenido de los socios de la eurozona en julio y otros 5.000 millones al pago de vencimientos al FMI y al BCE, en agosto y septiembre.
El proyecto de ley que entrará al Parlamento incluirá tanto el programa de rescate como un primer paquete de requisitos previos necesarios para obtener el primer desembolso antes del 20 de agosto, cuando vencen pagos al Banco Central Europeo por valor de 3.400 millones de euros.
La recta final de las negociaciones se inició después de que, ayer, los ministros de Finanzas, Euclides Tsakalotos, y de Economía, Yorgos Stathakis, retomaran conversaciones con los jefes de misión de las cuatro instituciones acreedoras en una reunión de doce horas que culminó pasadas las tres de la madrugada local.
El objetivo final es que el proceso de ratificación y el primer desembolso se produzca antes del 20 de agosto, fecha en que Grecia debe devolver al BCE 3.400 millones de euros.
En caso de que no se pueda cerrar un acuerdo tan rápido -Alemania seguía insistiendo ayer en que era mejor hacer las cosas a conciencia y sin prisas, lo que motivó la ronda de llamadas de Tsipras- la alternativa hubiera sido solicitar un nuevo crédito puente similar al obtenido en julio.
Este crédito también iría adherido a otra serie de requisitos previos, tal como en el mes pasado, cuando el Parlamento aprobó dos paquetes de reformas a cambio del citado desembolso.
A cambio del rescate, Grecia se comprometió a dar aprobación parlamentaria a un paquete de 35 medidas antes del viernes.
Entre las medidas están limitaciones a la jubilación temprana, la apertura de los mercados energético y farmacéutico, y cambios en el régimen impositivo de las navieras, difundió el conservador y pro-ajuste Ekathimerini, que afirmó haber tenido acceso a una copia del borrador.