Grecia y Unión Europea dan señales de flexibilidad
El gobierno griego aseguró que no hay un cambio de rumbo en sus políticas e insistió en la necesidad de una quita de la deuda, mientras que la UE dijo estar lista para adaptar sus políticas económicas aunque rechazó un cambio completo.
«Evidentemente tenemos que tener en cuenta la expresión democrática del pueblo griego (…) pero también hay que tomar en cuenta las convicciones y las formas de hacer de los demás», declaró el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, en la semana interparlamentaria en la Eurocámara.
«No vamos a cambiarlo todo en Europa por un resultado electoral que gusta a unos y no gusta nada a otros», agregó.
Juncker, quien mañana se reunirá con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, señaló que no quiere anticiparse a los resultados del encuentro aunque reconoció que «hay muchos temas que discutir» con el líder del partido de izquierda Syriza.
En tanto, el vocero del gobierno griego, Gavriil Sakelaridis, reafirmó la intención del Ejecutivo de negociar una quita de la deuda y señaló que existen muchas fórmulas «técnicas» para aplicar esa reducción.
Las declaraciones de Sakalaridis se dan luego de que el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, señalara ayer en Londres que había expuesto a los inversores que el gobierno griego no va a pedir una quita de la deuda del país, sino que va a proponer una fórmula para reducirla, a través de dos tipos de nuevos bonos.
El primer tipo sería un bono indexado al crecimiento económico nominal, que reemplazaría a los préstamos de rescate europeos; y el segundo tipo sería un denominado «bono perpetuo», que reemplazaría a los bonos griegos en manos del Banco Central Europeo (BCE).
«No estamos dando tumbos. Quizás estén enfadados ustedes porque precisamente no estamos dando tumbos», afirmó hoy Sakaleridis en alusión a que algunos medios han interpretado las declaraciones de Varufakis como un cambio de rumbo.
La deuda pública griega -que asciende a 351 millones de euros- es insostenible y por tanto requiere una quita, sentenció Sakelaridis.
El vocero precisó que la cancelación de la deuda se puede hacer de muchas maneras técnicas y uno de ellas fue la descrita ayer por Varufakis en una reunión con inversores británicos.
«Existen también otras maneras», agregó para destacar que lo que le interesa al gobierno en este momento es que «la deuda se convierta en sostenible, que la sociedad griega tenga un respiro y que se pueda fortalecer el crecimiento real de la economía».
El propio Varufakis había señalado que «si es necesario utilizar eufemismos y herramientas de ingeniería financiera para sacar a la Grecia de la colonia de esclavos de la deuda se hará».
La idea básica es lograr una moratoria del pago de la deuda para todos los países, con intereses nulos y un plazo de devolución que se prolongaría durante unas cuatro décadas, hasta que el ratio de la deuda respectiva haya bajado al 20% del PIB.
Según el jefe económico del partido, Yanis Milios, esto solo costaría 1.300 millones de euros, pues el BCE no canjearía la deuda, sino solo los intereses.
«Antes de meterle la mano en el bolsillo a los alemanes los griegos debían pensar en sus propios millonarios», dijo el diputado alemán miembro de la Unión Cristianodemócrata Kurt-Georg Wellmann en declaraciones al diario Bild.
Michael Fuchs, experto en finanzas del grupo parlamentario liderado por la canciller Angela Merkel, apuntó directamente a los armadores griegos, cuyas ganancias están libres de impuestos.
«Ya es hora de que Grecia le cobre impuestos a sus armadores», recalcó Fuchs.
Por su parte, Merkel consideró que hay que esperar a que el nuevo gobierno griego defina sus posiciones antes de buscar soluciones en torno al futuro manejo de la crisis.
«El nuevo gobierno griego todavía está buscando definir su posición y eso es perfectamente normal si se tiene en cuenta los pocos días que lleva en el cargo», dijo Merkel en rueda de prensa tras mantener una reunión con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong.
«Luego habrá que entablar conversaciones para buscar acuerdos sobre el futuro manejo de la crisis, ya habrá tiempo para ello», agregó Merkel, citada por la agencia de noticias EFE.
El gobierno alemán ha rechazado en diversas ocasiones tanto la posibilidad de una quita de la deuda griega como un desmantelamiento de la troika, formada por la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE), que supervisa los avances del programa de reformas griego.