Hoy se define el desafuero de De Vido
La cámara de Diputados debatirá hoy, en una sesión especial que comenzará desde las 11.30, los pedidos para desaforar al diputado del Frente para la Victoria (FpV) y exministro de Planificación Federal de la era K, Julio De Vido, tras los dictámenes que logró ayer la comisión de Asuntos Constitucionales que comanda Pablo Tonelli (PRO).
El aterrizaje de esta cuestión al recinto es el paso previo para la detención de uno de los máximos cajeros del nestorismo y cristinismo, en el marco de las solicitudes de desafuero que activaron los jueces federales Luis Rodríguez y Claudio Bonadio por presunta malversación de fondos en obras que debían realizarse en la mina de Río Turbio, y por supuestos sobreprecios en la compra de gas licuado entre 2008 y 2015, respectivamente.
La reunión de la comisión sirvió para confirmar actitudes y sospechas. Por un lado, la izquierda dejó en claro que esta vez no se abstendrá y se sumará a los pedidos de desafuero ya que provienen de la Justicia y no de la voluntad de un grupo de diputados; el PJ se reunió en la previa y decidió votar en conjunto -según aseveró Pablo Kosiner- para evitar la mezcolanza del 26 de julio pasado, cuando De Vido no pudo ser expulsado por «inhabilidad moral»; y el massismo y el GEN repetirán actitud de acompañar al oficialismo.
En tanto, el Movimiento Evita quedó en la mira por una zigzagueante postura: ayer no apareció Remo Carlotto, integrante de la comisión, pero en representación del espacio estuvo Araceli Ferreyra, quien advirtió que los pedidos de desafuero eran diferentes ya que uno no estaba firme, y además criticó el poco tiempo para leer los expediente en cuestión.
Durante la discusión de ayer, la massista Graciela Camaño blindó desde lo jurídico la decisión de avanzar con el desafuero para que la cámara no se convierta en «un cuerpo protector». La legisladora massista además agregó: «Hay dos motivos para cometer el delito de traición a la patria: uno es alzarse en armas en contra de la Nación y la Constitución, y el otro es la corrupción. Bajo ningún punto de vista podemos ser el impedimento para que mínimamente se investigue, si en el momento en que era funcionario público, el actual diputado De Vido cometió actos de corrupción».
«Lo que mañana definimos es si las investigaciones por corrupción terminan con éxito», disparó Silvia Lospennato (PRO), quien se envalentonó a tratar todos los pedidos de desafueros de la integración actual y «de quienes ingresen en diciembre». Un dato que recordaron algunos diputados: De Vido cuenta en su haber con un puñado de procesamientos, más de 20 imputaciones y 90 denuncias. En ese sendero de multi-investigados aparecen legisladores electos el domingo pasado.
Desde el camporismo escucharon en silencio Rodolfo Tailhade y Analía Rach Quiroga, los únicos dos que no firmaron el despacho de mayoría, que obtuvo las adhesiones de los otros 23 presentes en la reunión de ayer. Otros ultra K de este cuerpo ni siquiera aparecieron, como el caso de Diana Conti y Marcos Cleri, quienes prefirieron asistir a la bicameral de Trámite Legislativo (ver aparte).
La defensa de Julio De Vido buscó por la tarde un último recurso: su abogado Maximiliano Rusconi envió una carta a Diputados para explicar la «arbitrariedad» de los pedidos judiciales y manifestó: «Es evidente que con esperar 15 días aproximadamente para que el propio sistema de justicia convalide o corrija las decisiones aquí comentadas se evitaría un daño descomunal a las instituciones republicanas». El bloque del FpV, en un clima de tensión, tuvo que posponer la reunión de ayer y la continuará hoy, antes de la sesión.
El 26 de julio pasado, y bajo la intención de eyectar a De Vido por «indignidad moral», 138 diputados votaron a favor de la exclusión del exministro; 95 rechazaron y tres se abstuvieron. Con un recinto completo en aquella ocasión (257 legisladores) Cambiemos también hubiese perdido, ya que con 86 votos el FpV desactivaba cualquier intención de llegar a dos tercios. De allí la importancia de que aliados K hayan manifestado el cambio de voto para la sesión -misioneros, mientras continúan dudas en santiagueños-y que, durante la mañana de hoy, se quiebre el bloque del FpV. El oficialismo necesita dos tercios de los presentes.