Indemnizan a herederos de Molina Campos
Repsol vació a YPF. Pero las consecuencias de la privatización, primero, y de la administración española, después, no estuvieron enmarcadas solamente en lo relacionado con la actividad petrolera. Ayer, la Cámara Civil condenó a la petrolera YPF a indemnizar a los herederos del artista plástico Florencio Molina Campos por haber utilizado parte de su obra con fines publicitarios en una exposición en 2005, cuando la firma estaba en manos españolas. La Sala E de la Cámara, con las firmas de los jueces Mario Calatayud, Juan Carlos Dupuis y Fernando Racimo, hizo lugar a la demanda promovida por Hortensia «Pelusa» Molina y Gonzalo Giménez Molina (hija y nieto de Molina Campos) contra YPF por los «daños y perjuicios sufridos por la exhibición de algunas esculturas y una calesita en la muestra Expochacra 2005 que se realizó en Theobald, provincia de Santa Fe». Según el fallo, «se encuentra acreditado en la causa que la empresa demandada presentó un stand en Expochacra en la ciudad de Theobald en el lapso señalado donde se exhibieron obras pictóricas originales de Florencio Molina Campos.» Además, fue colocada «una marquesina con el nombre de este artista, unas esculturas en diversas partes del local y una calesita también con otras esculturas y gigantografías de sus obras», agrega la sentencia.
En diálogo con Tiempo Argentino, Gonzalo Giménez Molina se mostró «contento» con el fallo aunque lo consideró «tardío, porque ya pasaron nueve años». Y además, contó que su madre, falleció en marzo pasado y no pudo ver cómo finalizó la causa. En relación a la exposición de 2005, el nieto de Molina Campos aseguró: «Tanto Repsol-YPF como Ignacio Gutiérrez Zaldívar, tenían pleno conocimiento de que éramos los titulares de los derechos de autor. Y pese a eso no nos pidieron permiso e hicieron una puesta en escena para promocionar lubricantes para el agro, que no tenían nada que ver con la obra de mi abuelo.» Para Giménez Molina no hubo reparos en los organizadores porque «el tema era conseguir la atención del público». Según agregó, «tomaron a mi abuelo porque fue el artista más popular que dio la Argentina y porque la gente se acerca y reconoce a Molina Campos», aunque no se sorprendió de ese accionar al considerar que «es algo propio de muchas empresas grandes, que avasallan los derechos de los más chicos, de la gente».
YPF fue condenada «por el daño material» a pagar a los herederos de Molina Campos la suma de 60 mil pesos, y por «daño moral», 30 mil pesos, más intereses. «No me preocupa la cantidad, sí me alegra que haya resultado favorable, porque demuestra que no es gratuito llevarse por delante los derechos de nadie, ni los de los seres humanos ni los de los artistas.» Y aunque no es lo más importante, Giménez Molina ya imagina dónde depositará ese dinero: «Va a ayudar a motorizar una muestra itinerante gratuita para que las imágenes de Molina Campos lleguen a todo el país, con fines solidarios.»