Independiente sufrió para ganarle a Newell’s
Dos goles de Lucas Albertengo en el primer tiempo y otro del arquero Diego Rodríguez, de tiro penal, en el segundo, decretaron el éxito del «Rojo». Newell’s había empatado también desde los 12 pasos por Maximiliano Rodríguez y un tanto de Víctor Figueroa en el inicio de la parte final.
Independiente hizo casi todo fácil en el primer tiempo: presionó a Newell’s en la salida del mediocampo, le robó la pelota y la jugó con sus jugadores más hábiles, como Matías Pisano y Federico Mancuello, quienes habilitaron dos veces a Lucas Albertengo, un goleador fantástico que hizo dos y se perdió por poquito el tercero.
El equipo de Jorge Almirón avisó a los 5 minutos con un notable contraataque de una de sus figuras, el zurdo Mancuello, quien eludió a dos defensores en diagonal desde el medio hacia la derecha y remató apenas alto, con su pie menos hábil.
Newell’s, que se adueñó de la pelota desde los 5 minutos pero sufrió horrores en cada ataque y réplica visitantes, respondió a los 6’ con un cabezazo de Cáceres en un córner desde la izquierda, que rebotó en un defensor y le cayó a Leandro Fernández, quien volvió a cabecear pero el “Ruso” Rodríguez salvó su arco en dos tiempos.
Apenas habían jugado diez minutos cuando el ‘petiso’ Pisano amagó dos veces, desparramó a Casco y metió un centro de derecha bárbaro para Albertengo, quien retrocedió para alejarse del marcador y ajustició a Oscar Ustari con una volea de derecha que entró abajo, junto al primer palo.
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Hasta que a los 32’ el zurdo Pisano se la robó a Bernardello en el medio, Mancuello le metió un pase exquisito de primera a Albertengo y el goleador la cruzó de derecha para clavarla abajo, junto al segundo palo del «pobre» Ustari, como para acercar el resultado a la justicia.
Newell’s, que padeció amnesia futbolística en el primer tiempo, respondió con una buena habilitación de Figueroa a Ignacio Scocco por la derecha, quien reventó el travesaño con su volea de derecha, en la llegada más clara de su equipo en esa olvidable primera etapa.
Cómo habrá sido el desconcierto ‘rojinegro’ de esa etapa, que a los 34’ Casco le «metió un centro» a Albertengo y el goleador remató de derecha junto al segundo palo, en el que hubiera sido el tercer tanto.
Newell’s reaccionó en el primer cuarto de hora del complemento, al extremo que en apenas cinco minutos llegó al impensado empate: Nicolás Tagliafico le cometió un inocente penal a Mauricio Tevez a los 7’, que Maximiliano Rodríguez cambió por gol, y con un gran contrataque del propio Rodríguez, que habilitó a Tevez por la derecha y su centro fue empujado por Víctor Figueroa, solo por el segundo palo, en una jugada que pintó de cuerpo entero a Independiente.
Es nque el «rojo» es un equipo temible cuando la pelota pasa por los pies de los zurdos Pisano y Mancuello y, sobre todo, cuando le llega al goleador Albertengo, pero otro cuando se defiende, al punto que le hicieron el segundo gol de contrataaque por un cóner mal tirado cuando iba ganando. Tan increíble como real.
Independiente volvió a llegar a los 22’ con un notable pase de Matías Pisano a Mancuello, quien entró solo por el medio del área y cabeceó de emboquillada, pero fue peligrosamente golpeado por el arquero Ustari, quien le cometió penal y fue amonestado por Fernando Rapallini, quien debió haberlo expulsado por jugada de último recurso, más allá de que no era el último hombre porque Leandro Fernández salvó el gol que finalmente convirtió el “Ruso” Rodríguez con un magistral zurdazo al ángulo superior izquierdo. Además, Mancuello se fue lesionado.
Independiente pudo haberlo liquidado a los 35’, cuando Pisano volvió a dejarlo solo a Albertengo por la izquierda, quien esta vez la tiró afuera.
Newell’s se quedó con diez a los 36’ por la justa expulsión del experimentado Hernán Bernardello, quien le entró muy mal a Emiliano Papa, en un acierto de Rapallini que no hizo lo mismo cuando el ingresado Alexis Castro bajó a Pisano, a los 45’.
Independiente volvió a errar el cuarto en el extenso descuento tras un derechazo del debutante Gabriel Graciani salvado al córner por Ustari, con José Valencia y Papa solos, y sobre todo con un cabezazo desviado del colombiano que cabeceó un córner como «Pancho por su casa».