La buscan intensamente
«Es tremenda la angustia que tenemos todos, porque parece que se la tragó la tierra», afirmó Micaela, hija de la mujer que a días de convertirse en abuela desapareció sin dejar rastros. Críticas al accionar judicial.
Nadie sabe dónde está Raquel Irene Bergamaschi. El viernes 5 de septiembre estuvo durante algunas horas con su hija y nieta recién nacida en una clínica del barrio de Recoleta. Al día siguiente, salió desde su cada en Gregorio de Laferrere rumbo a Merlo, donde se cree estuvo hasta el lunes 8 junto a su novio, que asegura haberla acompañado hasta la estación ferroviaria por la mañana. Su rastro es un misterio y sólo la buscan con desesperación sus familiares.
En diálogo con Diario Popular, Micaela, hija de la mujer, explicó que «es tremenda la angustia que tenemos todos, porque parece que se la tragó la tierra, y no saber absolutamente nada de ella es horrendo, mientras la justicia se comporta de manera espantosa, porque lo único que nos dicen cada vez que vamos es que están trabajando, investigando, pero mi mamá no aparece».
La historia de la angustiante desaparición comenzó el citado viernes 5 de septiembre. Ese día la mujer permaneció junto a su otra hija, Melina, que días antes había dado a luz. «Mi mamá vive sola en Laferrere, porque nosotras nos independizamos. Está separada de mi papá, y tiene una relación sentimental con un hombre que vive en Merlo, con el que se encontraban generalmente los fines de semana. Por lo que comentaba, pensaban irse a vivir juntos», relató Micaela.
«La última vez que hablé con ella fue el sábado 6 de septiembre. Me contó que se estaba por bañar y se iba a la casa de su novio, que vive en Merlo. También me dijo que el lunes 8 iba a regresar a la clínica de Recoleta. Ya no volví a hablar con ella. Lo que sabemos es que su novio la acompañó hasta la estación de tren ese lunes, bien temprano. La casa de él está a pocas cuadras, y fueron caminando. La dejó en la puerta de la estación, dijo el novio. No sabe si llegó a tomar el tren», precisó la hija.
En torno a la dramática situación, entre los pocos datos que aparecieron se suma que Miguel Angel, el novio de Raquel, contó que ese lunes, cuando aún estaban en la vivienda, ella recibió un llamado al teléfono celular. «Mi mamá le dijo que la habían llamado de Laferrere, que tenía que ir para ahí. Dijo que después del llamado, mi mamá automáticamente terminó de prepararse para salir. No le dijo quién había llamado o para qué. El la acompañó caminando hasta la estación», expresó Micaela.
«Venimos pidiendo que ese llamado lo tienen que rastrear, saber quién la llamó y para qué. Ni siquiera sabemos si usó la tarjeta Sube. En un momento pensamos que con las cámaras de seguridad de la estación ferroviaria íbamos a tener información clave, porque se tenía que ver a mi mamá llegando y entrando, pero no se pidieron las filmaciones. Ahora nos dijeron que esa grabaciones quedan nada más que 20 días y se borran», manifestó la hija.
La denuncia por la desaparición se demoró algunos días. «Fue una cadena de interpretaciones erróneas. Creímos que se quedaba un poco más en Merlo, que no tenía teléfono. Pero cuando ya habían pasado algunos días empezamos a averiguar. Ahí nos dice Miguel Angel que el lunes había salido. No entendíamos nada. La investigación no avanza, parece que no saben para dónde ir. Hasta me llamó un policía para preguntarme a mí si habíamos averiguado algo de mamá. Un espanto», dijo la joven.
La causa caratulada como «averiguación de paradero» se instruye en la Fiscalía 15 y el Juzgado 46 de la Ciudad de Buenos Aires.