La culebrilla se previene con vacunas

Conocida popularmente como «culebrilla», el herpes zóster es una dolorosa erupción cutánea para cuyo tratamiento aún muchos recurren a la tinta china que aplica el curandero/a del barrio, pero que en la actualidad puede ser prevenida mediante una vacuna que ya se encuentra en la Argentina. Es que la culebrilla, lejos de ser resultado de la contaminación de una prenda de vestir por el paso de una víbora como afirma la creencia popular, es causada por el virus de la varicela, que permanece dormido dentro del organismo hasta que una reducción de las defensas le permiten reactivarse.

«Contar con esta vacuna es muy importante, ya que no hay dolor tan tremendo como el que produce el herpes zóster», señaló el doctor Daniel Stamboulian, médico infectólogo que preside la organización Fighting Infectious Diseases in Emerging Countries (Fidec). Su colega, la doctora Hebe Vázquez, de la Fundación Centro de Estudios Infectológicos (Funcei), agregó: «Esta vacuna es la primera vacuna contra el dolor. Hasta su aparición no había medidas de prevención del herpes zoster».

La culebrilla o herpes zóster es una enfermedad infecciosa muy frecuente, que se manifiesta a través de una dolorosa erupción cutánea que afecta típicamente a una mitad del cuerpo o de la cara. Según estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, según sus siglás en inglés), de los Estados Unidos, una de cada tres personas la padecerá en algún momento de su vida; en ese país se reportan un millón de casos al año. En la Argentina, dijo Stamboulian, «se estima que se producen entre 50.000 y 100.000 casos al año».

La vacuna, disponible en los Estados Unidos desde 2006 (allí se han aplicado ya unos 20 millones de dosis), fue aprobada recientemente por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para ser usada en mayores de 50 años de edad, y la experiencia en su uso fue presentada en el marco del XXII Congreso Nacional de Medicina, que se realiza esta semana en la Universidad Católica Argentina.

«Un estudio realizado en más de 38.000 personas mayores de 60 años de edad halló que la vacuna reduce en un 61,1% el riesgo de desarrollar herpes zóster, pero que también reduce en un 66,5% el riesgo de padecer una de sus complicaciones más serias: la llamada neuralgia postherpética», dijo el doctor Pablo Bonvehí, jefe de infectología del Cemic. «La neuralgía postherpética es un dolor crónico que afecta a una de cada cuatro personas con herpes zóster, que dura por lo menos 3 meses aunque en algunos casos se extiende de por vida», completó Vázquez

La vacuna contra el herpes zóster aprobada por la Anmat no se encuentra en el calendario oficial de vacunación del Ministerio de Salud. Su costo es de 1735 pesos y, según informó el laboratorio MSD que produce la vacuna, unas 173 obras sociales y empresas de medicina prepaga cubrirán un 40% de su aplicación. En el caso de los afiliados a PAMI, la vacuna no es cubierta por el momento, pero se la puede solicitar por vía de excepción (Formulario 337) que, de ser aprobado, garantiza el acceso con un 100% de cobertura.

ADIÓS A LA TINTA CHINA

Leyendas y creencias populares a un lado, el herpes zóster es causado por el virus varicella zoster, el mismo que ocasiona la varicela. Una vez que la varicela remite, explicó Vázquez, «el virus permanece latente en las células de los ganglios de la raíz dorsal. Y generalmente se reactiva cuando las defensas de la personas bajan. Como con la edad, las defensas de las personas tienden a disminuir, aumenta el riesgo de desarrollar herpes zóster».

En otras palabras, toda persona que haya sufrido varicela puede padecer herpes zóster, enfermedad cuyo riesgo se incrementa en forma directamente proporcional con la edad. «Un estudio que hicimos en la Argentina sobre personas de entre 15 y 49 años de edad halló que más del 95% presentaba anticuerpos que mostraban que habían tenido contacto con el virus varicella zoster», comentó por su parte Stamboulian.

Si bien hasta ahora no se contaba con herramientas para la prevención de la culebrilla, sí existían (y existen) medicamentos antivirales que una vez que se desata la enfermedad permiten acortar su duración y reducir el riesgo de desarrollar complicaciones como la neuralgia postherpetica. «El problema es que en el 50% de los casos el tratamiento es subóptimo, entre otras como cosas porque el tratamiento es efectivo dentro de las primeras 48 a 72 horas de la aparición de los síntomas, y como mucha gente acude primero a la medicina alternativa luego llega tarde al tratamiento», adviertió Vázquez.

Y la tinta china, ¿sirve para algo? «Cuando la gente va al curandero y el curandero le pone tinta china, los síntomas suelen desaparecer a la semana -señala Stamboulian-. Pero lo mismo ocurriría si no le pusieran tinta china. Pero hay que consultar rápido al médico para implementar un tratamiento, porque más allá de la erupción el problema está en la inflamación de los nervios que están debajo de la piel». Esa inflamación, no tratada, predispone a padecer la cronificación de la enfermedad a través de la neuralgia postherpética.