La desaparición de un trabajador tiene en jaque a la policía de Río Negro
Daniel Solano desapareció en Choele Choel en noviembre de 2011. Los siete efectivos presos podrían ser liberados si pagan una fianza de 400 mil pesos. Se cree que a Solano lo mataron por denunciar las pésimas condiciones laborales en una multinacional. La querella apura la elevación a juicio.
El juicio por la desaparición forzada de Daniel Solano, el muchacho de 26 años que fue visto por última vez hace casi cuatro años en Choele Choel, podría comenzar en un par de meses con los principales sospechosos en libertad. Por ahora, depende de que puedan o no pagar una abultada fianza. Se trata de siete policías de los 13 que están procesados en la causa. Hoy, la querella presentará ante la Cámara del Crimen de Río Negro un recurso de queja para que se revea la orden del juez Julio Martínez Vivot de liberar a los agentes.
La medida de Vivot fue tomada a finales de julio, a tres años de que se produjeran las detenciones y no le cayó bien a nadie. Ni al abogado querellante, Sergio Heredia, ni a la defensa de los sospechosos que consideraron muy elevado el monto de 400 mil pesos de caución. De hecho, ninguno de ellos aún pudo pagar por su libertad.
“Hemos apelado a los fines de que se revoque la sentencia de libertad. Estamos hablando de delitos de máxima gravedad como desaparición forzada de personas. Si el juicio no comenzó no fue por nuestra culpa”, explicó Heredia a Tiempo. “También estamos a la espera de la resolución de nuestro requerimiento de elevación a juicio donde solicitamos la inmediata detención de otras 20 personas, entre las que se encuentran los autores intelectuales”, agregó.
Para la querella “el móvil del crimen fue la estafa laboral a la que era sometido tanto el joven Solano como el resto de los trabajadores golondrinas que estaban con él”. Según se pudo reconstruir, unos días antes de ser secuestrado, el muchacho se había quejado de las condiciones laborales y estaba organizando a sus compañeros para reclamar mejoras.
“Al principio nos decían que estábamos equivocados pero logramos comprobar que el hacinamiento laboral tiene directa relación con su desaparición. La multinacional Expofrut y la empresa local tercerizada a través de la cual pagaban los sueldos, Agrocosecha, tendrán que dar cuentas ante la justicia”, añadió Heredia.
Por estas razones, la principal causa fue desdoblada en otras dos: “Por un lado, se sigue investigando la defraudación millonaria a los empleados; por el otro, el encubrimiento policial, judicial y empresarial”, sostuvo el abogado, quien pretende que en el debate oral por el crimen de Solano se sustancien todas estas instancias, por lo que pidió también la detención de la jueza Marisa Bosco, que renunció a su cargo a raíz de irregularidades en el caso, y del fiscal Gustavo Flores.
Daniel Solano pertenecía a la comunidad guaraní de Cherenta, en Tartagal, Salta, y había viajado a mediados de 2011 a Lamarque, provincia de Río Negro, para trabajar en la cosecha de manzanas. Tras recibir su primer sueldo, fue a bailar junto a sus compañeros a la disco Macuba, en Choele Choel, donde en la madrugada del 5 de noviembre un grupo de policías lo sacó del lugar y nunca se volvió a saber de él.
La versión de la empresa que lo había contratado y la de la policía fue que se había ido a viajar por el país. La justicia convalidó esa idea hasta que el abogado Heredia, también de Salta, se instaló en Choele Choel para investigar el caso. En la actualidad, el letrado vive en la parroquia local con custodia de gendarmería.
Pericia en duda
Uno de los testigos aportados por la querella da cuenta de que Solano fue asesinado a tiros y que su cuerpo fue arrojado en un pozo de agua en un campo. Ese agujero tenía 80 metros de profundidad pero los asesinos le habrían tirado basura encima. Por ahora, el juez se negó a realizar pericias. Hoy llega a Choele Choel un perito geólogo, Walter Ovejero, propuesto por Heredia que contará de qué manera se puede buscar los restos en el lugar. «
Paso a paso
Viaje El 8 de octubre de 2011, Daniel Solano viajó desde Tartagal, Salta, junto con otros 15 jóvenes hacia Lamarque, en Río Negro, para trabajar en la cosecha de la manzana.
Secuestro El 4 de noviembre fue a la disco Macuba, en Choele Choel con algunos compañeros de trabajo. En la madrugada, tres policías ingresaron al lugar y lo secuestraron.
Mentira Al principio, la empresa, la policía y la justicia sostuvieron la hipótesis de que el joven se había ido a viajar por el país, a pesar de que en la precaria gamela donde vivía habían quedado sus documentos y pertenencias.
Expediente La causa tiene más de 40 cuerpos, 400 testigos y siete policías presos y otros seis procesados.