La escalada de violencia en Medio Oriente preocupa a la ONU
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, viajó hoy a Israel de forma inesperada para abordar con las autoridades la ola de violencia entre palestinos e israelíes, informa «Times of Israel».
Ban se reunirá hoy con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con el presidente palestino, Mahmud Abbas, para tratar de calmar la situación.
El secretario general de la ONU se dirigió en un videomensaje a ambas partes y les pidió evitar una «escalada peligrosa». «Permítanme ser claro: la violencia sólo debilitará la aspiración palestina a un Estado propio, así como el reclamo israelí de seguridad».
Desde principios de mes ha habido numerosos ataques de palestinos contra israelíes con cuchillos y en algún caso con armas. Hoy mismo se produjo otro incidente. Un palestino hirió de forma leve a un oficial israelí con un cuchillo en enfrentamientos en el sur de Cisjordania y fue abatido por las fuerzas israelíes, informa la radio israelí.
En la serie de ataques han muerto ocho israelíes, un inmigrante etíope y 45 palestinos. Más de la mitad de éstos eran agresores abatidos por la policía tras una agresión. El resto murió en disturbios con el Ejército israelí.
Por otra parte, el Ejército detuvo hoy al máximo líder de la organización radical Hamas en Cisjordania, Hassan Yussef. El dirigente fue capturado por soldados durante la noche en su casa en Ramalá, informaron los militares. Yussef llamó públicamente a atacar a israelíes y por eso fue arrestado, se indicó. El líder palestino, nacido en 1955, ha pasado muchos años en cárceles israelíes en las últimas décadas.
Además, el Ejército destruyó durante la noche la casa de un palestino que mató hace casi un año a una israelí de 25 años en un atropello intencionado con un vehículo. En medio de la ola de violencia, el gobierno israelí decidió acelerar este tipo de castigos. Grupos de derechos humanos condenan estas medidas, que dejan sin techo a la familia de los agresores, y las consideran crímenes de guerra.
El detonante de los nuevos enfrentamientos fue un conflicto por el acceso y uso al Monte del Tempo (Explanada de las Mezquitas para los palestinos) en la Ciudad Vieja de Jerusalén, que Israel ocupó en 1967 y luego se anexionó.