La gira de Fernández por Rusia y China reafirma la visión «multilateralista» del Gobierno
Mientras cursa su última escala en Barbados, desde el Gobierno destacan el viaje presidencial que sirvió como plataforma en la firma de acuerdos comerciales y en la confianza por el apoyo recibido tras el reciente entendimiento con el FMI.
El presidente Alberto Fernández concluye su gira internacional con una visita a Barbados luego de su paso por Rusia y China, donde firmó acuerdos sustanciales destinados a fomentar la confianza mutua y reforzar los intercambios comerciales, que incluyen el compromiso de inversiones millonarias e intercambio en materia de infraestructura, tecnología y conocimientos, en una línea que reafirma la «visión multilateralista» de la política exterior del Gobierno.
Desde distintos sectores y participantes del primer viaje de Fernández al exterior en este año se destacó la «importancia» de la gira por sus resultados.
Para el canciller Santiago Cafiero, el viaje responde a «una política exterior realista», que «defiende los intereses de los argentinos» y apunta a «avanzar en la estabilización macroeconómica, y mejorar la capacidad exportadora» mientras que Eduardo Valdés, presidente la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados», consideró que «no hay ideología» sino «decisión de estos grandes países del mundo de compartir este tiempo con la Argentina».
En Rusia, la primera escala del periplo presidencial, país con el cual la Argentina mantuvo un intercambio comercial de 1.331 millones de dólares el año pasado, superior en un 71% frente al del 2020, Fernández señaló que le pidió a su par ruso Vladimir Putin que el acuerdo estratégico que fue firmado en el 2015 «se ponga en marcha con todo vigor» para que «se convierta en una realidad efectiva».
Como saldo de las conversaciones, Putin comprometió inversiones rusas en el sector eléctrico, gas, petróleo, industria química y colaboración bancaria, y destacó la participación de compañías rusas en la modernización de vías ferroviarias en Argentina para el suministro de trenes eléctricos.
Precisamente, el ritmo de crecimiento del intercambio durante el año pasado fue puesto en relieve por el presidente ruso, para quien la aspiración es «potenciar nuestra cooperación estrecha mutuamente beneficiosa y buscar nuevos ámbitos de interacción».
Así, entre otras iniciativas concretas, ambos mandatarios evaluaron nuevos proyectos en el área de transporte en la Argentina. Estos podrían incluir inversiones para el tren Vaca Muerta-Bahía Blanca y la posible radicación de la empresa Kamaz, una compañía rusa dedicada a la fabricación de camiones que Fernández quiere que se instale, («pero no para ensamblar, sino para fabricar», dijo), produzca y genere empleo en el país.
Un capítulo aparte y central en el diálogo recayó sobre la cooperación entre ambos países por la pandemia de coronavirus y la provisión temprana de vacunas rusas Sputnik V a la Argentina, que se constituyó en el primer país de América Latina en registrarla, lo cual abrió las puertas a la llegada a otros países de la región, y que mereció agradecimientos mutuos entre los presidentes.
Fernández y Putin abordaron también el rol del Fondo Monetario Internacional (FMI) en las finanzas de los países, y sobre ese aspecto, el presidente argentino dijo que su par ruso le destacó que el acuerdo «era muy importante para avanzar» en la Argentina, pero que ambos compartieron «una mirada muy crítica» sobre el funcionamiento del organismo.
Fernández además defendió en Rusia su visión de que la Argentina tiene que «tener relaciones con todos» para «ampliar las oportunidades de cooperación e inversiones y ganar más autonomía como país», y explicó que cuando señaló que la Argentina «siempre fue muy dependiente de los Estados Unidos y el FMI», ello fue «apenas una descripción de la realidad».
En esa línea, en China, en su segunda escala del viaje, Fernández logró cerrar un positivo acuerdo de inversión y cooperación económica, que ampliará el volumen de intercambio comercial bilateral, y se convirtió en el primero de los tres grandes países de la región en formalizar su ingreso a la denominada «Ruta de la Seda».
Esta última iniciativa es un plan de desarrollo basado en un conglomerado de proyectos de infraestructura por tierra y por mar, pensados a escala continental, y que desde el gobierno nacional se evalúa como una «decisión estratégica», en cuyo marco se rubricarán diferentes acuerdos que garantizan financiamiento para inversiones y obras por más de 23.700 millones de dólares.
Según se precisó, este financiamiento se obtendrá en dos tramos: uno ya aprobado por 14 mil millones de dólares bajo el mecanismo del Diálogo Estratégico para la Cooperación y Coordinación Económica (Decce) y otro por 9.700 millones de dólares, aproximadamente, que la Argentina presentará en el Grupo Ad Hoc creado entre ambos países para iniciar el trabajo, tras la adhesión a la Franja y la Ruta de la Seda a la que ya se han sumado 140 países, con excepción, en América, de México y Brasil.
Además de la adhesión a la Ruta de la Seda, se suscribieron trece documentos de cooperación, referidos a desarrollo verde, economía digital, área espacial, tecnología e innovación, educación y cooperación universitaria, agricultura, ciencias de la tierra, medios públicos de comunicación y energía nuclear.
Estos acuerdos profundizarán el cumplimiento de las metas de financiar obras de infraestructura; aumento de la participación de empresas proveedores argentinas en esas obras y de la Inversión Extranjera Directa (IED) en sectores estratégicos argentinos, tales como la energía y electromovilidad, entre otros.
De este modo, se apunta a incrementar el comercio bilateral, que el año pasado alcanzó un récord histórico con 19.685 millones de dólares, lo que representa un crecimiento del 41,6% interanual, de acuerdo con cifras de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
En 2021, las exportaciones de Argentina hacia China fueron de 6.160 millones de dólares, que marcaron un incremento del 17% interanual. Entre los principales productos exportados se encontraron los porotos de soja (31,6% del total) y carne bovina deshuesada (23,7%).
Como resultados de las conversaciones de Fernández con el primer ministro chino, Xi Jinping, el líder de ese país dio señales de que están dispuestos a estudiar proyectos de canalización de Derechos Especiales de Giro del FMI y de expansión de su uso, un tema importante para las reservas argentinas. También manifestaron la necesidad de que el organismo revise su política de sobrecargos, cuestión en la que el presidente argentino ha insistido en los foros internacionales.
En la declaración conjunta, se detallaron 22 puntos en los que hubo entendimiento, todos vinculados a la importancia de las relaciones bilaterales en el marco del 50 aniversario de las relaciones diplomáticas.
Para graficar la importancia de la visita al gigante asiático, el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, auguró que «en tres o cuatro años» ese país «será el primer socio comercial de la Argentina y desplazará a Brasil», y calificó como «contundente» el respaldo de Beijing a la postura argentina ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Tenemos una visión de multilateralidad y no creemos en los alineamientos, es una postura que siempre expresó la tercera posición del peronismo», recordó el diplomático en respuesta a quienes observaron con recelo la gira presidencial.