La Justicia benefició con prisión domiciliaria al cura acusado de violar chicos sordos
Se trata de Nicola Corradi, del Instituto Próvolo de Mendoza. La decisión fue tomada por los fiscales de la causa, Gustavo Stroppiana y Fernando Guzzo
El cura Nicola Corradi, acusado de abusar de varios chicos hipoacúsicos del Instituto Próvolo en Mendoza, logró el beneficio de la prisión domiciliaria. La Justicia mendocina aceptó el pedido del abogado del hombre de 82 años, Pablo Kletzl, aunque le impuso una fianza de $50.000.
La decisión fue tomada por los fiscales que llevan adelante el caso, Gustavo Stroppiana y Fernando Guzzo, quienes aceptaron el pedido de la defensa de Corradi para que le otorguen prisión domiciliaria. El cura será alojado por un familiar, y deberá llevar una pulsera electrónica.
En ese sentido, el beneficio se otorgó en base a los informes médicos de profesionales de la penitenciaría de Boulogne Sur Mer y del Cuerpo Médico Forense. Al respecto, los funcionarios judiciales indicaron: «En ambos casos se da cuenta del deterioro de la salud de Corradi. Teniendo en cuenta esto, una de las evaluaciones que hace el fiscal al tomar la decisión es poder llegar a realizar el juicio y poder condenar y absolver con el imputado gozando de cierta salud».
«En otras palabras, no sería óptimo que el imputado falleciera en la cárcel a los fines de poderlo someter a juicio y lograr, si correspondiera, una condena», agregaron.
La prisión domiciliaria es un beneficio contemplado en el artículo 10 del Código Penal. En el caso puntual de Corradi, fue aplicado por su edad (más de 70 años) y sus problemas de salud.
Hace dos semanas, la jueza de Garantías Alejandra Alonso le había negado la prisión domiciliaria a Corradi. Uno de los abogados querellantes, Sergio Salinas, había argumentado en contra de la excarcelación «por el riesgo que revestía que los acusados estuvieran en el Instituto Próvolo como lo solicitó la defensa».
Si bien la prisión domiciliaria fue ordenada esta tarde, en el penal todavía no fueron avisados. «Por el momento no hemos recibido ninguna notificación del fiscal y Corradi continúa alojado en el penal de Boulogne Sur Mer. Apenas nos notifiquen, organizaremos el traslado», explicó Eduardo Orellana, director del Servicio Penitenciario, al diario Los Andes.
Por la misma causa están detenidos el cura Horacio Corbacho y los ex empleados del Instituto Próvolo José Luis Ojeda, Armando Gómez y José Bordón.
El caso y los acusados
A fines de noviembre, Mendoza se vio sacudida por la denuncia contra dos curas y tres empleados del Instituto Próvolo, acusados de abusar de decenas de menores hipoacúsicos durante años.
La denuncia fue presentada por la senadora provincial Daniela García, quien tomó las acusaciones vertidas por la organización Movimiento de Sordos de Mendoza, que aseguró que los abusos comenzaron, por lo menos, en 2007. Pero el historial podría ir hacia atrás, ya que según el ahora ex fiscal de la causa, Fabricio Sidoti, los investigadores descubrieron un «patrón común» de comportamiento, por lo que no descartan que los abusos hayan comenzado cuando se fundó el colegio, en 1998.
Algunos días después de la denuncia que desató el caso, trascendió que Nicola Corradi arrastraba acusaciones de abuso de menores desde 1955, cunado oficiaba en Verona, Italia.
Corradi había sido expuesto por una investigación de una red de víctimas de abuso de Washington en 2015, y su caso fue mencionado en un informe presentado por esa red en la Conferencia Internacional de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico. «Está acusado de abusar, entre 1955 y 1984, en el Instituto Próvolo, de Verona (Italia), para niños y jóvenes sordos. Ante las autoridades eclesiásticas fueron presentadas denuncias de violaciones, masturbaciones obligadas por curas, y relaciones de sodomía cometidas en los dormitorios. Los curas involucrados fueron aproximadamente 130. Algunos de ellos fueron trasladados a la Argentina, particularmente a La Plata y Mendoza. En esta última ciudad recaló el cura Corradi, actualmente octogenario, quien cometió abuso de poder contra docentes y alumnos. Extraoficialmente se sabe que hubo abuso sexual contra algunos alumnos. Cuando reclamaron los padres se les ‘compró’ el silencio con indemnizaciones», dice el informe.
El otro acusado es el padre Horacio Hugo Corbacho, de 56 años, y profesor de Teología. Oriundo de la localidad bonaerense de Castelar, vive en Mendoza desde hace 15 años.
La denuncia que no fue escuchada
En 2008, un chico sordo de 9 años le hizo un dibujo a su madre en el que había una persona practicándole sexo oral a otra, junto a varios ojos que eran testigos de la escena. En ese momento, la mujer realizó la denuncia, pero nunca avanzó en la Justicia.
Cuando surgió el escándalo el 25 de noviembre, el chico, que hoy tiene 17 años, volvió a acercarse a la dependencia judicial para ampliar su declaración. Allí contó que cuando tenía 9 años fue obligado a practicarle sexo oral a un compañero, y éste luego fue obligado a abusar de él.
El horror en primera persona
Cuando en noviembre se conoció la noticia, una joven trans de 22 años se sorprendió por la denuncia contra los curas y empleados del Próvolo. Ella había ido al colegio para hipoacúsicos, pero en 2005 se llamaba Gastón Mercau, y cuando tenía 11 años fue abusado por José Bordón, quien oficiaba de monaguillo.
«Me siento muy culpable de no haber denunciado antes, pero quién me iba a creer a los 11 años«, admitió Ton, su nombre actual, en una entrevista con Infobae, en la que también dijo que «yo pensé que era el único, no imaginé que a mis compañeros también les pasaban cosas».