La mejor actuación de Argentina en 70 años pero con la mira puesta en Tokio 2020
En los primeros Juegos Olímpicos desarrollados en el continente sudamericano el equipo argentino tuvo un saldo de tres medallas doradas y una de plata, por lo que ocupó el 27mo. puesto en el ordenamiento de la grilla.
La delegación argentina completó en Río de Janeiro 2016 su mejor actuación olímpica en casi 70 años, aunque el balance no puede ser positivo sólo por unos números superiores a las de otras citas sino también de cara a la proyección hacia Tokio 2020, la próxima sede.
En los primeros Juegos Olímpicos desarrollados en el continente sudamericano el equipo argentino tuvo un saldo de tres medallas doradas y una de plata, por lo que ocupó el 27mo. puesto en el ordenamiento de la grilla.
Paula Pareto en judo hasta 48 kilogramos, el binomio Santiago Lange-Cecilia Carranza Saroli en la clase Nacra 17 mixta de la vela y el equipo masculino de hockey sobre césped se convirtieron en figuras, entre los 213 exponentes que concursaron, y se subieron a lo más alto del podio.
Por su lado, el tandilense Juan Martín del Potro no pudo en la definición con el británico Andy Murray y se abrazó a la medalla de plata, mejorando su performance de Londres 2012, cuando se alzó con la presea de bronce, tras superar al serbio Novak Djokovic, actual número 1 del planeta tenis.
Además, la delegación obtuvo 11 diplomas (hasta los clasificados en octavo lugar), con lo que repitió la labor de hace cuatro años en territorio británico.
Aquellos que se situaron en puestos de vanguardia sin subirse al podio fueron la luchadora Patricia Bermúdez (hasta 49 kilos), los boxeadores Alberto Melián (56) y Yamil Peralta (91) y el seleccionado de vóleibol masculino, que ocuparon la quinta colocación.
El rugby, en su modalidad seven, resultó sexto, tras haber perdido el cotejo de cuartos de final con Gran Bretaña (0-5), mientras que Las Leonas, el coonjunto femenino de hockey sobre césped, terminaron séptimas, al perder el cruce de cuartos con Holanda (2-3), a la sazón subcampeón, al igual que la dupla de los hermanos Yago y Klaus Lange en vela (clase 49er. masculina).
Por su lado, la tiradora bonaerense Melisa Gil (skeet femenino), el golfista chaqueño Emiliano Grillo y el seleccionado de básquetbol, que oficializó las despedidas de dos de sus próceres como Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni, obtuvieron sendas octavas posiciones, lo mismo que Matías Albarracín en la especialidad salto individual de equitación.
Analizar fríamente los números puede llevar a engaños si no se desmenuzan variables, atenuantes y diferentes circunstancias.
Además, tal como oportunamente señaló Orlando Moccagatta, actual subsecretario de Deporte de Alto Rendimiento, una cosa es el «análisis que podemos hacer aquellos que conducimos y otro el que realizan los medios periodísticos, más urgidos en conseguir resultados más rápido».
Una forma simplista de evaluar la actuación argentina retrataría que se mejoró la producción respecto de Londres 2012 (una de oro, una de plata y dos de bronce) aunque los podios de hoy no reflejan exactamente el buen trabajo que está desarrollando el
Ente Nacional de Alto Rendimiento (Enard) desde su creación en 2009.
Del Potro es un tenista profesional de la alta competencia y su innato talento, más allá de las lesiones en las muñecas, le permitieron instalarse en la definición.
Y luego, Pareto en el judo; Lange-Carranza Saroli en yachting y el representativo masculino del hockey son exponentes genuinos del enorme esfuerzo de superación, independientemente del apoyo que suelen prestar las becas que otorga la Secretaría de Deporte junto al Enard.
Es más, si se profundiza el estudio de los atletas o disciplinas con diploma, algunos corresponden a la elite del profesionalismo (basquetbol, golf, vóleibol, rugby), mientras que otros sí integran (lucha, tiro deportivo) la nómina que superaron sus propias expectativas.
El de Las Leonas es un caso aparte. Tras el retiro de su emblema y símbolo, Luciana Aymar, el equipo necesitaba ‘reinventarse’ y logró un resultado significativo con la conquista del Champions Trophy en junio pasado en Londres.
Sin embargo, el equipo de Gabriel Minadeo no llegó con el rodaje suficiente, a partir de las lesiones que padecieron, entre otras, Martina Cavallero, Delfina Merino y Carla Rebecchi, tres de sus principales delanteras.
La consecuencia de esa falta de rodaje más otras circunstancias derivaron en un frustrante séptimo lugar y la peor ubicación histórica del hockey femenino después de cuatro citas consecutivas en el podio: de Sydney 2000 a Londres 2012.
En los demás casos hubo equipos que decepcionaron. Así, el fútbol no pudo abstraerse a la compleja situación que involucra a AFA, a la falta de preparación y a un plantel armado de apuro. ¿Consecuencia?: Eliminación en la primera ronda.
También quedaron por debajo de lo que las previsiones estimaban atletas como Germán Lauro (lanzamiento de bala) o Jennifer Dahlgren (lanzamiento de martillo) y los nadadores Federico Grabich (100 metros) o Virginia Bardach (400 combinados).
En suma, muchos deportistas de la delegación repitieron o estuvieron muy cerca de sus propias marcas; mientras otros cumplieron su primera experiencia olímpica y no desarrollaron rendimientos para el elogio, a partir de que su plataforma de crecimiento se estima para Tokio 2020.
El comienzo del camino hacia el próximo ciclo olímpico se dará en lo inmediato y el acento se pondrá en «ampliar la pirámide», tal como lo anunció el titular del COA, Gerardo Werthein, para creer en una expansión producto de la planificación y no de los arrestos individuales.
También es menester mejorar las condiciones de infraestructura o bien construir nuevos centros deportivos por el país. O evitar situaciones de conflicto entre deportistas y sus propias Federaciones, con el remo o el taekwondo (ni siquiera tuvo representantes después de la medalla de oro de Sebastián Crismanich en Londres) como emblemas, para circunscribirse a lo estricto de la preparación y la superación.