La ONU suspende la ayuda en Siria
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU anunció que suspenderá la entrega de vales intercambiables por alimentos para los refugiados sirios, ya que admitió haberse quedado sin recursos, según anunciaron las autoridades ayer en Ginebra.
Los beneficiarios del PMA son alrededor de 1,7 millones de refugiados sirios que se encuentran en Jordania, Turquía, Líbano, Egipto e Irak. Todos ellos se verán afectados por esta decisión, ya que sin esos vales, a cambio de los cuales pueden comprar alimentos en tiendas, muchas familias pasarán hambre, según advirtieron desde el propio programa de la ONU.
«La suspensión de la ayuda del PMA amenaza la salud y seguridad de esos refugiados», advirtió la directora del programa, Ertharin Cousin, en un comunicado en el que alertó sobre las consecuencias devastadoras que podría tener esta medida para los refugiados que enfrentan un duro invierno, retrató Tiempo Argentino.
«Ello podría provocar más tensiones e inestabilidad en los países vecinos de Siria que han acogido a refugiados», agregó.
La explicación que dio la directora de PMA sobre la falta de recursos es que muchos países donantes “no transfirieron el dinero prometido”, se quejó Cousin. Y es que sólo en diciembre el PMA necesitaría 64 millones de dólares (46,5 millones de euros) para atender las necesidades de los millones de refugiados.
La intención del PMA no es suspender permanentemente la entrega de esta ayuda para los ciudadanos que se vieron obligados a emigrar de Siria por la guerra civil, sino esperar hasta que vuelva a fluir dinero para volver a repartir los vales, según señaló la directora, quien además agregó que dentro del país árabe todavía hay recursos para cubrir las necesidades hasta el mes de enero.
Aun así, Cousin alertó que también hay peligro de quedarse sin medios también en Siria, ya que la falta de aportes por parte de los donantes es decisiva para brindar esa ayuda.
«En las últimas semanas hemos logrado acceder a nuevas áreas como las afueras de Damasco», dijo la portavoz del PMA, Abeer Etefa. «Estamos accediendo a áreas a las que no hemos podido ingresar en meses, pero ahora nos enfrentamos con que no podemos alimentar a la gente a la que ahora podemos acceder», señaló.
Según las agencias de la ONU, más de 3 millones de sirios se han refugiado en países vecinos, mientras otros 6,45 millones se encuentran desplazados dentro de su país.
El conflicto, que comenzó en 2011 con manifestaciones pacíficas contra el régimen de Bashar al Assad, se convirtió en una guerra civil, que ya le costó la vida a más de 190 mil personas, según cifras oficiales de Naciones Unidas.
Más de 5000 muertos en noviembre
La violencia en Siria e Irak, donde la milicia Estado Islámico (EI) se apoderó en los últimos meses de grandes porciones de territorio, dejó más de 5000 muertos sólo en el mes de noviembre, según informó ayer el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos y la ONU.
En Siria perdieron la vida más de 4000 personas y en Irak más de 1000, según la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Irak (Unami).
El EI es un grupo yihadista que lucha por extender el califato islámico a otras zonas de la región y se hizo conocido internacionalmente por colgar en Internet videos de sus miembros decapitando ciudadanos extranjeros.
A fuerza de extender el terror en estas zonas, el EI se fue apoderando de importantes porciones de tierra y recursos para financiarse, sobre todo petróleo.
En Holanda, mientras tanto, fue condenado a tres años de cárcel por primera vez un holandés, que tiene sólo 20 años, por unirse a una milicia islamista para participar en la guerra civil siria.